Madura, versada, genuina y versátil son algunos de los atributos que recogen la evolución interpretativa de la cantautora Kany García, quien demostró una vez más ser una de las grandes exponentes de la industria musical latina durante su concierto de esta noche en el Coliseo de Puerto Rico.

La artista tiene todo lo que se requiere en un escenario para ser memorable, provocar el delirio de una audiencia, ofrecer un mensaje social contundente y a su vez cautivar con una propuesta real e inigualable que la colocan en un sitial de credibilidad artística, poco alcanzado entre las compositoras del patio.

Y es que, con alrededor de 13 años de trayectoria musical, la cantautora ha validado que con una propuesta de letras con sentido, amplia formación musical, dominio escénico y talento de sobra se sobrepasa cualquier frontera artística y territorial. Kany lo sabe y en el escenario lo manifiesta de principio a fin.

La artista afirmó, recientemente, que el espectáculo “Soy yo”, título de su reciente producción discográfica, sería el más completo de su trayectoria musical y no se equivocó.

La cantante ofreció la noche de sábado el concierto más extenso de su carrera y con la mayor cantidad de invitados en tarima. La artista compartió escenario con los cantautores puertorriqueños Tommy Torres, Pedro Capó y René Pérez; también con Natti Natasha, los músicos Daniel Díaz y Brenda Hopkins, y las compositoras Lisbeth Román y Andrea Cruz, estas últimas teloneras del espectáculo. Igual la cantidad de músicos en el escenario fue duplicada en comparación con sus conciertos anteriores.

La velada musical incluyó 28 canciones, cuatro de ellas temas de los artistas invitados y un medley dedicado a nuestra identidad puertorriqueña con los clásicos "Verde Luz" y "En mi Viejo San Juan". 

La vocalista inició el espectáculo al filo de las 9:30 de la noche con los éxitos "Soy yo" y "Demasiado bueno", este último inspirado en el amor de su fenecido padre Antonio García. Kany apareció en el centro del escenario ataviada con una túnica blanca transparente que revelaba un provocativo pantalón corto. La audiencia la recibió de pie y con gritos.

"Buenas noches Puerto Rico. Que cosa más maravillosa saber que hay gente allá arriba. ¡Qué lindo se siente! Se siente uno la niña más querida", saludó la artista a los miles de seguidores que asistieron al recinto de Hato Rey y que ocuparon casi la totalidad del espacio.

La cantautora que se presentó en solitario por quinta ocasión en el coliseo recurrió a constantes imágenes de Puerto Rico para resaltar la identidad puertorriqueña y el sentido de pertenencia. Uno de esos momentos fue en el tema "Si yo me olvido". De esta canción explicó que, aunque no fue un éxito se trata de un tema que la hace recordar a quiénes y qué cosas son verdaderamente importante, como "lo es regresar a mi isla".

 Igual lo hizo con los clásicos nuestros, escritos por Antonio Cabán “El Topo” y Noel Estrada.

De la lista de invitados las primeras en tarima fueron las cantautoras boricuas Lisbeth Román y Andrea Cruz con el éxito "Con esta Soledad". Previo a la interpretación, Kany explicó que fue Franco de Vita quien le dio hace 12 años la misma oportunidad artística para darse a conocer en la escena musical. La vocalista acompañó a las artistas noveles con la guitarra.

Fue con el tema "Bailemos un blue" y acompañada de la maestra Brenda Hopkins que la vocalista demostró con imágenes la diversidad del amor de pareja y la libertad para decidir amar sin género.

Prosiguieron los éxitos "Arriésgate a intentarlo", "Sácala a bailar" y "Como decirle". Fue entonces que apareció su entrañable amigo con quien ha compartido tarima en múltiples ocasiones, el cantautor Pedro Capó. Juntos cantaron a "Mis Amigos" y el éxito "Calma". El público se postró a los pies de los cantautores que mantienen similitudes en su carrera musical.

A partir de ese instante, la temática del concierto cambió con la respuesta inmediata y eufórica de los asistentes. Todos los temas fueron coreados a viva voz, pero la audiencia cantó con mayor ímpetu los éxitos de sus cuatro álbumes anteriores que los temas de su nueva producción "Soy yo".

Durante toda la velada musical la ejecución vocal de la artista fue impecable y magistral, pero fue en los éxitos "Alguien" y "Para volver amar" que logró emocionar hasta erizar la piel al alcanzar notas altas. En el público se observó a varios de sus seguidores llorando. En ambos temas, la cantautora exhibió sus ojos aguados y se detuvo en ocasiones a contemplar al público que alumbró todo el recinto con la luz de sus celulares.

El poder femenino se impuso con el dueto de Natti Natasha y sus temas "Sin Pijama" y "Mía". Este último tema fue escrito por Kany para la exponente urbana que lanzará el 15 de febrero su nueva producción discográfica. La canción que cantaron en primicia es una bachata que empodera a la mujer.

"Es un honor estar en el escenario con una mujer que nos representa a todas en el mundo", sostuvo Natti Natasha al abrazarse con la boricua.

La cantautora puertorriqueña reconoció que con el tema "Sin Pijama" se rompen barreras y divisiones que destruyen al ser humano y alimentan el deseo de poder de quienes imponen su autoridad sobre otras personas.

La otra primicia de la noche llegó con Tommy Torres y el tema coescrito por ambos, titulado "Quédate". La artista indicó que estaba loca por escribir con la voz de “Pegadito” y lo hicieron en dos semanas.

Sin embargo, el dueto más esperado de la velada llegó con René Pérez y los temas “Los hijos del cañaveral" y "Banana y Papaya". El público enloqueció con la interpretación de ambos.

Residente agradeció a Kany por su interpretación perfecta de "En mi Viejo San Juan" y la artista ripostó con "no me metas en problemas", provocando risas entre la audiencia. Y es que el exponente urbano vaciló con el comentario en referencia al cambio de letra que hizo Ozuna en su participación con José Feliciano en el programa de Jimmy Fallon.

El amor también fue parte de la velada musical y la cantante fue testigo del compromiso matrimonial que hizo una pareja de novios en el escenario.

Da voz a las víctimas

Tal y como lo había adelantado, la cantautora dedicó una parte de su concierto en reclamo a la erradicación de la violencia de género y frenar la alta cifra feminicidios en la isla y en el mundo.

Precisamente, su reclamo fue el momento más emotivo del concierto. El coliseo se silenció con el vídeo y las imágenes de las mujeres asesinadas en el 2018 en la isla.

Acto seguido, se escuchó desde el público un fuerte "las queremos vivas" que retumbó la atmósfera del coliseo que reflejaba el mismo silencio que las víctimas de violencia de género.

El espectáculo continúo con los éxitos "Mi amigo en el baño", "Que te vaya mal", "Que viva la gente" y "Para siempre".