Hace un año exacto que la cantante Rosario Flores cantó, bailó y cautivó por primera vez desde el escenario del Coca-Cola Music Hall con un espectáculo de éxitos y nuevos temas que dan forma a su más reciente trabajo discográfico, “Te lo digo todo y no te digo nada”. Mañana regresa al mismo escenario, pero esta vez no llegará sola. La acompañarán su hermana Lolita, su amigo y cómplice del flamenco Antonio Carmona, y dos voces del tango, Ariel Ardid y Raúl Lavié. Este encuentro único se completa con la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico.

Para la menor de los tres hijos de la legendaria Lola Flores y Antonio González “El Pescaílla” este abrazo musical, de flamenco y tango, será un “paréntesis” en la gira que presentó localmente y que al menos la ocupará hasta el próximo verano. “Yo voy a hacer mis canciones, Lolita sus canciones, Antonio sus canciones y los dos artistas que vienen argentinos, también hacen sus participaciones, y de final, cantamos todos juntos”, adelantó en entrevista telefónica sobre el show que está citado para las 8:30 pm.

Cantar y bailar de cerca a Lolita es un gustazo que se da como su primera fanática, dijo, porque así como la madre le legó mucho de lo que es como persona, la hermana mayor es su raíz, su punto de referencia. “Soy una pedazo de admiradora suya y me encanta mi hermana, estar con ella, verla cantar y disfrutar de su arte”, afirmó. “Tú eres una esencia de ellos (los hermanos) y ellos son una esencia de ti. Forman parte de la vida y de ti. Igual que somos hermanas, estamos unidas también por canciones, por momentos, por emociones, por un montón de cosas”, agregó la hermana también de Antonio Flores (1961-1995).

Las palabras sobre la huella que le dejó su madre son, igualmente, testigos de un amor que vivirá en ella por siempre.

“Mi madre fue muchas cosas para mí”, se apresura a decir con ese acento madrileño que la define tanto como su cabellera rizada y enérgicos movimientos escénicos. “Fue mi madre y luego fue una gran artista que me llenó. Yo si soy artista es porque soy hija de mi madre y de mi padre, porque mi padre también era un gran artista; si tengo algo que decir es por ser hija de quien soy, porque lo llevo en la sangre. Para mí es mi honra mi apellido”.

Rosario recibió el mes pasado el Premio a la Excelencia que otorgan los Latin Grammy, reconocimiento que acogió con un agradecimiento profundo y la llevó revisar su propia historia. “Son 30 años ya en la música y me acordé de todo lo que he trabajado, de todo lo que he viajado, de toda mi vida para atrás”.

Alrededor de ese reconocimiento, trascendió la realización de un documental sobre su vida. Ha sido una noticia que ella no da del todo por cierta, porque aunque expondrá aspectos de su vida artística y personal, tampoco será un acceso ilimitado. “Tampoco es que vaya a contar toda mi vida, ni mi vida privada, no es eso, pero sí regalar a la gente, cómo compongo, por qué me vino estas canciones, cómo viví lo que me pasó en mi vida, o sea que sepan un poco más de mí, pero no es contar mi vida privada”, advirtió sobre lo que aún es una idea, una ilusión.

Tiene 59 años, pero de edad nada

Rosario del Carmen González Flores cumplió 59 años el pasado 4 de noviembre, según los datos biográficos. Si son más o menos, ella parece restarle importancia. “Yo no sé qué significa cumplir una edad ni cómo tienes que ser por cumplir una edad. Yo creo que hay gente que tiene mucha edad y es muy joven de cabeza, y gente que es muy joven de cabeza y es muy mayor de pensamiento”, apuntó.

Creo que todas las etapas de la vida son bonitas y hay que acostumbrarse a lo que viene y seguir disfrutando de la vida, porque si no, nos vamos”

-Rosario Flores, cantante

La voz de “¡Qué bonito!”, “Cómo quieres que te quiera”, “Algo contigo” y “Meneíto” reconoce que hay procesos estéticos, anti-edad, que “funcionan muy bien”. Ella, mejor, apuesta a la belleza y fuerza que brota desde el interior. “Creo que todo lo que sea para hacerte a ti feliz y te sientas mejor, pues bienvenido sea, pero la mayor felicidad parte de uno y del interior de uno y de la energía y de la luz que somos. Cuando le das más atención a esa luz y a esa energía que tenemos, como que lo otro decae, no tiene tanta importancia”.

A menos de tres semanas de concluir este año, Rosario no da nada por terminado. Al contrario, en su diario siguen lloviendo flores traducidas en oportunidades a las que ella les abre la puerta. “La vida me regala muchísimas cosas. De momento estoy abierta y haciendo canciones nuevas y metida en mi gira y luego tendré que descansar un ratito y pensar a ver qué dirección tomo”.