Ataviado con sombrero, camisa, pantalón y botas de vaquero, un joven da la bienvenida a una experiencia culinaria diferente dentro de un escenario similar a las películas del viejo oeste de los Estados Unidos en el Old West Town Restaurant, en Barceloneta.

En el interior encuentras fachadas simulando estructuras de esa época, una pequeña cárcel y espacios con fondos curiosos para tomarse fotos con props como sombreros, pañuelos y pistolas de juguete.

La idea fue de Nilba Reyes Santana, a quien desde pequeña le gustaba jugar con sus primos a los vaqueros, ver películas de este género y visitar un restaurante en su natal Manatí con este mismo concepto.

Reyes Santana, quien trabajaba como psicóloga escolar, quiso emprender y tener su propio negocio. Al inicio, no lo tenía muy claro hasta que decidió apostar por la gastronomía. “Estábamos buscando un concepto como rústico (para la decoración)… Relacioné lo rústico con lo vaquero, y yo dije: ‘pues sería perfecto porque a mí me gusta y tal vez podría trabajar en un lugar que a mí me gustaría visitar’… Un lugar donde yo me sienta cómoda y donde yo iría con mi familia. Yo soy bien familiar. Y empezamos a buscar ideas que nos proyectaran a ese tiempo y lo fuimos desarrollando”, contó la mujer de 45 años.

A finales de octubre de 2016, logró abrir las puertas del establecimiento, y un año más tarde se vio en la necesidad de casi cerrar debido al impacto en la economía que trajo el huracán María a la Isla. Cuando logró salir adelante de este golpe, llegaron los terremotos y la pandemia.

“Y pensé que iba a cerrar, siendo más que honesta… Entonces, llegaba aquí y decía: ‘yo no sé si nos corten la luz hoy’… porque yo me quedé con $14,000 de luz (de deuda) con el huracán María, pues cuando llegó la luz no vendíamos lo suficiente como para pagarla”, recordó.

Fachadas simulan un pueblito del viejo oeste.
Fachadas simulan un pueblito del viejo oeste. (Isabel Ferré Sadurní)

A pesar de ser un establecimiento con una temática estadounidense, su menú es completamente puertorriqueño. Aperitivos como la Diligencia, una bandeja con alitas, mozzarellas sticks, sorullitos, queso frito y yuca frita; y La Carreta, bandeja de carne frita acompañada de los complementos anteriores, figuran entre los favoritos.

Dentro del platos principales están Las Damiselas, pechugas hechas a la mantequilla, salsa criolla, bbq, guayaba o al ajillo; La Mina, carne frita; La Vaquera, chuleta can can; Ese Látigo Va, el churrasco; El Ladrón, salmón; y Los Buscones, camarones. Todos acompañados de complementos como arroz mamposteao, amarillos, batata fritas, mofongo, tostones de plátano o pana, papa majadas o fritas, ensalada verde, ensalada de la casa o yuca frita.

Los amantes del mofongo pueden degustarlos rellenos de pollo, carne frita, churrasco, vegetales, camarones o dorado.

La oferta gastronómica es criolla.
La oferta gastronómica es criolla. (Isabel Ferré Sadurní)

El lado dulce lo trae el postre favorito de la casa: La Granada, se trata de nada más y nada menos que de un mantecado frito.

En el divertido establecimiento familiar se han celebrado actividades como cumpleaños y bodas con temática vaquera. También, durante algunos fines de semana tienen música en vivo y noches de karaokes.

El horario del restaurante, localizado en la calle Georgetti #19, en Barceloneta, es viernes de 3:00 p.m. a 9:00 p.m., sábados de 12:00 p.m. a 9:00 p.m., y domingos de 12:00 p.m. a 8:00 p.m. Para información, puede llamar al 787-369-3809.