A Michelle Brava se le da muy natural eso de cantar boleros enmarcados en el llamado ‘filin’ cubano, cuya corriente musical también impactó a Puerto Rico y a México en la década de los años 40.

Bueno, en realidad más que cantar, Brava, cuyo nombre de pila es Michelle Sotomayor, interpreta ese género musical con una pasión que puede llevar a pensar a cualquiera que son canciones como para morir de amor, puras “cortavenas”.

Es por eso que en estos meses de final de año ya camina por la nubes pensando en qué repertorio podría escoger para presentar el disco Alma mía 2, una secuela del número 1, en el que el bolero será nuevamente el protagonista principal.

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En la actualidad no son muchas las artistas femeninas que presentan éste don, éste atributo, ésta distición de dominar el canto del filin’, como antes lo hicieron la cubana Olga Guillot y la boricua Carmen Delia Dipiní, por nombrar solo dos.

Brava -ese es su apodo de batalla en su carrera artística- ya en el 2017 presentó una producción discográfica titulada Alma mía con la que convenció a todos de que su propuesta como bolerista es de usted y tenga.

Temas como Alma mía (María Grever), Ausencia (Rafael Hernández), No me vayas a engañar (Osvaldo Farrés), Qué sabes tú (Myrta Silva), Tan poquita cosa (Francisco Javier Tizón) y Cualquiera (Lolita de la Colina), entre otros, conforman el disco.

Brava hizo ruido con esta producción. Algunos temas sonaron en radio y pudo hacer un concierto íntimo en el Café Teatro Punto Fijo del Centro de Bellas Artes, pero como que no hubo continuidad. Y no porque ella no quisiera. A Michelle Brava le llegó la oportunidad de participar de lleno en la orquesta de Gilbertito Santa Rosa como una de su coristas.

Y ese tren, esa oportunidad única en la vida, no la dejó pasar.

“Fue como un regalo. Mira, alguna gente me dice, ‘pero tú ya tienes una carrera hecha, con muchos años en la música, y de momento eres corista…’. Yo lo que digo es que no soy corista de un artista cualquiera. Hago coro y trabajo en la orquesta de Gilberto Santa Rosa, mi padrino, mi amigo, mi mentor. Estoy con mi familia, porque en la orquesta somos una familia divina. Es una gran oportunidad”, asegura.

Y bien la artista nacida en Carolina y que lleva poquito más de tres décadas cantando, menciona que esa oportunidad de trabajar con Santa Rosa le ha abierto puertas inimaginables.

“Abro algunas de sus giras y puedo cantar mis canciones. Eso es otro regalo. Además, he cantado y pisado escenarios a lo cuáles jamás pensé en llegar. Y eso lo agradezco mucho”, indicó quien ha recorrido América Latina, muchas ciudades de habla hispana en Estados Unidos, así como parte de Europa, de la mano de Santa Rosa, con el que también ha grabado algunos temas a dúo.

Brava, muy fácilmente distinguible por su cabellera rojiza y en forma de rizos, canta desde los 17 años y se lanzó como solista en el 2009 cantando salsa y boleros. Es también cantante de la Orquesta Filarmónica Arturo Somohano. Pero además, es profesora de Música en la Universidad Interamericana, en donde obtuvo un Bachillerato en Música Popular con concentración en voz. Su paso por la música profesional también la ha llevado a ser corista de estrellas como Isabel Pantoja, Paloma San Basilio, Glenn Monroig, entre otros. Igualmente, hace hace trabajo como actriz y ha sido figura de primer nivel en variados musicales. Y como si no bastara, por los pasados años ha cantado con el big band que dirige el maestro Humberto Ramírez.

La intérprete, actualmente una artista de grabación independiente, explicó que son varios los que le han pedido que trabaje una segunda parte del disco Alma mía.

“Pues ese es mi plan inmediato. Estoy bien inclinada a hacer ese segundo disco de boleros. Algunas personas me han hecho esa pregunta, que cuándo viene ese segundo disco, Alma mía 2. Pues estoy en esas”, indicó sonreída.

Brava viene de hacer una colaboración con el grupo cubano Ecos del Tivolí, que dirige el músico Jorge Félix Cambet Torres. Ecos del Tivolí, barrio de Santiago, es un sexteto que fue creado en el 1992 y enfoca en hacer música, honrando el legado del trío de Miguel Matamoros.

En su paso por la salsa, Brava ha dejado temas como La Brava (Mel Martínez), Para siempre (Kany García) Por si mañana (Norbert Vélez) y cantó en tiempo de salsa y en español el glorioso tema de Whitney Houston, Saving All My Love.

A su vez, en estos días, forma parte del elenco de cantantes salseros que componen la agrupación La Fuerza de Choque, que dirige el pianista Carlos García, en donde ella y tres figuras femeninas más cantan salsa junto a otros cuatro cantantes varones.

“Soy las más viejita del grupo”, dijo sin parar de reírse.

“En los ensayos me di cuenta que son todos muy jóvenes, con grandes talentos, los músicos y cantantes. Tremenda energía, tremendos arreglos. Soy feliz porque veo a mujeres emergiendo en la salsa, aportando, trayendo nuevas propuestas. Es importante que se están atreviendo, haciendo salsa con respeto y orientándose con salseros varones y músicos veteranos, con gente que sabe y las lleva de la mano. En mi aspecto personal, he contado con esa ayuda de los veteranos y es una gran oportunidad para las nuevas cantantes”, expuso Brava, quien señaló que se avecinan nuevas producciones en colaboraciones y que analiza invitaciones para participar en obras de teatros, además de seguir activa en las giras y presentaciones de Gilbertito.