No siempre el aprendizaje se da desde los grandes hacia los pequeños, también se da a la inversa. Ejemplo de ello son las hermanas trovadoras Noelis (24) y Norelis (20) Guzán Sáez, quienes incursionaron en la música típica puertorriqueña por un interés de la menor de participar en un concurso de décimas en la iglesia a la que asisten, y la mayor se inspiró por igual.

Nacidas en Bayamón y criadas en Toa Alta, estas jóvenes han adoptado la trova no solo desde su naturaleza artística, sino como una misión social de impactar a las personas en necesidad a través de su talento.

Cada una, asimismo, forja una carrera profesional. Noelis completó un bachillerato en educación y actualmente se encuentra en su segundo año en la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, mientras Norelis realiza un bachillerato en ingeniería mecánica en el Recinto Universitario de Mayagüez.

“Muchos jóvenes a veces aspiran a tener una producción musical y eso es fenomenal, ahora bien, uno de mis sueños es poder visitar escuelas de nuestro país y llevarle este tipo de conocimiento de qué es la décima, qué es el aguinaldo, qués es el seis, que son estilos musicales; qué es el cuatro puertorriqueño, familiarizar a través de la educación musical para que los jóvenes conozcan cuál es su herencia musical y que no crean que la música que están escuchando es solamente de la época navideña, por el contrario, es música que nos distingue a nivel internacional”, destacó la mayor de las hermanas, a quien la vocación de educadora se le desborda al hablar de sus anhelos.

“En nuestra casa siempre se nos enseñó lo que es el amor patrio, y desde ese amor patrio es que nace nuestro interés por la música típica puertorriqueña”

-Noelis Guzmán Sáez, trovadora

Otro logro para ellas sería la oportunidad de seguir expandiendo su música hacia unos escenarios no tradicionales, pero igualmente importantes.

“Ir a cantar a aquellos que sus hogares son en las calles, visitar familias que quizás han perdido un hijo o aquellos que están padeciendo de una enfermedad y necesitan música típica puertorriqueña y llevarles un verso de alegría, abrazar el alma de los puebos, esas son nuestras aspiraciones. Creo que Dios nos ha regalado este hermoso don y no se limita a cantar en una plaza, o en un escenario en particular, sino para abrazar el alma de los pueblos”, afirmó Noelis, la más conversadora de las dos.

Su formación

Sin originarse en un hogar de músicos, estas hermanas crecieron en un ambiente donde no les faltó la valoración por todo aquello que les representa culturalmente.

“En nuestra casa siempre se nos enseñó lo que es el amor patrio, y desde ese amor patrio es que nace nuestro interés por la música típica puertorriqueña”, reconoció Noelis.

Una vez identificaron su atracción por la décima, hace formalmente, pasaron a ser discípulas de tres talentos, representativos de distintas generaciones dentro de la música típica puertorriqueña, como son Los Hermanos Sanz, Luis Daniel Colón y Miguel Santiago Díaz, de la Cuna de Trovadores en Comerío.

Desde el plano personal, la interacción con otras voces de la trova nacional, así como con músicos y el público en general les ha servido para soltar un poco de la personalidad tímida que comparten.

“Siempre me ha encantado cantar la música típica y ahora otros géneros de igual manera y sin duda alguna me ha dado la confianza y me ha ayudado a desarrollar diferentes aspectos de la vida”, expuso Norelis, orgullosa de haber sido una inspiración para su hermana.

Al contrastar su talento artístico con sus respectivos estudios universitarios y post graduados, cada una encuentra puntos de comunión.

“En estos dos años que llevo como estudiante de derecho me he dado cuenta que el abogado también tiene una relación directa con la palabra. No es el mismo trabajo de quehacer cultural que hace el trovador, pero sí estamos en constante quehacer con la palabra, ya sea para defender un grupo de pe rsonas, o para presentar algún reclamo de algún sector de la sociedad y en ese sentido, pues me siento familiarizada”, expuso Noelis.

Igualmente la menor de las hermanas -ambas invitadas por separado para improvisar junto con la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico- aplica la creatividad artística y la disciplina en su formación como ingeniera mecánica.

Durante esta pandemia las hermanas han procurado trasladar su talento a la Internet a través de distintas presentaciones y proyectos en los que han sido invitadas. El más reciente fue el pasado noviembre, cuando acompañaron a Los Hermanos Sanz en su intervención en el Festival del Cuatro y Trovadores de la ciudad de San Francisco, desde el Teatro de la Universidad Interamericana, en San Juan.