Los nuevos enfoques de Tego, el hip hop y los temas sociales

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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Agradecido por las bendiciones que ha traído a su vida el reguetón, como estabilidad económica y un respetado sitial en el género, Tego Calderón desea alejarse de este movimiento para enfocarse en lo que le apasiona: el hip hop y los temas sociales.
Tego Calderón, quien reconoce que ha sido el sandungueo de su reguetón, lo que le ha merecido el respaldo del público, se encuentra además grabando los temas de su próximo trabajo musical, que será como una despedida de este ritmo.
Desea que su producción musical sea “como el final de una saga de toda esta carrera y de la música del “Abayarde”. Quiero que sea el punto culminante, porque después de esto me gustaría hacer otras cosas y quiero coger otro rumbo y dedicarme a otros estilos de música, como hacer un disco de hip hop y dancehall, y no tanto de reguetón”.
El Abayarde, como también se le conoce al artista, reconoce que se encuentra un poco dilatada la producción de su disco porque “quiero hacerlo positivo y ecuánime, porque es como el adiós a todo lo que me encanta hacer, pero que pienso ya he hecho bastante”.
Su objetivo, agrega, no es crear un álbum social, porque éste será “más bailable y sé que a la gente le gusta mi sabor y tengo que dejar de estar en negación...”.
“A mí me gusta más el hip hop, y el reguetón me ha dao mucho y soy agradecido del género y de lo que me dio y de lo que soy, pero no es mi norte ni me enloquece que me llamen reguetonero, y no es pa' lo que yo vine, sino que me convertí en esto en el camino”, confiesa.
Al vocalista le apasiona más crear letras sociales y afrocaribeñas, lo que representa un reto para él, por eso sostiene que “el reguetón ya no es pa' mí”.
Como su base son las letras sociales, indica que no duda que el reguetón se vuelva social, porque “la música de denuncia viene del hip hop, y el reguetón es hijo del hip hop. Por eso, después vino Vico C y luego llega la ola del reggae en español. Ahora el género se ha ido más para la balada y la música disco y tecno”.
Siente, asimismo, que en algún momento “se regresará a la raíz (del reguetón, que es la calle) y la prueba de eso es Don Omar, que se dio cuenta de que estaba perdiendo la esencia y volvió a ella con (el tema) Hasta abajo, que me encanta”.
A Tego Calderón le fascina presentarse en España porque siente que el público en ese país reacciona positivamente a sus letras, ya que “lo que escribo lo entienden”.
“Me va muy bien allá y tengo la suerte de que les gusta mucho el hip hop y el reguetón. A mí me gusta hacer mucho hip hop y el público se lo goza. En España he hecho amistades claves”, cuenta el solista que se presentó en Madrid y Santander en los pasados días.
Emocionado, narra que en su presentación en Madrid los fanáticos le entonaron todas sus canciones, como Pegaíto a la pared, que lo lanzó para la calle y nunca lo promocionó, Babilonia, Mi entierro y Loíza.
“Me decían que me oía mejor en vivo que en el disco. A veces uno se olvida que hay gente que te admira desde lejos, aunque uno lo sabe”, acota.
Tego Calderón planifica sacar tiempo en esta época navideña para compartir con su familia en Río Grande, así como con su esposa Michelle Peterbauer y sus hijos Ebony, Malcom y Esteban, lo que ayuda a “recargar batería”.
Sin embargo, comenta que la Navidad le provoca cierta nostalgia por varias razones, como el no poder compartir con seres queridos como su abuela Benigna y su padre Esteban Calderón, quienes han fallecido.
“Los 31 los paso solo en la casa (hace tres años), y en realidad, me siento que quiero estar solo y me quedo solo, y la gente me llama a preocuparse por mí, pero me sé defender. Michelle me comprende y mis suegros son una chulería conmigo y no tenemos problemas por eso”, sostiene.