Ciudad de México. Joan Manuel Serrat fue elegante, respetuoso y serio; mientras que Joaquín Sabina fue atrevido, chistoso y fantasioso a la hora de contar anécdotas.

Los cantautores españoles tuvieron sus roles muy bien definidos en la sexta función, de un total de siete, de Dos pájaros contraatacan en el Auditorio Nacional, en Ciudad de México, donde divirtieron con sus relatos y complacieron con sus composiciones a las 9,900 personas que acoge el emblemático recinto.

Por tres horas, los artistas protagonizaron un espectáculo que, más que agrupar sus populares éxitos, se distinguió por un libreto en el que se impuso un humor muy particular, a veces cruel y otras para morirse de la risa. Ante todos, estos cantautores se proyectaron con diferentes personalidades, pero a lo largo del show lo que realmente se apreció fue el respeto, la admiración y la complicidad que los une para crear una combinación inigualable.

Así que el que Sabina sea del equipo de fútbol del Atlético de Madrid y que Serrat sea del Barcelona ni que Sabina posea una “voz de lija” y Serrat de “terciopelo” fueron impedimentos para la realización de un concierto de altura.

Dos pájaros contraatacan –que inicia y culmina con las proyecciones de dos pájaros parlanchines– es la segunda parte de la gira Dos pájaros de un tiro, con la que comenzaron esta aventura musical. El disco con el mismo nombre lo grabaron en el 2007. Tras esta vivencia, los artistas volvieron a juntarse en el disco La orquesta del Titanic, pero esta vez no reinterpretaron sus éxitos, sino que escribieron 11 canciones a cuatro manos.

De esta nueva cosecha, solo cinco, entre ellas Acuérdate de mí y Cuenta conmigo, formaron parte del repertorio de 29 temas del concierto, que visualmente es un verdadero espectáculo. La puesta en escena cuenta con tres pantallas grandes en la tarima para, además de proyectar las emociones y los gestos, apreciar visuales y fotos que hacen referencia a los temas. Cual cuadro para enganchar en una pared, el escenario queda enmarcado por un juego de luces que permite admirar a los ocho músicos, las dos coristas y las dos estrellas de la noche.

El tema Ocupen su localidad inició el repertorio, que estuvo compuesto en su mayoría por canciones de la autoría de Sabina, quien disfruta de escuchar sus composiciones en la voz temblorosa de Serrat. En varias ocasiones, sentado en una silla, a Sabina se le dibujaba una sonrisa al escuchar a su amigo y colega en temas como Una canción para la Magdalena.

“¡Viva México, cab…!”, gritó Sabina, de 63 años. “Respetable público, es un placer estar compartiendo con ustedes. Disculpen a mi amigo”, dijo un tranquilo Serrat, de 68 años. Desde ese momento quedó establecido que se impondría la locura de Sabina y la serenidad de Serrat.

“Cinco auditorios es muy conmovedor, con la que está cayendo en México, que hayan elegido pasar la noche en tan lamentable compañía”, comentó Sabina.

“Me gusta ayudar a la gente que está empezando”, mencionó Serrat, a lo que Sabina contestó: “Es verdad, siempre acompaña a los jóvenes”.

Entre temas como Y sin embargo, 19 días y 500 noches, Eclipse de mar, Mediterráneo, Tu nombre me sabe a hierba, Para la libertad, Por el boulevard de los sueños rotos (un homenaje a la fenecida Chavela Vargas) y Más de cien mentiras, el entretenido libreto le daba fuerza al concierto.

“Somos amigos, pero no tan amigos. No hay sexo porque él no quiere. Yo estoy abierto a nuevas experiencias”, bromeó Sabina, quien en su “viaje de telerañas”, como dijo Serrat, se acreditó ser la inspiración de Tu nombre me sabe a hierba. Se remontó a 40 años para comparar las vidas de ambos: Serrat en grandes escenarios y él tocando en el metro. “Yo estoy entre ‘el Chavo del 8’ y Paquita la del Barrio; él entre Dios y Agustín Lara”, dijo quien recurre a los temas de Serrat para acercarse a las mujeres, provocando otro de los momentos graciosos de la noche con un público que hizo pocas interrupciones para disfrutar al máximo del show.

“Eso es lo que ocurre a los que el éxito les llegó tarde”, comentó en otro momento Serrat, quien recomendó disfrutar de posiblemente “el último show” de su amigo.

Dos pájaros contraatacan continuará su ruta por varias ciudades mexicanas y, después de República Dominicana, llegará el 10 de noviembre al Coliseo de Puerto Rico. La gira culmina el año con 90 conciertos.