La productora Angie García solía hablar casi a diario con Marisol Malaret. Era una comunicación fiel, cercana, como la amistad que comenzaron a forjar siendo unas jóvenes estudiantes de escuela intermedia.

La comunicación cambió ayer, domingo. Un mensaje de texto de la única hija de Malaret, Sasha Stroman, le anunció el fallecimiento de su amiga. Fue una noticia que la sorprendió mientras trabajaba en República Dominicana.

La primera Miss Universe de Puerto Rico dejó el plano terrenal a la edad de 73 años. Al momento del deceso se encontraba hospitalizada. La causa de muerte se mantiene en privado, como se espera que también sean los actos fúnebres.

“Hasta ahora nosotras hablábamos todos los días”, compartió García por vía telefónica. “Ahora tengo que recuperar los audios luego de que pase todo esto y yo esté preparada, porque nunca dejamos de compartir. Fue una relación superchévere”, continuó.

A estas mujeres de personalidades y estilos contrastantes la vida las fue uniendo sin buscarlo. Primero coincidieron en el Colegio La Merced, luego vivieron cerca en Puerto Nuevo, y en el año 1970, se encontraron trabajando en el mismo piso en la desaparecida Puerto Rico Telephone Company. Malaret era la secretaria del Departamento de Seguridad, y García era la secretaria en el área de Relaciones Públicas.

Recibimiento de Marisol Malaret.
El recibimiento en la Isla, tras ganar el cetro internacional, fue apoteósico. (Archivo)

“Ahí, estando en la Telefónica, es que ella compite para Miss Puerto Rico y para Miss Universo, y de lo que puedo recordar, a mí me parece que hasta el día de hoy es la Miss Universo más completa, porque no había dinero envuelto”, destacó la presidenta de Producciones Tropical. “Ella fue con un traje prestado (por la actriz Ivonne Coll). No había los auspicios que hay hoy en día, no estaban las redes y no había cirugías plásticas, porque las Miss Universo no se hacían cirugías plásticas como ahora, que me parece maravilloso, porque hay que atemperarse a la época, pero en el tiempo de ella, lo más que tenía era un postizo que no fuera de ella”, sostuvo.

García fue la madrina del primero de tres matrimonios de la comunicadora y empresaria. Fue con el segundo esposo, Corky Stroman, con quien procreó a la única hija, Sasha, quien luego la hizo abuela. El viudo, Frank Cué, fue una figura pilar en el acompañamiento de la crianza de la hija, según contó la productora.

Sasha Stroman, quien vive en Los Ángeles, junto a su padrastro, el ingeniero Frank Cué y su mamá Marisol Malaret.
Sasha Stroman, quien vive en Los Ángeles, junto a su padrastro, el ingeniero Frank Cué y su mamá Marisol Malaret. (Suministrada)

Desde la mirada de esta amiga de juventud, Malaret fue una mujer fajona en todos sus roles. La pérdida de sus padres a la edad de ocho años le forjó un carácter fuerte, luchador, maternal a la vez, pues asumió el cuidado de su hermano y tía. “Tuvo que luchar mucho y trabajar siempre para ayudar a mantener la casa; no tuvo esa suerte de tener mucho dinero y resolver. Tuvo un hermano con impedimentos y ella lo mantenía”, relató García. “Era muy trabajadora, muy emprendedora, con una capacidad increíble, porque ella trabajó en las revistas (Imagen y Caras) y no tenía una formación de saber hacer ese tipo de trabajo, sin embargo, lo aceptó con el señor Casiano y Televisa, y lo llevó a cabo como si hubiese sido toda una profesional desde antes que eso, y eran aventuras nuevas que ella las agarraba, les metía mano y las sacaba adelante”.

Malaret, quien igualmente trabajó en el cine, la televisión, la radio y como empresaria), se retiró hace varios años, complacida, “porque ya había hecho todo lo que quería hacer”.

García, como la amiga cercana que fue de la primera reina que paralizó a Puerto Rico, se atrevió anticipar que las exequias serán reservadas estrictamente para la familia. Fue más allá al establecer que no duda que su amiga haya dejado claros sus deseos para el manejo de su despedida física.