Apuesta a su determinación por llevar música con poder femenino.

La exponente urbana venezolana Nakary no solo disfruta compartir sus composiciones e invitar al baile, sino también el reto de consolidarse en un género liderado principalmente por hombres.

“Lo que realmente quisiera es poder romper esa barrera que existe, y que nosotras las mujeres podamos hacer y decir de manera plena, sin que sea incómodo ni juzgado en la sociedad”, manifestó la intérprete en entrevista telefónica desde su tierra natal. “Mi propuesta en el mercado es traer la música old school, el reguetón viejo, y traerlo a lo actual, hecho por una mujer. Creo que nunca se ha hecho en el mercado”, añadió la artista de 20 años, quien promueve la versión remix del sencillo Sin tabú.

“Se trata de invitar a las personas a bailar, sin ningún tipo de prejuicio. Es una invitación a desinhibirse bailando, a gozarse la música, en eso me quise enfocar a la hora de componerla”, destacó sobre el tema, cuya versión nueva contó con la colaboración de los colegas del género Zion, Justin Quiles, Noriel, Kevvo y Dalex.

“Trabajar con ellos fue una experiencia maravillosa”, afirmó con ilusión, y valoró la oportunidad de juntarse para el video musical. “Todo salió de una manera muy orgánica. Fueron meses para prepararnos, para que se pudiera dar ese junte. Logramos que todos los artistas coincidieran, y de verdad que fue una experiencia maravillosa. La repetiría mil y una vez más”.

Un ambiente de fiesta con escenas playeras forma parte del concepto. “En este video quise plasmar un ambiente muy tropical, quería mostrar unos paisajes, mostrar la comida, las mujeres, y quería transmitir mucha sensualidad, que estuviera bien marcada, además de que el tema lo pide”.

A una semana de lanzamiento, el clip sobrepasa las 9 millones de reproducciones en YouTube.

“Es sorprendente. Agradecida con el público por la manera en que me apoyó, que me ha recibido, como me ha demostrado su cariño, su afecto. Yo leo los comentarios y eso es algo que me emociona muchísimo”, enfatizó sobre la acogida del vídeo musical, cuya filmación, que se dio en enero en el archipiélago de Los Roques, se vio involucrada en un escándalo tras ser asociado con un evento organizado por empresarios relacionados con el gobierno de Venezuela, en el que se asegura hubo sexo y drogas como parte de la diversión.

“Fue un impacto que saliera esa noticia”, lamentó sobre el incidente, que salió a relucir en abril. “Impresionante cómo las redes pueden afectar la vida cotidiana de las personas”, añadió sorprendida.

“Me afectó en lo personal porque tengo mi familia. Todas somos mujeres. Mi abuelita, que fue la que me crió, vio la noticia. Para mí fue un choque. Me preocupé mucho, me sentí supermal”, confesó. “Pero gracias a Dios, se aclaró todo y, efectivamente, nosotros no tuvimos nada qué ver con eso. Sí había una gente en ese lugar, porque Los Roques es lugar donde viajan muchas personas de todas partes del mundo, es inevitable controlar eso, pero nosotros estábamos netamente trabajando”, manifestó enfática. “Ya luego todo se pudo calmar, pero al principio fue fuerte, delicado”, reiteró la artista, quien comenzó a manifestar interés en la música a sus 12 años.

“Estaba superentusiasmada con entrar en la moda del rap, en todo esto de lo urbano”, recordó sobre aquellos años. “Yo crecí en la era del reguetón, y me abrí paso poco a poco, me di mi lugar. Decidí que eso iba eso a ser la carrera para mí. Me enfoqué”, dijo Nakary, quien en la actualidad cuenta con el apoyo del reguetonero Zion.

“Me hace sentir sumamente orgullosa, pero también, superfeliz en lo personal”, afirmó con ilusión. “Creo que es una bendición porque aparte de ser mi jefe, es mi amigo, es mi colega, es una persona muy humana y muy sabia, y puede compartir conmigo muchísimas cosas que en lo personal me han servido para mi crecimiento como artista y como persona”, valoró la intérprete, quien adelantó que trabaja en el lanzamiento de su próximo sencillo, Explícito.

“Es un tema muy duro, con un concepto nuevo. Vamos a escuchar una Nakary un poco más por su lado sensual, su lado explícito, con un poco más de letras rudas”.