Es un contraste de emociones el que la mueve en este regreso, pero está donde quiere estar, donde más completa se siente. La cantante Millie Corretjer retoma la música después de un largo silencio que dedicó a su vida familiar, en especial a su rol primario, la maternidad.

Se acerca temerosa y a la vez decidida a apropiarse de nuevo de la identidad artística que caló tanto en el oído como el corazón de sus seguidores. Lo hace apoyada de sus tres hijos, Oscar Gabriel, de 14 años; Nina, de 12; y Victoria de seis, frutos de su unión con el excampeón y promotor de boxeo, Oscar De la Hoya. Para sus hijos, descubrirla y escucharla cantar desde su clóset en California o en Puerto Rico, ha sido un regalo.

“Es redescubrir un lugar dentro de mí que estaba callado y liberarlo. Es como cuando regresas a tu casa y te sientes en paz y feliz”, manifestó la artista en una entrevista a la que accedió por vía escrita. “Hay nervios de hacer algo nuevo luego de tantos años y una cierta tranquilidad de hacer algo donde me encuentro y soy”, sostuvo.

La intérprete de pop balada está teniendo un regreso completo, y eso incluye una imagen madura, relajada y feliz. Recientemente lanzó el álbum digital, “5”, exactamente el quinto de su discografía, y con él, una selección de canciones que cargan experiencias que las siente muy cerca, mucho más que antes, cuando estaba activa en los escenarios. Pero eso también volverá.

Es liberar una parte de mí que estaba callada. Una parte de quien soy que estaba en pausa“

-Millie Corretjer, cantante

¿Cómo está siendo este nuevo acercamiento a la música?

-Todo ha cambiado, desde la tecnología en la que se graba hasta cómo se promueve y se presenta la música. Ahora con el social media todo es diferente. He tenido que aprender de todo un poco, pero eso lo ha hecho aún más divertido.

Ahora es un desahogo, una expresión de ti, ¿Qué representa la música en esta etapa de tu vida?

-Es liberar una parte de mí que estaba callada. Una parte de quien soy que estaba en pausa. Hacer esta producción de esta manera, sin disquera ni prisas, me ha permitido hacerla como quiero, sin presiones de lo que alguien más quiere que me represente o defina, y hacer lo que siento y quiero decir. He podido experimentar cosas nuevas y a la vez hacer las baladas que me son tan familiares.

Ahora cantas desde una realidad de mujer madura y madre, ¿Cómo estas experiencias de vida se reflejan en tu nueva música?

-Pues es interesante comparar este trabajo con los anteriores. Cantar una canción ahora tiene un significado diferente. Ahora entiendo mucho de lo que digo en las letras porque lo he vivido y se siente diferente al cantarlo. No es solo hacer una linda melodía y sonar bien, ahora como que sale de otro lugar dentro de mí y lo hace más real. Es tal vez dejar un poco de lo que soy en cada canción y entender cada frase de una forma diferente. Entonces siento que se escucha diferente, tal vez más personal.

El disco “5” lo grabó entre su clóset en California y en Puerto Rico.
El disco “5” lo grabó entre su clóset en California y en Puerto Rico. (Suministrada )

¿De qué manera todo lo que has vivido enriquece tu nuevo trabajo musical?

-Las experiencias le dan significado a las canciones al momento de interpretarlas. Cuando dices una frase que podría ser una página en tu diario, sale de un lugar diferente. Hay algunas canciones que dudé en incluir porque se sentían muy reales. Pero son temas hermosos, de momentos importantes en mi vida que me hacen quien soy y eso las hace aún más especiales. Es lindo ver cómo la gente se identifica con ellas y las hacen suyas. Esa es la conexión más especial que puede tener una interpretación.

¿Qué puedes compartir del proceso creativo de "5″, y de cómo te fuiste preparando?

-Decidí comenzar con algo familiar, lo cual fue el tema Parece. Ese tema fue el demo con el que me presenté a mi primera disquera. Contacté a Alejandro Montalbán, quien fue mi manejador en mis comienzos y con quien me sentía en confianza para hacer una prueba. Él desde Argentina y yo en California, coordinamos para grabar el tema. Así comenzó el proceso hace tres años. Entrar al estudio se sintió rarísimo. Pero lo hice y al estar frente a el micrófono, aunque entre nervios, me sentí en casa.

Fue un trabajo musical que logró entre cocinar, homeschooling y las horas de sueño de sus hijos. “Básicamente la mayoría de las voces las puse en mi clóset en California y mi clóset en Puerto Rico. A veces con mis hijos sentados escuchando, pero así me sentía más cómoda para tomar un tema a la vez y darle todo de mí”, compartió la voz de En cuerpo y alma.

Compartir este nuevo acercamiento musical con sus hijos le ha dado otro valor.
Compartir este nuevo acercamiento musical con sus hijos le ha dado otro valor. (Facebook)

¿Cómo han reaccionado tus hijos?

-Ellos han descubierto una parte de mí que no conocían. Para ellos soy mamá todo el tiempo, quien les lleva y busca en la escuela, les disciplina, les alimenta y está día a día con ellos. Verme haciendo algo más fue algo nuevo, y para mí fue una nueva experiencia compartirlo con ellos y ver cómo se interesaban en lo que hago. Mi niña más pequeña una vez se coló en el clóset y me escuchaba calladita. Cuando terminé de cantar, me dijo: ‘Mamá, ¿puedo hacer lo que haces cuando crezca?’, esa pequeña frase me llenó el corazón y nunca la voy a olvidar. Tenerlos en todas estas experiencias hace el proceso aún más especial.

¿Qué puedes compartir de la personalidad de tus hijos y tu rol de mamá?

-Ellos son todos muy diferentes, pero los tres son empáticos, amorosos, supersimpáticos y buenas personas. Oscar Gabriel, de 14, es todo un teenager con un gran corazón; Nina, de 12, se está convirtiendo en una mujer joven que es bella por dentro y por fuera; Victoria, de seis, es todo un personaje. Es la que canta conmigo y no se despega de mi lado. Todos tienen buen oído musical. Soy afortunada de tenerles. Soy madre a tiempo completo, envuelta completamente en mi labor todos los días. No lo cambio por nada. Por eso decidí hacer esto poco a poco, pues no quiero interrumpir nuestra vida familiar. Eso siempre será primero para mí y ellos lo saben.

¿Te veremos de nuevo en los escenarios?

-Eso está en mi lista. Lo pienso y me dan mariposas en el estómago, pero es algo que me gustaría hacer nuevamente y que quisiera compartir con mis hijos también. Así es que me comprometo y la respuesta es sí.

Corretjer mantiene su conexión con la Isla más de lo que quizás se pueda pensar. Su madre, hermano, demás familiares y amistades, permanecen en Puerto Rico, por lo que, no importa donde éste, diariamente toca base con los acontecimientos locales y busca la manera de ayudar. “Siento y me duele cada desastre natural e injusticia qué pasa mi pueblo”, dijo.

Ese sentimiento es muy personal, pero procura inculcarlo en sus hijos para que crezcan valorando ese vínculo con su origen.

“Para mí es importante que mis hijos conozcan la cultura y la historia de Puerto Rico. Pasamos casi todos los veranos en la Isla y disfrutamos de su belleza, y ellos saben y se sienten orgullosos de donde son al igual que yo”.