“No sé cómo voy a hacerlo, no sé cómo voy a hablar”.

Con una voz trunca y quebrada, el locutor Rocky The Kid inició ayer el primer programa de El Despelte de La Nueva 94 tras la muerte de su compañero y amigo Billy Fourquet.

El locutor falleció el jueves, a sus 57 años, en el Hospital Auxilio Mutuo de San Juan, donde recibía tratamiento por una condición de cáncer de hígado.

“A Billy no le gustaba mucho el lloriqueo. Incluso, cuando ocurrían situaciones decía: ‘Dios mío, paren el lloriqueo ya’. Siempre que decíamos que el País estaba chava’o, Billy decía: ‘Vamos pa’lante. Este País se va a arreglar’. Siempre buscaba la manera positiva de motivar a las personas”, recordó el locutor luego de derramar lágrimas.

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El también comediante agradeció a todas las personas que cooperaron monetariamente para el tratamiento de “su padre de vida” y anunció qué harán con ese dinero.

“No sientan que esa ayuda fue en vano. Ese dinero que se recolectó para Billy va a ser públicamente será donado para ayudar a un niño que eche para adelante en la situación del cáncer. Eso es lo que hubiese querido Billy. Ya se le había consultado”, dijo.