No hubo protesta religiosa en concierto de Lamb of God
Fueron acusados de ser una banda satánica por religiosos locales. (Ve vídeo)

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 15 años.
PUBLICIDAD
Los tétricos acordes de la canción In Your Words calmaron al público que desde las 7:45 de la noche del viernes pedía a gritos la presencia de la banda de rock metálico estadounidense Lamb of God, en el anfiteatro Tito Puente, en Hato Rey.
A las 10:17, el vocalista Randy Blythe, el bajista John Campbell, el guitarrista Willie Adler, el baterista Chris Adler y el segundo guitarrista Paul, en sustitución del fundador del grupo, Mark Morton, comenzaron su espectáculo ante una audiencia muda, luego de haber gritado por casi tres horas junto a tres bandas locales que fungieron como teloneras.
El mutis era de asombro por ver a sus ídolos y duró sólo dos o tres minutos, pues rápidamente la multitud recuperó el “mocheo”, los brincos y los alaridos mientras los exponentes jamaqueaban sus melenas de lado a lado.
Los rockeros prosiguieron con Set to Fail en medio de una lluvia de camisas sudadas. “Fuck you, San Juan! Holly shizzz (shit)!”, dijo Randy con pronunciación afectada al finalizar este tema. El vocalista enfatizó que ésta era la primera vez que se presentaban ante un público totalmente hispanohablante. “¡Este lugar es fucking impresionante!”, exclamó.
Con Walk me in the Hell se terminó de calentar el ambiente, luego de haber recibido lluvia esporádica. Personas abrazándose y golpeándose unas a otras se podían observar en la multitud aglutinada en la parte más cercana de la tarima. Something to Die For, Ruin y Hourglass, dedicada a Puerto Rico, elevaron esa rudeza al escenario cuando los integrantes de la banda se empezaron a atacar simbólica y físicamente sin descuidar cada instrumento musical.
Las gradas parecían una exhibición de tatuajes, crucifijos y pantallas corporales en una estética ausente de colores y de camisas en muchos de los hombres. Las luces rojas, anaranjadas y amarillas fueron clave, así como los solos vocales –con gargantas a punto de lastimarse de tanto gritar–, y los de cada instrumento en todos los números; también las “barridas” y arrodilladas en el piso mientras se hacía música. El concierto se extendería cerca de dos horas más con 15 canciones en total.
En el Anfiteatro brillaron por su ausencia las personas convocadas por la parroquia Santa Rosa de Lima, en Bayamón, para realizar una vigilia de oración con el objetivo de “contrarrestar los efectos negativos” de este tipo de espectáculos.
Gustan los de aquí
Como los profetas que anteceden la llegada de un salvador, las tres bandas locales Chufakia, Mistress Maria y Death Arrangement lograron que los espectadores llenaran el recinto a las 7:45 de la noche.
Con un fuerte sonido digital y vocalizaciones repletas de gritos que zigzagueaban entre las cinco vocales (¡ohh, ahh, ihh, uhh, ehh!), los fanáticos del rock pesado “mocharon” igual o más que cuando llegó Lamb of God.
Chufakia hizo chillar a muchos con The Neverending Pain y Un vecino. Mistress Maria puso la nota discordante al integrar melodías más refinadas, pero igualmente recibidas con placer, según se refleja en los rostros de esta comunidad musical: gruñidos, cejas fruncidas y gargantas hinchadas.
“Esta canción es para la Iglesia Católica y todas esas religiones que nos atacan”, dijo Damaris, la vocalista de Death Arrangement, antes de entonar Lies, una oda al libre albedrío y la mentira que implica suprimirlo, y Human, que trata sobre las tentaciones de Jesucristo.
Repertorio:
1. In Your Words
2. Set to Fail
3. Walk With Me in Hell
4. Something to Die For
5. Ruin
6. Hourglass
7. Dead Seeds
8. Blacken the Cursed Sun
9. Descending
10. Contractor
11. Laid to Rest
12. Omerta
13. Vigil
14. Redneck
15. Black Label