Con millones de televidentes alrededor del mundo, el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl es una plataforma para el artista llevar un mensaje claro y contundente. Anoche, la presentación de la colombiana Shakira y la boricua Jennifer López no fue la excepción.

Aunque algunos se enfocaron únicamente en los atributos del espectáculo, otros han destacado los mensajes que cada una quiso llevar.

Latinos al poder. Indudablemente la música latina fue la gran protagonista de la noche, cada una a su estilo. Fue el momento de rendir tributo a su herencia latina con temas y frases en español, el abrigo bordado como una bandera de Puerto Rico que exhibió Jennifer López y la integración de la salsa y el reguetón, ritmos auténticamente caribeños, en las voces de los ídolos urbanos Bad Bunny J Balvin.

Banderas de Estados Unidos y Puerto Rico. Además del orgullo que despierta ver la bandera del país, el tema que interpretó Jennifer López y su hija Emme en el momento en que desplegó los símbolos de Estados Unidos y Puerto Rico tiene una connotación política, más en año de elecciones. Primero, el poderoso planteamiento con Born in the USA y la bandera norteamericana de que son muchos los nacidos en Estados Unidos por cuyas venas corre sangre latina, y la transición precisamente con el grito de "latinos” de Jennifer López para el tema Let’s get loud, símbolo del poder del voto de los hispanos en suelo norteamericano.

Grito tribal de Shakira. Aunque algunos se han burlado de Shakira por el movimiento de su lengua mientras miraba fijamente la cámara, otros lo han visto como un homenaje a sus raíces. Según ha trascendido, se trata de la comparsa Son de Negro del carnaval de Barranquilla, en Colombia, de donde es oriunda la artista.

Tributo a Koby Bryant: Como ya lo habían adelantado, en esta presentación se le rendiría tributo al fenecido exbaloncelista Kobe Bryant. Fue también durante la interpretación de Emme del tema “Let’s get loud”, junto a un coro de niños, que gracias a un tiro de cámara desde lo alto se vio una cruz y un círculo dorados y violeta, en alusión a los colores de los Lakers, equipo al que perteneció el deportista.