La cantautora Fana carga consigo una fuerza que no solo se refleja en sus canciones. Cuando conversa, transmite esa misma energía en cada una de sus oraciones. Su mirada también refleja ese carácter que contrasta con su dulce sonrisa. Tiene 23 años de edad, pero podría tener más por su madurez, aunque también podría tener menos por esa imagen de niña disfrazada de mujer.

Esa personalidad poderosa y pacífica de Fana (Estefanía Pizzi) se refleja en su primera producción discográfica, Te regalo mi canción, que consta de 12 temas de su autoría que van desde la balada, a la bossa nova y el jazz. Este álbum, que presentará hoy en el Museo de Arte de Puerto Rico, en San Juan, es un llamado a la paz y al amor.

Llevar ese mensaje es fundamental para esta joven boricua, quien a los 15 años de edad tuvo que atravesar por un duro proceso judicial, luego de denunciar que su entonces padrastro, un reconocido productor y músico puertorriqueño, había cometido actos lascivos en su contra. El acusado fue hallado no culpable de dicho caso en el 2006.

“No todas mis canciones tienen un final feliz porque la vida es así, pero sí tienen un mensaje positivo de que a pesar de que las cosas no salgan como tú creas, al final siempre hay una lección”, expresó Fana, quien desde los 15 años forma parte de los líderes del Círculo de Paz en la Juventud de la Om Shanti Ragyi Inernational Foundation.

Del caso judicial que enfrentó, Fana prefiere no abundar, aunque tampoco niega dicho proceso, ya que reconoce que forma parte de su vida.

“En realidad eso es algo que ya no me afecta. Tanto Shanti (su guía espiritual) como mi mamá (Gizelle Borrero) me dieron mucha ayuda en eso, pero yo tomé una decisión de que no iba a hablar detalles sobre el tema, pero no por no estar preparada, sino porque mis hermanas menores son hijas de él y tengo que protegerlas y cuidarlas”, manifestó la mayor de cinco hermanas.

¿Guardas algún tipo de rencor?

“Decidí hace un tiempo que yo tenía que perdonar, pero por mí. Eso es lo mejor que uno puede hacer. El perdón tiene que ser tu carta de presentación”, dijo.

La madurez emocional de Fana sorprende no solo en sus respuestas, sino también en sus melodías, las cuales construyó con la ayuda del compositor y director Ángel “Cucco” Peña. Siete de los 12 temas del disco fueron escritos como homenaje a personas especiales para la artista, como lo son su padre Ricardo Pizzi, su madre Gizelle Borrero –a quien considera su mejor amiga– y su fenecido abuelo, Enrique Pizzi, a quien le dedica el disco.

“Mi abuelo muere justo cuando acabó ese proceso (judicial) y fue fuerte porque me acompañó siempre y me cuidó mucho. Pero ahí es que la música llega para mostrarme el camino y no dejarme caer”, relató.

Entonces, la cantante muestra el tatuaje que lleva en su antebrazo izquierdo con un mensaje de su abuelo en el que la invita a no claudicar sus sueños.

“Me lo hice para que cada vez que yo toque la guitarra, lo vea”, compartió.

En cuanto a su primer sencillo en promoción, la incipiente vocalista indicó que se trata de una rumba flamenca que hace alusión a ese dicho teatral de “buena suerte, Mucha mierda”.

“Es la canción más despechada del disco, pero también es un poco reírme de mí misma y reírme de que en realidad nadie se muere de nada y que al final del día no importa lo que la gente te haga, no importa lo que pase, hay buena suerte, mucha mierda, porque toda va a estar bien”, concluyó con esa sonrisa que provocan los nuevos comienzos.