Luego de una destacada trayectoria de casi medio siglo cuando probaron una alta ejecutoria musical en diversos escenarios, la Banda Escolar de Guayanilla se apresta a reiniciar un nuevo capítulo en su historia con estudiantes de escuela elemental.

Esto ya que los terremotos del 2020 y la pandemia del COVID-19, azotaron sin piedad el prestigioso programa, despojándolo de los recursos esenciales para ofrecer una educación de calidad pues el aislamiento evitó que los estudiantes pudieran practicar sus respectivos instrumentos, sobre todo los de caña y viento.

Sin embargo, su directora Maribel Lugo García, está decidida a recuperar el importante activo cultural que representó al país en el Desfile Puertorriqueño en Nueva York, Desfile de las Rosas, Parada de Macy’s, Disney en Orlando y California, entre otros eventos a los que viajaron como invitados.

Aunque ahora, tras más de dos años sin reunirse, los alumnos que estaban partirán hacia la universidad y las reglas del juego cambiarán totalmente. Por eso, Maribel reactivó el campamento de verano Marching Band Summer Academy, una encomiable labor que realiza hace 16 años de manera voluntaria.

“Ahora mismo volvemos a empezar de cero porque con los temblores y la pandemia nosotros perdimos mucha matrícula. Los que estaban en escuela superior ya salen para la universidad y, esos dos años y medio no los pudimos trabajar por la pandemia del COVID-19. Ahora retornamos y tenemos nenes desde cuarto grado”, relató Lugo García quien es producto de la banda escolar.

Algunos de los participantes del campamento.
Algunos de los participantes del campamento. (Suministrada)

“Estamos empezando. Estuvimos paralizados porque no tenemos control de la pandemia y en la escuela, se daban clases, pero no se podía soplar, además de las limitaciones por las facilidades, limitaciones por tener que estar a 10 pies. Yo estaba dando clases rotando de salón en salón, no podía cargar con las trompetas y los saxofones de salón en salón. Se les dio clases de teoría y ritmo, etcétera”, agregó la educadora de 48 años.

Destacó que el objetivo del campamento es comenzar con la preparación de los menores que, a partir de agosto, integrarán el concepto musical.

“Ahora en el campamento es que pudimos volver a soplar. Ahora como hay menos restricciones de la pandemia estamos regresando y en el salón que estamos es prestado y mantenemos la distancia. Actualmente, los niños son más pequeños, empezamos el programa en cuatro, quinto y sexto grado”, expuso.

“Es más difícil, el proceso es más lento, de que los nenes memoricen tanta nota, tanta posición, son más pequeños para cargar el instrumento y la cosa es más lenta y eso ha atrasado un poquito el proceso de enseñanza, Conlleva mucho trabajo”, confesó.

No obstante, en el rosto de la educadora volvió a asomar una sonrisa al hablar del programa que dirige desde el 2003 y que logró reiniciar tras la obligada pausa.

De esa manera convocó a los niños de la zona que tuvieran interés en aprender música, mediante una iniciativa que reunió a 50 estudiantes de la zona sur por espacio de un mes, en el edificio de la antigua escuela superior Francisco Rodríguez López.

“Es un esfuerzo voluntario de los líderes, padres y amistades que siempre me dan la mano. El último campamento fue el 2019 por los terremotos y la pandemia. Ahora tenemos que preparar la banda y se matricularon 50 estudiantes desde los ocho años en las secciones de baile, abanderados, percusión, viento madera, viento metal y cañas (clarinete, flauta)”, detalló.

“Muchos llegaron sin conocimiento musical y por eso se están trabajando. Somos como el ave fénix que volveremos a renacer de las cenizas. Los estudiantes se graduaron, cuento con algunos que me dan la mano cuando pueden porque muchos están en la universidad o tienen sus trabajos. Pero quiero que la gente sepa que volvimos, que seguimos trabajando y estamos en pie de lucha para levantar el programa”, insistió.

Para lograr alcanzar el nivel de ejecución que caracterizó a esta banda escolar, su directora estima que tardará unos cinco años.

“Yo estimo que en cinco años, para llevarlo al top que estaba. Comenzando ahora, para poder estar al nivel que estaba porque ahora el nivel de ejecución también cambia, hay que tocar piezas sencillas para las presentaciones y trabajar para conciertos”, expuso la directora y saxofonista.

De otra parte, la educadora urgió al Departamento de Educación que designe el espacio que merece la banda escolar para practicar según los segmentos, además de que requieren un salón en condiciones para guardar los instrumentos y los equipos del programa. Esto, ya que actualmente almacenan sus pertenencias en un salón compartido y no cuentan con el lugar apropiado para conservarlas.

“La música es importante para el desarrollo pleno de un ser humano que desde niños les ayuda en la parte intelectual, en la memorización, ejecución y matemáticas. La música y las artes ayudan a desarrollar muchas cosas. Pero banda desarrolla líderes”, concluyó.

Para detalles puede llamar al 787-487-4046 o el 787-601-7562.