La divulgación de una nueva filtración de cerca de 12 millones de documentos y archivos, que exponen registros financieros confidenciales de líderes mundiales, políticos y billonarios, ha traído nuevamente a la discusión pública la participación de artistas vinculados al uso de paraísos fiscales en el Caribe, para la incorporación de empresas a través de las cuales compran inmuebles y otras inversiones.

Figuras como Alejandra Guzmán, Chayanne, Shakira, Luis Miguel, Julio Iglesias y Miguel Bosé han sido nombrados en esta nueva filtración del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación que ocurre luego de que en 2016 se destaparan los recordados Panamá Papers.

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Se trata de la exposición de información sobre las finanzas de personas que habrían recurrido a expertos en consultoría financiera para abrir empresas a través de lugares considerados como paraísos fiscales, con el fin de hacer inversiones y eludir el pago de impuestos.

Por medio de lagunas legales se evitaría pagar impuestos al mover dinero o crear compañías en estos paraísos fiscales. Aunque no es del todo ilegal, no es considerado ético.

La mayoría de los artistas latinoamericanos implicados ha guardado silencio, con excepción de Shakira, quien se ha visto obligada a manifestarse por la investigación fiscal que la Agencia Tributaria española sigue contra ella desde 2011.

Verse vinculados a este tipo de acción, ¿afecta de alguna forma la imagen pública de los artistas implicados? ¿Qué efecto, si alguno, pudiera tener en sus carreras?

A juicio de la publicista Helga García, presidenta de Perfect Partners, agencia de Relaciones Públicas y Comunicación Estratégica, “asuntos como este, ponen a prueba la credibilidad de cualquier artista”.

“Pero en este caso en particular, como en el de algunos otros artistas, la sólida reputación que les precede no creo que vaya a incidir negativamente sobre su imagen”.

Con esa apreciación coincide Marivel Ortiz, directora y fundadora de la agencia One On One PR.

“Estamos hablando de personas que son conocidas y reconocidas por el público por su arte, por su talento artístico y no por su talento en las finanzas, si lo tuvieran. Además de que la mayoría delega sus decisiones financieras en expertos en quienes confían sus decisiones, aunque a veces no sean favorables para su cliente y ahí tenemos el caso de Tito Trinidad”, expuso Ortiz, quien aclaró desconocer los pormenores de las inversiones en cuestión de estos artistas.

“El público suele tolerarle a los artistas comportamientos que no corresponden a acciones morales mayores. Puedes tener problemas con la ley por el uso de alcohol y el público lo perdona. Pero trazan la raya cuando ya es un asunto de lesa humanidad, que no te lo van a perdonar, como es el de casos recientes de figuras públicas vinculadas a abusos y violencia”, añadió.

Del mismo modo, aclaró que en el caso de los artistas, el público suele ser más transigente que con otras figuras públicas como, digamos, los políticos. “Puede tratarse del mismo asunto, pero con el político la óptica es diferente”.

¿Cuál sería la mejor manera de enfrentar los medios en un caso como este?, preguntamos.

“Estos temas fiscales primero se deben atender con sus asesores financieros y legales. Queda a discreción del artista si responde o no después de hacer un análisis responsable y honesto de los hechos”, explicó García.

Uno de los implicados más famosos en Puerto Rico durante el caso de los Panamá Papers fue el reguetonero Daddy Yankee, quien se alejó de la controversia rechazando su asociación a ésta a través de su representación legal.

“El silencio siempre es una opción”, señala al respecto la directora de Perfect Partners. “Lo que sucede es que el silencio en el caso de figuras públicas no siempre funciona”.

“Yo creo que hay que darle seria atención al comportamiento de la opinión pública y al desarrollo de esta noticia que proviene de una investigación de un equipo de periodistas que plantea asuntos de índole financiera y paraísos fiscales. Cuando los medios trabajan notas de investigación con evidencias producto de investigaciones, la noticia va a tener relevancia con o sin la reacción de los involucrados. Por mi experiencia trabajando un caso similar te puedo asegurar que una reacción a tiempo ya sea del propio artista o sus asesores evitaría un escenario complejo de especulaciones”, planteó García.

“Rechazamos cualquier vínculo de nuestro cliente con esta investigación periodística”, expresó en la época el licenciado Edwin Prado a nombre de Daddy Yankee. “Es falso que tengamos alguna relación con el bufete Mossack Fonseca (una de las agencias de consultoría financiera implicadas en los Panamá Papers), ni directa, ni indirectamente. Todas las contrataciones de bufetes de abogados que el artista y sus empresas han realizado por los pasados 10 años se han hecho exclusivamente a través de nuestro bufete Prado, Núñez & Asociados”.

El artista urbano no volvió a referirse al asunto. Desde entonces, su popularidad no ha bajado ni una pizca.