Vuela alto con su voz Paloma San Basilio

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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Íntima y honesta, únicamente armada con su majestuosa voz y la elegancia de una verdadera diva, la española Paloma San Basilio brilló el viernes en el Centro de Bellas Artes de Caguas durante la primera función de su espectáculo PSB: Piano, saxo, bajo, a beneficio de la Fundación Sila M. Calderón, que atiende a comunidades marginadas.
Y fueron precisamente esos tres instrumentos los que con su sencillez matizaron la velada que colocó a la intérprete haciendo un recorrido no sólo por algunos de sus grandes éxitos, sino también por aquellas canciones que han marcado su biografía.
La cantante manejó su voz a su gusto y antojo, como si no le tomara ningún esfuerzo. Se escuchó nítida y pura, sorprendiendo a cada momento, ganándose constantes aplausos a lo largo de la velada que se extendió durante casi dos horas.
Juntos, Beso a beso, Hiedra y Por qué me abandonaste fueron las primeras piezas que presentó la vocalista, quien se mostró coqueta y muy conversadora con la tímida audiencia que sólo cantaba cuando ella lo pedía, como para no interrumpir el mágico sonido que emanaba de sus cuerdas vocales.
“La palabra ‘juntos’ (en referencia a la primera canción que entonó) tiene que ver con todo lo que está pasando aquí. Tiene que ver con esa relación que tengo con esta isla maravillosa, a la que he echado mucho de menos en estos años y a la que siempre me gusta volver”, fueron sus palabras de bienvenida.
Paloma San Basilio también reconoció la labor de la fundación de la ex gobernadora Sila María Calderón, quien observó el recital desde el centro del foso.
“Cuando mi amiga Sila me dijo: ‘Quiero que vengas a cantar para mi fundación’, yo me sentí que cantar hoy iba a tener una voz distinta. Porque me gusta Sila, me gusta lo que hace, admiro lo que hace, y yo como mujer, cantante, me siento con la responsabilidad de aportar algo tan pequeño como una voz para que el mundo que tenemos sea un poco mejor”, declaró ataviada con pantalones y chaqueta negra.
El espectáculo continuó con Las gafas de Lennon y un popurrí de éxitos de la legendaria banda británica The Beatles que incluyó Yesterday y Let It Be. También repasó Himno al amor y Et Maintenant.
Tras un segmento instrumental a cargo de Francisco Pascual (saxofón y flauta), Javier Muñoz (bajo) y Julio Awad (piano), la intérprete de 35 años de trayectoria reapareció en escena en un sensual vestido rojo, para recordar un par de coplas que marcaron su infancia en Sevilla, Ojos verdes y Pena penita pena.
De igual modo, formaron parte del repertorio los boleros Tú me acostumbraste, Contigo en la distancia, El día que me quieras, Cariño mío, Demasiado herida, Luna de miel y Vida.
San Basilio, quien narró anécdotas de su faceta como abuela de Neo, de nueve años, y Alma, de seis, dedicó la tercera parte del recital a los “grandes musicales”.
Esta vez, con un traje negro, vocalizó las piezas Summertime, Memory, el aria de Giacomo Puccini O mio babbino caro, Over The Rainbow y la obligada No llores por mí Argentina, que le valió una ovación de pie.
Y como su manera de dar “las gracias” a los presentes que casi llenaron la sala, la diva se despidió al son de En mi Viejo San Juan, de Noel Estrada, despertando pasiones.
“Adiós, adiós... me voy, pero un día volveré”, cantaba nostálgica Paloma San Basilio, expresando una promesa implícita a viva voz.