Lo que se proyectaba en la doble pantalla, justamentes ubicadas en la parte de arriba del escenario, a las esquinas de la orquesta que dirigió el timbalero Manolito Rodríguez, no dejaba duda alguna para el más lejano de los espectadores que la afamada cantante boricua India estaba como en trance mientras interpretó un sinnúmero de sus grandes éxitos a lo largo de casi tres horas del concierto que dio en el Coca-Cola Music Hall la noche del sábado.

Y no era para menos.

India es, ha sido y será, genio y figura mientras esté cantando en el plató, no importa sea un espacio grande, como un coliseo o estadio que pueda albergar sobre 10 mil y más espectadores, o en una sala como la del Coca-Cola, que estuvo a punto de reventar dada la cantidad de gente que fue a ver y a cantar con ella. El nivel de abajo y el nivel de arriba, llenos. Y la cantidad de gente en los pasillos, ni hablar. Cerca de 3 mil personas.

Y la veterana cantante no defraudó. Puso alma, vida y corazón en cada tema que interpretó y dejó claro, por si alguien tenía dudas, que a los 54 años, su registro de voz, fraseo, fuerza interpretativa, su lágrima y tesitura, siguen tan vivos cómo cuando entre las décadas del 1990 y 2000 fue la punta de lanza del mundo salsero femenino. India es referente hoy día. Punto.

Salió a tarima con un conjunto plateado y sombrero de copa alta.
Salió a tarima con un conjunto plateado y sombrero de copa alta. (David Villafañe/Staff)

Ante un público en donde los hombres fueron pura minoría y las féminas estaban en su salsa, Linda Bell Viera Caballero, nombre artístico de la intérprete, le puso mucho pique al asunto, y a través de sus letras, ademanes, gestos, miradas, movimientos corporales, sonrisas y comentarios, entre otras cosas, dejó muy claro lo que ha sido su grito de guerra desde los escenarios y en su vida particular como feminista: a la mujer hay que respetarla. Y que el hombre que sabe amar, también debe saber respetar.

El concierto dio inicio con los temas Dancing on the Fire (de su primer álbum profesional Breaking Night) y Lover Happiness (1994-álbum Strictly Rhythm), de la mano de un DJ, complementados con figuras y diseños en la pantalla, que recordaron el inicio de la India como cantante en Nueva York, cuando de adolescente se manejaba en el hip-hop, el house y en el freestyle.

Entonces, tras la presentación musical de la orquesta, India salió al escenario y desde ya el público hizo ‘click’ con ella. Ataviada con un set de chaqueta y pantalón brillosos plateados y sombrero de copa negro, pasó a cantar junto a la artista invitada, la colombiana Goyo, exmiembro del grupo ChocQuilbTown, el tema Nubes negras.

Un vez terminado el número, India se dirigió a su público. “Gracias por estar aquí. Pensaron que no volvía, pero lo que se va regresa”, dijo.

Y pasó a enrollarse las mangas de su chaqueta para entonces dirigirse otra vez al público: “¿Pensaste que me lo quistaste?”, dijo, y el coro de la féminas reaccionó y se quedó con el canto. “Tranquila… mira lo que tengo para tí”.

Y sonó el comienzo del tema Mi mayor venganza, uno de los grandes éxitos de India y uno de los temas que ella ha dicho se disfruta a saciar mientras lo interpreta.

Y el público, es decir, las mujeres, pues la cantaron de punta a punta con su artista, quien en variadas ocasiones dejaba de cantar y apuntaba con su micrófono al público, para que se oyeran las voces de ellos.

La artista, como bien hizo a lo largo del espectáculo, no dejó de dar nota altas, fuertes, en las terminaciones de la canciones y en los soneos, como queriendo enviar un claro mensaje: su voz está como coco.

El concierto continuó con un medley que incluyó los temas Nunca voy a olvidarte, Si tú eres mi hombre (en donde el grupo de bailarines que comanda el maestro Tito Ortos hizo gala de sus habilidades), Estúpida, Hielo y Sola. Todos los temas fueron cantados y/o tarareados por gran parte del público.

El segundo invitado de la noche hizo su presentación y ésta vez sí que llegó a tiempo.

Uno de los querendones de Puerto Rico, Manny Manuel, el llamado Rey de Corazones, se tomó el riesgo de cantar a dúo con ella el tema Costumbres, y ciertamente que se tocó en el tono original de India y el orocoveño, pues tuvo que salir a flote como pudo. Su carisma y experiencia en las tablas lo ayudaron mucho.

