El próximo sábado el exponente urbano Farruko podrá afirmar si el concierto que ofreció esta noche en su primera función de la gira “La 167″ en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot fue el más memorable de su carrera musical.

Seguramente la respuesta será un “sí”, basado en la transformación espiritual que vive el artista desde hace unos meses y que comunicó el pasado mes de febrero durante un concierto en Miami.

El artista urbano, que hace cuatro semanas hizo público su conversión religiosa, presentó el primero de tres conciertos en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot, en San Juan.

Desde entonces la proyección de Farruko en tarima es distinta. Ahora se observa y se escucha la vulnerabilidad de Carlos Efrén Reyes Rosado, nombre de pila del artista, sobre el escenario.

Y no es que Farruko asumía un rol falso con delirios de grandeza sobre en sus conciertos previos, sino que ahora abre su corazón al narrar sus sentimientos sin importar si suma seguidores o los pierde.

Un Farruko sincero y conversador fue el protagonista del espectáculo que incluyó un repertorio de alrededor de 30 canciones.

El artista simplemente se confesó durante las tres horas que duró el concierto. De hecho, mencionó en varias ocasiones “este show es diferente, es un Farruko de tú a tú”, precisó el exponente urbano que dentro de su repertorio dejó fuera todos los temas relacionados a la marihuana.

Su proceso de conversión espiritual lo llevó a proclamar que su cambio es real y que él está dispuesto a perder su carrera musical antes de callar que “choqué con Dios y debo contarlo”.”Voy a poner la semilla del amor aunque se me caiga la carrera”, aseguró el artista que al comunicar su proceso espiritual prometió devolver el dinero a quienes no quisieran ser parte del concierto.

”Gracias por decir presente, ustedes son bien valientes. Contra todo pronóstico de COVID -19, la pandemia, las vacunas, de las noticias de que Farruko se convirtió y muchos se quitaron pero otras llegaron y están aquí. Gracias. Yo le hice una promesa a Dios antes del 2010 en mi deseo de convertirme en artista. Me mudé a Miami, pero Dios cumple su promesa y miren en lo que me convertí. Dios me dijo: ‘Carlos vas a regresar a tu isla a cumplir tu propósito’. Aquí estoy”, aseguró el artista al dar la bienvenida del espectáculo que arrancó con la introducción de su éxito “Pepas”; seguido por el tema “Ki”.

El concierto inició pasada las 10:10 p.m. ante una audiencia que ocupó el 75% de aforo del Coliseo de Puerto Rico, según lo estipula la vigente orden ejecutiva sobre COVID-19.Un video de cómo opera la calle, desde los suburbios donde habitan las armas ilegales, las sustancias controladas y los actos delictivos le recordó a la audiencia “cómo el depredador es víctima de su presa” cuando se adentra al bajo mundo.

El contraste al video llegó con la participación del motivador Daniel Habiff, quien ofreció palabras de aliento y esperanza para concluir con un grito de “boricua no te rindas”.Contrario a lo que han sido sus funciones de su gira “La 167″ en otros destinos, Farruko optó por el orgullo patrio en la primera parte del espectáculo con los temas “Jíbaro”, “Borinquen Bella” y “Asignatura pendiente”.

El exponente urbano se arropó con nuestra monoestrellada para interpretar los temas y narrar cuánto extrañaba su patria, ya que desde hace unos años abandonó su vecindario frente a la avenida 167 en Bayamón para radicarse en Miami.

Cabe destacar que siempre visitaba su comunidad y en honor a ella fue que tituló su reciente producción “La 167″ que da vida a la gira que concluye con las funciones de este viernes y sábado en su patria.

El formato del concierto le permitió a Farruko conversar entre canciones y narrar parte de sus vivencias desde su niñez hasta el adulto que es hoy, donde la proclamación de la palabra de Dios se hace presente en su testimonio. El artista habló de su familia desde su bisabuelo hasta sus hijos. Recordó el suicidio de su abuelo y lo mucho que “me afectó” su muerte.

Confesó sus depresiones y la “compra de conciencias” de sus acciones.

”Este show no es un culto ni una predica. Es un show en agradecimiento al de allá arriba que me cambió estando roto. En este show está el otro personaje que es Carlos”, aclaró el reguetonero que se pasea muy bien por el reggae, rap, reguetón, ritmos electrónicos, dance, balada, merengue y hasta un poco de salsa al versionar el clásico “Qué hay de malo” de Jerry Rivera.

El reguetonero es de los pocos exponentes urbanos que puede cambiar de un género a otro sin que sea forzado. Farruko aprovechó para contar sus experiencias de la juventud a través de varios de sus temas como “Chillax” , “Fantasía”, “Hola beba” y “La tóxica”, entre otros.

Un jocoso Farruko capturó a la audiencia con cada detalle de sus vivencias que fueron desde su primer amor hasta los encuentros casuales en las discotecas.

Previo a interpretar “La tóxica” dirigió un mensaje optimista a las féminas.

”Usted no necesita de un hombre para ser feliz. Usted necesita amarse a sí misma”, reiteró el reguetonero que también le habló a los hombres sobre la violencia de género que impera en el país.

”A ti hombre te digo. Matar a una mujer a golpes no te hace más hombre. Por más mala que pudo haber sido una mujer más vale aprender a perdonar y aprender a soltar " sostuvo el reguetonero que arrancó aplausos entre la audiencia.

Fue en ese momento que confesó que en medio de la fama y los premios “Farruko estaba hecho una mierda, Carlos estaba en una depresión”.

Acto seguido dio pasó a los éxitos “6 AM” y “La bendición”, “Mi forma de ser” y “Que digan lo que quieran de mí”. Con sinceridad aceptó que le entristece que lo juzguen en las redes sociales por hablar de Dios. Su deseo para esas personas es un cambio espiritual en sus vidas.

Todas las veces que el reguetonero hizo mención de Dios recibió aplausos y gritos de la audiencia.

Farruko optó a su vez por recordar el proceso legal que vivió tras ser acusado por no declarar más de 50,000 dólares en efectivo ante aduana en el aeropuerto, justo después de interpretar el tema “Delincuente”. Confesó su adicción a la marihuana para desviar sus problemas emocionales y la falsa felicidad que experimentó por años.

En la parte final del show el artista le dedicó el tema “Real guerrero” al novel reguetonero Ankhal, que fue baleado hace unas semanas en Fajardo.

Canta Pepas

El público se mantuvo en calma durante las tres horas del concierto. No hubo una ovación que paralizara el coliseo, previo al tema más esperado de la noche “Pepas” que el auditorio se puso de pie. Antes de interpretarla Farruko indicó que ver videos de seguidores consumiendo pastillas le causó mucho daño, ya que entendía que a conciencia le advertía que estaban mal.

“Hoy le puedo decir que estoy limpio y le pido perdón porque hay gente débil. Por eso es que me siento mal con este tema, pero a la vez sé que es parte de mi pasado y ustedes lo están esperando”, dijo antes de interpretar la primera estrofa de “Pepas”, que fue lo que realmente cantó, ya que se inhibió en el coro.

El público cantó y bailó el tema seguido del otro éxito con ritmos electrónicos “El incomprendido”. El concierto concluyó “Incompleta” y “Gracias”.