Con sólo escuchar el sonido de la campana, los perros comenzaban a salivar.  Asociaban los campanazos con la comida que estaba próxima a llegar, lo que provocaba que se les salieran las babas. Este experimento que hizo el psicólogo ruso Iván Petrovich Pavlov para estudiar la teoría de estímulo-respuesta sirvió de inspiración para cinco  músicos puertorriqueños que desde el 2008 están agrupados bajo el nombre Perros de Pavlov. La agrupación que nació en el 2008 lanzó en diciembre su primera producción discográfica, Salivando, que combina una serie de géneros musicales, tales como el blues, nova  trova,  rock y hasta bachata.

“El sonido de nosotros es como un híbrido de todas las tendencias que tenemos”, explicó  Ernesto “Tito” Chévere, quien conforma la banda junto con   Agustín Muñoz,  Derrick Vázquez Rivera, Luis Arniella Vega y Carlos Marrero.

  El grupo no vislumbraba grabar un disco cuando inició,  pero,  luego de tres años, decidió entrar al estudio y probar suerte. Fue así que nació su trabajo musical, el cual se  realizó en Puerto Rico en el estudio Quetzal, con la ayuda de Enrique Bayoán Ríos. Aunque la mayoría de los integrantes del grupo han formado parte activa en  las luchas estudiantiles y obreras del país, las canciones del disco abordan temáticas más universales.

“Tenemos un compromiso con las luchas sociales y  siempre tratamos de  tocar en actividades de solidaridad, como fue la huelga de la UPR o las protestas en contra del gasoducto, porque para nosotros eso es importante”, puntualizó Agustín Muñoz.

Al cuestionar por qué escogieron llamarse Perros de Pavlov, los integrantes coincidieron en que simplemente le gustó como sonaba.

“Los artistas le dan sentido a su arte después y mientras pensamos en eso, por lo menos, hacemos salivar a la gente cuando tocamos, aunque sea de alguna forma”, manifestó Derrick Vázquez.

Para información sobre el disco y lugares de venta, acceda a www.perrosdepavlov.com.

Perros de Pavlov se presentará hoy, jueves, a partir de las 9:00 de la noche, en el nuevo local El Taller en Río Piedras.