Claro, mientras India hacía un cambio de ropa, de los varios que hizo durante el concierto, Manny Manuel tuvo una segunda oportunidad al bate y mató en grande. Manny cantó uno de sus grandes temas merengueros, Dicen que los hombres, y entonces el cuento fue otro. Manny Manuel se echó a la gente en el bolsillo.

A su regreso al escenario, India presentó un homenaje a su madrina Celia Cruz, quien fue la que la bautizó como la “Princesa de la Salsa”. India cantó un medley de Celia que incluyó Yerbero moderno, Quimbara y Bemba colorá, en donde hizo gala de su capacidad para sonear. La orquesta que dirigió Manolito Rodríguez sonó impecable. Rubén Rodríguez estuvo en el bajo, Carlos Camilo en el piano, Kashiro Thompson en las congas, Richard Carrasco en el bongó, Savier Anel Díaz en la batería, tres trompetas, Luis Aquino, Víctor Amber y Aníbal Martínez, todos de usted y tenga, junto a lo trombonistas Víctor Vázquez, César Ayala y Mario Yamil Quinter. A su vez, Saviel Cartagena tocó el saxofón alto, Víctor Maldonado el barítono y en los coros estuvieron Laura Sáez, José Luis de Jesús, Urayoan Lizardi y José Díaz.

La orquesta tocó el número Descarga para Celia, matices del sonido de Tito Puente, se dejaron sentir claramente en el arreglo mientras India volvía a cambiarse de ropa.

Entonces, llegó el punto culminante del concierto. India dedicó un medley a la famosa artista cubana Guadalupe Victoria Yolí Raymond, major conocida como La Lupe o La Yiyiyi. Y con lo temas Qué te pedí (Gabriel Luna), La gran tirana (Tite Curet) y Si vuelves tú (Paul Mauriat), cientos de mujeres “se transfomaron” y dejaron salir a la Lupe que habita en ellas.

India cantaba y toda esa fanaticada femenina no le perdía ni pie ni pisá. También cantaban la letra con ella. Algunas se pararon de sus asientos, hacían sus ademanes, gestos de mano dura, señalaban a sus parejas, como recriminándoles, en fin que el espíritu de La Lupe las arropó, y tras finalizar el medley, los aplausos y las risas, salieron a flote. Y los hombres, bien gracias. Sin más remedio, también aplaudieron.

India se gozó el momento a rabiar.

Otra artista invitada, Victoria Sanabria, tuvo una participación muy aplaudida por el público. Durante el tema Si vuelves tú, Sanabria dedicó una improvización a India y luego cantó el tema Soy boricua, que hiciera famoso Bobby Valentín y su orquesta con Marvin Santiago en la parte vocal. Aquí Sanabria lució en grande su don y habilidad para la improvisación.

Acto seguido, otra invitada, la joven cantante Elysanij, dejó claro que es una voz privilegiada, de esas que tantas veces ha dado Puerto Rico. Janielys Maldonado, a quien apodan “La dulce melodía”, cantó a dúo con India el tema Sedúceme, y ambas destacaron por el gran registro vocal que tienen. Fue como un mano a mano en donde Elysanij, quien canta lo mismo bachata, salsa, merengue y reggaetón, lució muy bien en tarima y fue muy bien recibida por el público. India elogió a ésta joven y le auguró un enorme futuro en la música.

Tras Manolito Rodríguez cantar el tema Yo te dejé por loca, India llegó con un nuevo cambio de ropa al plató y pasó a presentar a su maestro, director musical y pianista que ha sido vital en la carrera de la cantante, Sergio George, quien en 1994 le produjo el álbum Dicen que soy, uno de los grandes discos de la cantante boricua nacida en Río Piedras en 1969 y criada en El Bronx, Nueva York. Fue su abuela quien la apodó India temprano en su carrera musical.

Sergio George pasó entonces  a acompañar a la orquesta en los números Dicen que soy, Qué ganas de no verte nunca más, O ella o yo, Vivir lo nuestro y Ese hombre, en donde los bailarines tuvieron parte activa en el escenario.

Vino otro cambio de ropa. Entonces, India cantó el medley compuesto por Me cansé de ser la otra y Propiedad privada, como para finalizar el concierto, aunque se trató de un falso final.

El espectáculo terminó con el tema  Mi primera rumba, del álbum de 1992 que grabara con el maestro Eddie Palmieri.

Ganadora de premios Grammy y Grammys Latino, India es la fémina con mayor cantidad de canciones número 1 con un total de 11, en la lista del Billboard Tropical Song Airplat. Además, este año, la prestigiosa revista musical Rolling Stone colocó a India en la posición 113 de los mejores 200 grandes cantantes de todo los tiempos.