La música se ha convertido en prioridad para la exponente urbana Young Miko, quien en su desarrollo profesional también ha dividido sus pasiones en el arte con el interés por dibujar y tatuar.

Componer e interpretar temas es el que ahora pesa más, en especial al ver cómo su carrera en el género urbano continúa alzando vuelo. Su éxito en el Trap Kitty Festival en Mayagüez a principios de septiembre (inspirado en el EP que lanzó en julio) y el alcance de su tema Riri le confirman que va por la senda correcta. A esto se añade su experiencia a finales de julio como invitada del artista urbano Bad Bunny durante uno de sus conciertos en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot.

Los logros se van presentando, pero la artista natural de Añasco no se recuesta. Por el contrario, lo toma como impulso para echarle más ganas a sus metas artísticas.

Al hablar del festival reciente, celebró risueña con un “me fue increíble”. La presencia del público se convirtió en un gran motor. “Fue surreal. No esperaba tanta gente, especialmente en un pueblo como Mayagüez, que no es tan grande. Pero las energías, los colores en el público, fue brutal. Lo celebramos”, añadió con ilusión Young Miko, quien compartió que visitar México y las ciudades de Miami, Nueva York, Dallas, Houston y Atlanta en Estados Unidos formarían parte del calendario de su tour.

A su vez, repasó su complacencia por el resultado de la producción discográfica que promueve. “Trap Kitty es un álbum único, que tiene una esencia empowering. Tiene una esencia de no estar triste, de estar activa, y de que me siento bien. Me siento bien en mi piel, en mi ropa, en mi color. Me siento bien conmigo misma. En realidad, es como un push hacia, principalmente, las mujeres, hacia todes que se identifiquen con el proyecto”.

El llamado para dedicarse a la música a tiempo completo llegó cuando cursaba estudios en artes visuales con concentración en dibujo, primero en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, y luego en la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto de San Germán.

“Fue entrando en segundo año de universidad, en el 2016 a 2017″, recordó con timidez sobre la experiencia que se dio principalmente cuando estudiaba en la segunda institución. “Empiezo a conocer gente de la industria de la música y fueron otras puertas que se me abrieron, y ya de por sí me interesaba”, mencionó María Ramírez de Arellano, su nombre verdadero, sobre el proceso que la llevó en 2019 a convertir en prioridad su aspiración. “Había trabajado para ello. Esa era mi meta siempre, pero poco a poco fueron llegando personas a mi vida en momentos claves”.

Aprender a tocar guitarra formó parte de su preparación. Pocos años antes de dedicarse de lleno a la música, trabajó haciendo tatuajes para reunir dinero en su enfoque por invertir en su anhelo.

“Mi mamá dice que yo nací dibujando”, destacó sonriente. “Estuve como cuatro años, dos años en un tattoo shop y año y medio, casi dos, (previos) haciéndolo en mi casa, intentando. Yo regalaba los tatuajes para aprender primero”, recordó tras confesar que ya no dedica tiempo a esta práctica.

Algunos de los tatuajes de la artista.
Algunos de los tatuajes de la artista. (Alexis Cedeño)

En su piel, muestra el arte de un dragón en la espalda, y en sus brazos, de elementos de la cultura japonesa.

“Son templos, flores sagradas, animales sagrados de esa cultura, específicamente del budismo japonés”, describió sobre su fascinación por esta filosofía, de la que también inspiró parte de su nombre. “Miko significa hija de Dios, en japonés”, compartió la artista de 24 años. “Hay tanto respeto y la conexión con la naturaleza, con las energías y las vibras, hay muchos mantras. Me identifico mucho con eso. Quizás en otra vida yo era japonesa”.

Actuar también lo vislumbra como un objetivo. “Quiero hacer de todo”, afirmó enfática la voz de Standard, Puerto Rican Mami, Besties (con Joyce Santana), Katana (con Leebrian) y Vendetta (con Villano Antillano), entre otros temas. “Desde chiquita, cuando hacíamos los pep rallies, y montábamos shows en la escuela, siempre quería ser la protagonista, la que hacía todas las muecas. Siempre ha sido algo que ha existido en mí”.

La experiencia que vivió el pasado 29 de julio como invitada del artista urbano Bad Bunny en un show de la serie de conciertos Un verano sin ti en Choliseo, la rememora con un aire de triunfo.

“Es una noche que nunca voy a olvidar”, afirmó con entusiasmo. No hubo ensayos. “Su equipo me invitó, contactó a mi equipo esa misma noche”. El tema que cantaron a dúo, Riri, continúa su éxito.

“Tiene una vibra y un color único, tan especial, y lo puedes sentir cuando escuchas el tema”, analizó sobre el sencillo, cuyo video musical supera 1.8 millones de reproducciones en su canal de YouTube. “Ese día en el estudio (al grabar) la vibra era increíble. Este tema lo hicimos en 20 minutos de tan genuino que salió. Lo que es genuino, lo que es real, no se puede disfrazar. Siento que es un sonido bien diferente a todo lo que hay por ahí, y que la gente se identificó mucho con el tema”.