Tirada sobre su cama, en una habitación en su natal España, la cantante Mala Rodríguez habla sobre cuánto le complace vivir cada día sin estar atada a un qué dirán.

Una actitud determinada, con una voz que desde sus orígenes en la música ha usado para de vez en cuando apostar a la valía de la mujer, sigue formando parte de su personalidad artística.

El pretexto para conversar por videollamada desde Barcelona, es para hablar de su sencillo en promoción, Peleadora, que de paso, busca construir la reflexión sobre creer en sí y convertirse en alguien mejor.

“Pienso en una persona que está seguro de sí mismo, una persona que cree en sus normas, pienso en alguien que sale fortalecido de los obstáculos”, expresó pensativa sobre la canción, una de las 11 que forma el álbum Mala. La producción discográfica, que estrena el próximo 29 de mayo, incluye Dame bien, con la colaboración del intérprete urbano Guaynaa.

“En la vida somos soldados, maquinitas, somos personas que nos encontramos con retos, nos encontramos con obstáculos, y vamos caminando”, comparó la rapera. “Vivo un camino lleno de pruebas, y ahí es donde digo que soy una peleadora, porque no me rindo, porque sigo caminando”, añadió sobre el tema, que fiel a su estilo, sigue la fusión de ritmos flamencos con lo urbano.

Abrirse paso a nivel artístico lo ha disfrutado en grande, pero no implica que haya sido sencillo.

“No ha sido fácil ser la mala durante todos estos años, y me siento muy orgullosa de seguir aquí en este camino, que me haya escogido a mí”, compartió pensativa, y habló sobre las letras de su álbum, cómo navegan en diferentes temáticas.

“Está la Mala valiente, la Mala atrevida, la Mala descarada, la coqueta, la fuerte, la sensible, la guerrera, todas esas partes de mí están ahí en las canciones, y lo único que quiero es seguir tocando a la gente”, describió la cantante, quien adoptó el hip hop y el rap como los vehículos para expresarse.

“Yo sentía que las letras en el flamenco estaban muertas, ya dichas”, comentó. “Todo lo que era hip hop me enamoró porque sentía que era tan vivo, que podía yo decir lo que yo quisiera, que estaba ahí, era tan inmediato”, agregó. Casi dos décadas después, sigue celebrando aquel descubrimiento.

“He sentido que tenía algo que contar y me mantengo aquí en el camino, me siento viva, me siento agradecida, me siento feliz por estas conexiones que yo he estado haciendo con un montón de gente a lo largo del tiempo en un montón de lugares”.

Sufrió complejos

La artista habló de cuánto en un momento de su vida le afectó tratar de cumplir con estándares de belleza establecidos por la sociedad.

“Para mí es importante que tengamos claro cómo nos sentimos y que nadie nos diga cómo nos tenemos que sentir, que eso también parece como una dictadura ahora”, lamentó. “Personalmente tenía mucho complejo de pequeña porque tenía mucho pecho, y me acuerdo que siempre iba vestida como ancha, quería ocultarlo”, confesó María Rodríguez Garrido.

“Recuerdo una época en que estaba un poco anoréxica y cada vez vomitaba y quería ser flaca, y fíjate que con el tiempo es cuando uno hace las paces consigo mismo, entiende que tu cuerpo es el tuyo, el que te ha tocado, y si quieres otro da igual, pero quiero decir que nadie te puede juzgar”, reflexionó. “Solo tú eres la única persona que tienes que estar en paz y bien contigo misma”.

Compartir esta mentalidad no ha su misión musical. Ha surgido de manera natural, por consecuencia, siendo fiel a sus creencias.

“Este diálogo interno positivo es algo que nadie nos ha enseñado a tener con nosotras mismas”, afirmó. “Las mujeres tenemos que estar en paz, tenemos que amarnos, tenemos que tener mucha empatía también con las otras mujeres y todas las personas en general”, aconsejó. “Es un mensaje que me digo a mí y comparto con los demás, es básico quererte”, añadió la artista, quien reveló que el aislamiento como producto de la crisis de salud por el coronavirus le ha permitido dedicar más tiempo a la maternidad, y que lo ha sobrellevado “muy bien porque me gusta mucho estar sola, siempre