La noticia de cinco nominaciones para la próxima edición de los Latin Grammy le comprobó una vez más al galardonado compositor puertorriqueño Yoel Henríquez la importancia de ser fiel a su estilo.

El toque romántico de sus letras ha logrado cautivar por poco más de dos décadas a través de canciones popularizadas en figuras como Ricky Martin, Marc Anthony, Chayanne, Jerry Rivera, Gilberto Santa Rosa, Ednita Nazario, Sebastián Yatra, Fonseca y Milly Quezada, entre una amplia lista de intérpretes que le han puesto voz a un cancionero de sobre 400 temas.

La fórmula que se inclina hacia composiciones de amor y desamor permanece, lo que aplaude. El artista compite en las categorías de canción del año con Pa’ mis muchachas (Christina Aguilera), mejor canción regional con Cuando me dé la gana (Christian Nodal y Christina Aguilera), mejor canción tropical por Fiesta contigo (Luis Figueroa), álbum del año por Aguilera y álbum del año con Viajante (Fonseca) en la 23ra entrega que se celebrará el próximo 17 de noviembre en Las Vegas.

“Hubo un tiempo que no se estaba consumiendo tanto la temática romántica”, mencionó en entrevista telefónica desde Miami, Florida, donde reside el artista natural de Caguas. “Yo tuve diez, once años consecutivos que siempre tenía nominaciones. De un tiempito para acá hubo como un bache, como de dos años en los que no (tuve). Precisamente, en ese tiempo fue que traté de acoplarme un poquito más a lo que pasaba y no a lo que me gustaba a nivel de letras, que fueran más simples, muy livianas. A nivel musical no había mucha profundidad”, recordó el dos veces ganador del Latin Grammy y de 14 premios ASCAP. “Todo era como de fiesta, vacilón, perreo, pariseo”, recordó sobre la tendencia con la que no se sentía plenamente a gusto.

“Con la pandemia puse un poco en perspectiva las cosas y dije ‘tengo que empezar a hacer lo que yo sé hacer bien, letras de las que me siento orgulloso, y después vendrá lo demás’, y así fue cómo pasó”.

La audiencia comenzó a apoyar nuevamente las nuevas propuestas en las que el contenido romántico volvió a acaparar interés. “Afortunadamente, está regresando un poquito más a la cuesta musical, de nuevo un poquito más de profundidad en las letras”, expresó con satisfacción el también nominado al Latin Songwriters Hall Of Fame en 2019.

Además de la balada, Henríquez ha escrito para diversos géneros musicales que incluyen salsa, merengue, pop, regional mexicano y urbano, razón por la que continuamente se torna muy estudioso en asuntos de la música.

“Uno que fue muy popular de este año fue con Wisin y Camilo, que se llama Buenos días, y precisamente eso es una canción romántica hecha con beat de reguetón y mezcla con pop”, resaltó complacido. Cada género tiene sus peculiaridades y características. Eso yo lo trato de estudiar bastante bien y por eso he tenido la suerte de poder hacer canciones que han llegado lejos en cada género”.

Trabajar por primera vez para la reconocida intérprete Christina Aguilera para su álbum reciente se añade a su experiencia como compositor. “Fue una invitación de Sony Music porque ella quería regresar a sus raíces y cantar en español, y nos invitaron a participar. Estuvimos con varios colegas, varias semanas, trabajando para ella”.

Cuando mira atrás, se siente complacido de la trayectoria sólida que ha logrado desde que Jerry Rivera, con el tema Nena, en 1997, se convirtió en el primer vocalista en interpretar uno de sus temas. El cantautor panameño Omar Alfanno influyó en que Henríquez se diera a conocer en este campo en momentos en que tenía aspiraciones de sobresalir como cantante.

“Yo tenía muchas canciones para mí porque mi interés original era cantar. Entonces él me escucha un día en un estudio, me conoce, empieza a escuchar mi música. Él y yo tratamos de hacer un álbum en aquel momento, de salsa, que estaba súper de moda. A mí me ha grabado mucho la gente en la salsa, pero la verdad, yo no tengo alma de sonero, digamos. A mí esa parte no me queda tan bien”, confesó el también pianista.

Pero sus aspiraciones en la música se mantuvieron latentes. “(Alfanno) me dice ‘pero tus canciones suenan increíbles y sería bueno que las empieces a mover, ¿por qué no haces eso mientras, en lo que te llega lo otro?’”, rememoró sobre el consejo que le dio un giro a su vida profesional en momentos en que trabajaba como publicista. “Así empecé, con la suerte de que fue inmediato. Empecé a mandar las canciones y empezaron a grabar. Después de Jerry Rivera, el segundo que me graba ese mismo año es Gilberto Santa Rosa y después Olga Tañón”.

No le complace

La práctica que ha cobrado auge de unos años para acá, de incluir una larga lista de nombres como compositores de un mismo tema, es una dinámica que no le complace a Henríquez por no tratarse de un panorama real en muchas de las ocasiones.

“Antes era un tiempo diferente. Yo escribía solo. Ahora la dinámica no es así”, lamentó. “La mitad de esa gente no escribió nada en la canción. Es algo que nos tiene a muchos bastante incómodos y necesitamos levantar la voz sobre eso”, expuso con decepción. “Creo que eso pasó porque con el cambio de género, digamos más popular, trajeron muchas costumbres que venían de otros géneros que no era el mainstream, digamos”, expuso sin especificar a qué ritmo musical se refiere.

“Por ejemplo, los managers, algunos se meten en lo que llaman los splits de la canciones y cogen algún porcentaje”, expresó. “Hay artistas que sí escriben, pero otros que no, y esos que no, también a veces se ponen como compositores para cobrar un pedazo de las regalías”.

Incluso, en la fase de producción, el tema puede pasar por diversas manos, lo que no significa que amerite el crédito de compositor. “Se manda una canción ya hecha. Una persona, simplemente por estar en el team digamos de ‘x’ o ‘y’ artista, rehace el arreglo musical, que eso siempre se conoció y eso no lleva un porcentaje autoral, (aunque) sí lleva a una compensación monetaria, pero en estos tiempos, esas personas también entran en el split, y por eso tú ves que de momento son 15 compositores, pero la verdad, probablemente hay tres o cuatro”.