Gilberto Santa Rosa y Víctor Manuelle no sólo se agarraron de su arte para el soneo para complacer en su encuentro, sino que ambos dieron muestra de su buen humor, logrando así un espectáculo cómico musical en el que brilló además la amistad.

Entre canción y canción, El Caballero de la Salsa y El Sonero de la Juventud bromearon sobre su diferencia generacional y las modas, entre otros temas, lo que complementó el show que recorrió sus respectivas trayectorias artísticas.

Cerca de las 9:15 de la noche ambos artistas entraron en escena y, cual panas, chocaron las manos para dar inicio a cerca de dos horas y media del espectáculo denominado "La historia continúa".

Se presentaron soneando, para enseguida dar paso a sus éxitos. “Conciencia” por parte del Gilbertito y “Así es la mujer” de Víctor fueron suficientes para calentar al público que le sirvió de coro casi toda la noche.

A eso hay que sumarle los gritos de las mujeres con cada movimiento pélvico de Víctor Manuelle, quien aprovechó la ocasión, además, para agradecerle a Gilbertito públicamente su apoyo en el inicio de su carrera.

"Se me rompe el alma", "Tú volverás" , "Vivir sin ella" y "Pensamiento y palabra" fueron celebradas por el público, así como la romántica "Si te dijeron".

Gilbertito y Víctor se mantuvieron casi todo el tiempo juntos en tarima, aunque no siempre cantando unidos, sin embargo cada uno tuvo espacio para lucirse. Víctor lo hizo con sus clásicos "He tratado" y "Tengo ganas", mientras que Gilberto lo hizo con "Perdóname.".

Las risas del público se multiplicaron cuando Gilbertito bromeó dudando de la capacidad de su colega para ser parte de la Fania. Con ese relajo, dieron paso a un reto de soneos al son de "Quítate tu".

Los contrastes entre los cantantes se reflejaron en su vestimenta. Aunque ambos vistieron de traje negro, Gilberto llevó su corbata bien puesta, mientras que Víctor prefieró no amarrarla.

Con este encuentro, los soneros no sólo se crecieron con buena salsa, como tienen acostumbrados al públicos, sino que se presentaron de una manera más íntima, dándole una personalidad distinta a eventos de este tipo.