En los 40 años de vida del payaso “Remi”, no pasaba una semana sin que su creador e intérprete, José Vega, se transformara en el popular personaje infantil. En un año puede llegar a realizar hasta 300 presentaciones, por lo que transformarse en el payaso explorador era una rutina casi diaria.

Todo cambió con la pandemia. Desde que el COVID-19 se reflejó en la Isla en marzo del 2020, no ha vuelto a tener las cejas enmarcadas en blanco, ni la nariz roja, ni la sonrisa agrandada en blanco y negro.

“Los otros días estaba viendo la pintura y el sombrero y hasta nostalgia me dio. Dije, ‘bueno, ¿cuándo me volveré a pintar yo?’”, lamentó. “Como estoy acostumbrado a pintarme todos los días, hasta barba me dejé. Hacía 40 años que no me dejaba la barba”, compartió.

La separación forzada del personaje debido a la cancelación de las actividades públicas y privadas durante gran parte del pasado año lo paralizó como payaso, pero no como José Vega el pintor.

Tras reconocer que la pandemia se extendería por tiempo indefinido, se adentró nuevamente en su pasión primaria y el resultado es una colección de 40 piezas que exhibirá hasta el 28 de marzo en la Biblioteca Carnegie en el Viejo San Juan bajo el título “Flores de mi tierra”.

“Cuando me voy de viaje, retrato flores, es uno de los hobbies míos, flores de distintos países, y dije, ‘Ya que tengo las fotos, todas esas flores las voy a dibujar’, y comencé a retratar flores aquí en Puerto Rico y buscando el espacio, la luz, empecé a pintar”, detalló del origen del nuevo acercamiento a la pintura, un arte que comenzó a cultivar desde la niñez , inspirado por Luis Germán Cajiga.

“Ante la ausencia de ver a los niños y a las niñas físicamente, la pintura te acompaña en medio de tu soledad. Es una fiel compañera, es un desahogo. A veces peleo con ella, a veces me siento bien. Hay veces que digo, ‘Pero por qué esto no sale’. Hay una conversación muy íntima que tienes cuando estás pintando y hasta el hambre se te va”, reveló.

La colección incluye piezas de estilo libre y otras abstractas. “Me entretuve, experimenté técnicas. Tengo cuadros abstractos, hasta muy realistas; tengo unas cosas que hice con machas y tintas y tiraba el lienzo en el piso del taller y comenzaba a tirar pintura a ver qué salía y eso fue lo que logré con este año que estuve pintando”.

“Flores de mi tierra” está abierta al público en horario de lunes a viernes de 10 am a 4 pm; sábados, 9:30 am a 2 pm, y domingos, 1 a 4 pm. La capacidad en un mismo periodo es hasta 40 personas.

Tuvo COVID-19

José Vega se recuperó del COVID-19 hace cerca de un mes que, según dijo, lo “agarró bien agarrao’”.

“Los síntomas eran mucha tos, dolor de cabeza y el desgano que te da y la falta de aire, que es lo más difícil. Eso fue los primeros cuatro días, después me sentí bien”, contó. “Como paciente de COVID me cuido ahora más que antes, porque no es solamente la parte física del dolor del cuerpo, es la parte emocional y mental, que estás viendo cómo gente de tu edad se está muriendo, y uno dice, ‘Wow, me tocará a mí’”, se cuestionó.

Ahora espera que pasen los 90 días para poder vacunarse, como también cuenta los días para reanudar sus actividades infantiles. Está comenzando a llenar de nuevo la agenda para graduaciones a partir de mayo.

“Cuando todo esto se normalice quiero hacer una fiesta para los niños, que ellos vean cómo en un espacio reducido podemos ser felices, como para cerrar este capítulo de la pandemia”, anticipó.