Al amor le ha cantado en todas sus extensiones, pero por vez primera la cantante chilena Myriam Hernández se hace eco de las mujeres que vacilan entre dos amores.

La decisión y Yo me equivoqué son las canciones que, bajo la pluma de Manuel López y Jorge Luis Piloto, dedica a la infidelidad femenina en su más reciente álbum, Seducción.

“Conozco muchas experiencias y le dije a Piloto: ‘Vamos a hacer dos canciones por lo menos que traten el tema de la infidelidad femenina’, que es un tema que tal vez antes no me atrevía a cantarle, porque tal vez no lo entendía, ahora lo entiendo y es algo que pocas veces se le ha cantado a la mujer y se le juzga muy crudamente; al hombre cuando es infiel es casi como un broche”, detalla la artista en su visita a la Isla para promoción.

La intérprete de El hombre que yo amo no aplaude este tipo de conducta, ya sea por parte del hombre o la mujer, pero tampoco la juzga.

“Resulta que la mujer cuando es infiel, y no es que esté justificándola, está enamorada o se siente enamorada de esas dos personas y se siente en una crisis de atraparse y de no saber qué camino tomar y la pasa muy mal”, abunda la ex animadora del Festival Viña del Mar.

La producción, que ya está disponible en el mercado, comprende 10 temas en los que resaltan dos duetos, Sigue sin mí, que grabó con Marco Antonio Solís, y Todo en tu vida, que canta con Cristian Castro.

“Nos conocimos con Marco en el año 89, cuando yo comenzaba mi carrera en México; siempre tuvimos mucha química, hay un cariño muy grande y un gran respeto profesional mutuo y siempre manifestábamos el deseo de algún día poder realizar algo juntos y finalmente es en este álbum que podemos grabar a dúo”, cuenta la vocalista de larga cabellera.

Sigue sin mí es el tema que introduce el proyecto que, en términos rítmicos, mantiene el estilo balada pop.

Sobre el provocativo título, comenta que es un retrato de lo que anhela comunicar.

“Me parecía que Seducción encierra muchas cosas, encierra femineidad, encierra atracción, encierra sensualidad, encierra amor, el querer seducir al público musicalmente y por eso es que dije seducción es una palabra muy linda y creo que esa palabra encerraba todo lo que quería transmitir en la fotografía”.

Myriam Hernández trabajó en este disco casi a la par con su retorno a su país natal, Chile, adonde ha vuelto a vivir desde hace dos años.

“Es un regreso medio extraño, porque si bien es cierto, básicamente lo hice para que mis hijos vivieran la adolescencia en Chile, porque ya era edad como para que vivieran un poco más cerca de todo lo que eran las raíces, los abuelos, tíos, primos...”, precisa la madre de Jorge, de 16 años, y Myriam de 14.

Este trabajo musical mantendrá ocupada a la vocalista durante este año, aunque no le cierra las puertas a oportunidades en la animación.

“Pero mi pasión sigue siendo la música”, concluye.