María ‘Cielo’ Reyes Torres siempre soñó con tener su propio negocio y lo logró vendiendo limbers a vecinos y visitantes del barrio Cielito en Comerío, pero fueron sus ‘tetitas’ el producto que catapultó su gestión empresarial.

La mujer de 65 años es la creadora de las famosas “tetitas de Cielo” que son las deliciosas paletas de helado confeccionadas con distintos sabores, las cuales envasa en bolsitas plásticas que asemejan el torso femenino.

“Yo soy nacida y criada en el barrio Cielito, mi apodo es Cielo. Mi sueño siempre fue tener un negocio. Empecé con limbers en vasito y así crie a tres chicas. Luego empecé a hacer pastelitos de arroz, pues siempre me ganaba la vida, pero lo más que hacía eran limbers”, relató.

La comerieña comenzó a elaborar los limbers cuando tenía aproximadamente 18 años y aunque el producto tuvo éxito, nadie sabía su batalla cada vez que se viraban en el refrigerador.

Fue entonces, que acogió la recomendación de una de sus tres hijas quien, a modo de broma, le dijo que hiciera el producto en bolsita.

Cielo fue añadiendo sabores a su oferta hasta alcanzar 45 recetas.
Cielo fue añadiendo sabores a su oferta hasta alcanzar 45 recetas. (Suministrada)

“Empecé haciendo tetitas en 2011 porque los limbers se derramaban en el freezer… ese plegoste. Entonces, dije: ‘Ay, Dios, ¿cómo yo voy a resolver esto?’ Y una de mis hijas me dijo: ‘Pues, hazlos en bolsa’. Pero me lo dijo en tipo relajo. Yo dije: ‘Contra, ¿en bolsa?”, recordó.

“Entonces, empecé con hielo para probar la bolsita y quedaron bien. Empecé con tres sabores: fresca, coco y tamarindo. Yo no contaba con que se iban a pegar. Mis tetitas se pegaron”, insistió.

Curiosamente, el nombre fue popularizado por los niños del sector que llegaban a la casa de Cielo para comprar ‘una tetita’ y así cumplir su antojo de comer algo dulce y refrescante.

“Yo no fui la que le puse el nombre, sino los nenes del barrio Cielito que me decían: ‘Cielo, dame una tetita’. Y se quedaron las ‘tetitas de Cielo’. Luego le añadí sabores porque me dije: ‘Si yo sé hacer cheesecake, vamos a hacerlos en forma de tetita’ y, se me dio bien chévere”, confesó.

Luego, según Cielo fue añadiendo sabores a su oferta hasta alcanzar 45 recetas, entre estas, variedad de galletas, fresas, Nutella y Oreo, entre otros. Así las cosas, el producto se hizo tan famoso que su casa se hizo pequeña para cumplir con la demanda.

“El alcalde (Josian Santiago) se acercó a mí y me propuso para que vendiera en el pueblo y me facilitó un kiosco. Pero como me iba muy bien, él tenía un local que era el antiguo parque de bombas, me ofreció ese local que es mucho más amplio, es de dos pisos y yo trabajaba las tetitas arriba”, sostuvo.

Sin embargo, doña María ya estaba cansada luego de tantos años de arduo trabajo y decidió moverse a Massachusetts, Estados Unidos. Por eso, vendió el negocio, aunque nunca se ha desligado de la confección de ‘tetitas’.

“Después que llegó la pandemia decidí vender el negocio porque estaba cansada. Pero después seguí haciendo las tetitas en mi casa y se las vendía a la persona que me compró el negocio, y todavía viajo cada tres meses a Puerto Rico”, relató.

“Acá en Estados Unidos, seguí vendiendo mis limbers. Y siempre los niños han venido a comprarme limbers. Aquí no los hago en tetita, sino como si fueran esquimalitos, pero han probado las tetitas porque las traje”, afirmó.

“Pero todo Puerto Rico ha chupado de la tetita. Yo decía: ‘Este es el único pueblo que tiene licencia pa’ chupar la tetita”, dijo en tono jocoso.

Igualmente, destacó que ella misma proporciona el producto a la persona que adquirió su pequeña empresa.

“Unas veces que se le acaban, su esposa las hace porque le dejé algunas recetas, esto en lo que llego; en cantidades pequeñas. Pero les dije que, si se cansaban del negocio y pensaban venderlo, que le quitaran el nombre. No pueden pasarle la receta a más nadie porque la estoy compartiendo con ella para que continúe el legado”, sostuvo.

Finalmente, la comerieña no ocultó su satisfacción de haber cumplido su sueño.

“He pensado que ya yo logré mi sueño, se hizo realidad. Me da gusto que Puerto Rico haya visitado Comerío a chuparse la tetita. Tengo ese gozo por dentro y que, jamás pensé que iba a hacer eso”, confesó.

Así que, si piensa darse un paseo por Comerío, no olvide detenerse en el casco urbano y preguntar por las ‘tetitas de Cielo’. El producto está disponible en el antiguo parque de bombas, ubicado en la calle Georgetti #34.