En una competencia de baile de salsa, tan difícil puede ser la ejecución en tarima como la tarea de evaluarla.
Y es que la salsa, que  comenzó a bailarse en las   calles, se presenta en competencias desde hace muy poco tiempo.  Así lo explicaron a Primera Hora cuatro bailarines profesionales que han servido como jueces en concursos de baile de salsa en muchísimas ocasiones: Stacy López, Luz León, Tito Ortos y Tamara Livolsi. El Puerto Rico Salsa Open, competencia dentro del Puerto Rico Salsa Congress, por ejemplo, celebra este año su decimotercera edición.

“Estas competencias no tienen un modelo a seguir porque se trata de un baile popular que se ha llevado a la tarima”, explica Tito Ortos.

“Va a ser  difícil venir a decir: 'Esto se hace así' cuando abuela   lo hacía de esta otra manera. Aquí cada jurado viene con su experiencia y con sus gustos particulares por la música y por los movimientos que se presentan”, explica Stacy López, quien ha servido de juez desde el 1991.

No obstante, como aclara la también bailarina Luz León, sí hay reglas que se han establecido luego del surgimiento del género. “El problema es estandarizarlas. No creo que eso vaya a suceder porque cada país tiene sus gustos y han desarrollado el género a su manera”, dice en referencia a los cinco estilos principales en que se baila la salsa- el de Cuba, el de Puerto Rico, el de Colombia, el de Los Ángeles y el de Nueva York-, y a los cuatro tiempos diferentes en que se puede bailar cada uno.

En el caso del Puerto Rico Salsa Open sí  hay unos criterios por los que se rigen los jueces a la hora de decidir qué pareja o qué grupo ocupará los primeros lugares en cada categoría. 

Según detalló Tamara Livolsi, durante las presentaciones, cada juez tiene una planilla en la que se establecen los criterios a evaluar en cada pareja de baile porque “no es sólo bailar salsa en tarima, son muchos los aspectos que hay que cuidar”. Entre éstos, se destacan la presencia escénica y visual, las técnicas mostradas, el uso del tiempo, la interacción con el compañero y la originalidad y dificultad de la coreografía. 

 Al finalizar la competencia, las puntuaciones se suman y, según el total, se determinan las posiciones. Las parejas reciben la planilla de evaluación de modo que puedan saber en qué fallaron y puedan mejorar en su próxima presentación.

La elaboración de esta planilla ha sido el resultado de todos los años en que estas personas han estado enseñando y evaluando. No obstante, según considera Tito Ortos, éstas se irán modificando hasta que se establezcan unos parámetros fijos por los cuales se puedan regir todos los bailarines de salsa profesional.