Es perder el tiempo.

El cantante mexicano Fedro aprendió por experiencia que invertir tiempo para intentar echar hacia adelante una relación en la que no te valoran, no vale la pena, y mientras más rápido se sale de esa interacción, mejor.

“Cuando te das cuenta del tiempo que perdiste, pues a veces ya pasaron 10, 15 años”, analizó pensativo en entrevista telefónica desde Miami, Florida. “Viví una relación bastante tóxica hasta hace unos años. Estuve enfrascado en esa relación por cuatro años, que es bastante tiempo”, lamentó el artista, quien promueve el sencillo Vete a la chingada, una expresión mexicana que, según explicó, tiene su equivalente boricua con “veta al cara…”.

“La verdad es que uno quiere, uno intenta, y la verdad es que es muy difícil que funcione cuando ya te tienen tomada la medida, y tú se lo permites pensando que la persona va a cambiar, pero la verdad es que las personas son como son”, dijo Fedro, quien participó del reality musical Viva el sueño en 2009.

Caer en una depresión profunda lo llevó a buscar ayuda para cortar la relación. “Estaba desde que amanecía hasta que anochecía sumido en una depresión intensa, que te dice que algo no está funcionando bien. Te altera a nivel profesional, te altera a nivel familiar”, recordó, y valoró el apoyo de seres queridos que lo ayudaron en el proceso.

“Ayudan los grandes amigos que se convierten en tu familia, que te hacen ver cosas que tú no puedes ver, al final, tratar de escuchar a estas personas que lo único que quieren es ayudarte. Invito a todas esas personas a que no pierdan más tiempo en una relación tóxica, porque ya cuando esa esa toxicidad en el aire, es muy difícil que cambie”.

Ese mensaje de liberación lo promueve con su sencillo en promoción, con un ritmo urbano.

“Es una canción divertida, pero es también empoderada para todas esas personas que quieren deshacerse de una relación tóxica”, mencionó. “Decidimos meter este vocablo mexicano en esta incursión mía en el género urbano, que ya ves que tiene un lenguaje bastante explícito”, comparó el intérprete, quien ha trabajado para cantantes como Alejandra Guzmán, Gloria Trevi y Ninel Conde.

“Es un género que te crea más que nada la apertura de poder a nivel letras decir muchas cosas. No me imagino una balada, como lo que yo hacía antes, una cuestión más pop, diciendo este tipo de lenguaje”, detalló como uno de los aspectos que le agrada de esta experiencia musical.

“A nivel dancístico, a mí qué me gusta mucho bailar, otros géneros quizás no se prestan tanto para eso, pero este sí”, comparó el actor, y compartió su admiración hacia la veterana reguetonera Ivy Queen.

“Es una de mis influencias, por supuesto. Y los últimos tiempos como que me inspiró mucho ver a Bad Bunny siendo tan inclusivo a nivel social, un abanderado de un sector social. Eso me pareció maravilloso, ver en uno de sus sencillos cómo le dice al mundo 'aquí no importa quién eres tú, sino lo que tienes por dentro”.

Reconocen su gesta

En dos ocasiones, Fedro ha sido reconocido con el premio GLAAD, otorgado a miembros del espectáculo que son activistas de los derechos de la comunidad LGBT+.

“Cuando me gané el primer premio (2011) no tenía mucha idea de los alcances. Es como ganarse un Emmy, un Oscar en lo gay”, resaltó Fedro, quien este año también fue galardonado por su compromiso en hablar sobre la inclusión.

“Sin quererlo, al contar mis historias, mis experiencias en la televisión, he podido ser un activista”, valoró sobre el reconocimiento que ha sido concedido también a figuras como Lady Gaga y Ricky Martin. “Aparecí en un reality show, que hace diez años era algo impensable. Mucha gente volteó a ver mi historia y a nivel social, parece ser que a mucha gente le llegó. Me siento muy feliz, muy contento, más que por el reconocimiento como tal, por ayudar de alguna manera a la nueva generación”.

En este sentido, expresó su compromiso de enviar mensajes positivos con sus temas, independientemente del género musical. “Aquí estoy para defender los derechos de nosotros y para representar, de alguna manera, no solamente a la comunidad transexual, sino también a todas las mujeres”.

Pero Fedro entiende que falta camino por recorrer.

“Me ha costado, por supuesto, porque todavía sigue el estigma, el discrimen, y cuando te ven, te miran diferente”, lamentó, y confesó que “yo sufrí rechazó familiar en algún momento de mi vida. No hay nada más fuerte para una persona que tu propia mamá, tu propio papá te discrimine. Me marcó. Ahora tengo una relación maravillosa con mis padres”.