En el corazón de la ciudad de Ponce, el repique de tambores trasciende la calle Cristina cuando -desde el patio interior del Centro Cultural Carmen Solá de Pereira- se escucha el ritmo caribeño producto de las clases de percusión y bailables que ofrece la Escuela de Bomba y Plena Isabel Albizú Dávila.

La escuela, cuya oferta integra cursos de percusión adaptados al ritmo de bomba y plena, además de bailes de bomba y danza, se fundó en el 2013 en honor a la hoy fenecida directora y fundadora del Ballet Folklórico Bambalue, Isabel Albizú, mejor conocida como doña Isa, quien desde temprana edad siguió la tradición familiar de promover los ritmos caribeños desde su natal barrio la Calzada de Ponce. Desde allí, junto a sus familiares, mantuvo presente un legado de enseñanza cultural a las nuevas generaciones por medio de la danza, el canto en estos ritmos populares y los bailes de bomba, acción que le mereció el título de la “Matriarca de la Bomba”.

“Cada sábado se reúnen aquí en el patio a las 9:30 a.m. los jóvenes y después los más mayorcitos. Hasta hace poco tuvimos una estudiante de 84 años”, dijo con orgullo Wilfredo Santiago Rodríguez, viudo de doña Isa, mientras observaba a niños y jóvenes durante una de las clases a las que asiste fielmente cada sábado.

Santiago Rodríguez aseguró que desde que se formalizó la iniciativa, han sido cientos los corazones cautivados por el sonar del cua, del barril de bomba y el tambor, bajo la instrucción del profesor ponceño José Luis Archeval Rodríguez.

Su amplia experiencia en tonos le hacen distinguir la ausencia de armonía rítmica, lo que corrige con su acostumbrado buen sentido del humor.
Su amplia experiencia en tonos le hacen distinguir la ausencia de armonía rítmica, lo que corrige con su acostumbrado buen sentido del humor. (XAVIER GARCIA)

Todo un arte

El experimentado maestro, quien es retirado de la legendaria Ponce High y exponente de este ritmo, con notable paciencia, va instruyendo en los cursos los toques de los instrumentos hasta que armoniza cada retumbe que inunda las calles aledañas a esta sede musical. Su amplia experiencia en tonos le hacen distinguir la ausencia de armonía rítmica, lo que corrige con su acostumbrado buen sentido del humor.

Buscando consolidar esos ritmos, en uno de esos repiques grupales, un grupo de niñas de la tropa 058 de las Girls Scouts atravesó los portones del centro atraídas por el sonido uniforme de los participantes. “Esto ocurre cada sábado, personas que van caminando, turistas que visitan la ciudad cuando escuchan el sonido de los tambores no pueden dejar de entrar y preguntar qué hacemos aquí. Les explicamos lo que hacemos. Ya hasta los de Isla Caribe (un grupo dedicado a hacer excursiones) los traen como parte de sus recorridos por la ciudad”, dijo el educador.

Y, mientras culminaba la sesión con estudiantes juveniles, poco a poco iban llegando los adultos -con sus instrumentos a cuestas- a su encuentro con la cultura musical. Llenos de entusiasmo arribaban al centro desde municipios distantes como San Juan, Gurabo, Salinas y Cabo Rojo asegurando que los repiques del tambor se han convertido en la mejor terapia después de una semana agitada por la cotidianidad.

La escuela de Bomba y Plena Isabel Albizú Dávila estará participando de la Feria Cultural, el encuentro de Bomba y Plena Nacional y la reactivación del majestuoso Ballet Folclórico, institución fundada y atesorada por doña Isa. “Ves esos barriles que están ahí, esos toneles, poco a poco los vamos preparando, porque en Bambalue los toneles se tocan acostados. Eso es característico del sur. Y queremos hacerlo como Isa lo tenía, los barriles acostados, pero vale la pena el sacrificio porque ya es una tradición”, dijo Archeval Rodríguez.

Cada sábado de imparten las clases.
Cada sábado de imparten las clases. (XAVIER GARCIA)