Es el renacer de un bosque.

El impacto que provocaron los huracanes Irma y María en Puerto Rico en 2017 forzaron al cierre temporero del Bosque Estatal de San Patricio en la zona urbana de San Juan. Luego de tres años y medio de esfuerzos para reabrir al público, hoy se inauguró la estructura de madera Casa Mía, que tiene la intención de ser un espacio recreativo y educativo para niños.

La casa de altos tiene una dimensión de 24 x 30 pies, y su interior bordea el tronco de un gigantesco árbol de Guanacaste. Entre sus atractivos cuenta con un puente colgante y una pared de escalada, además de varias placas (hechas con madera nativa) que muestran información sobre algunas de las especies que viven en el espacio de 70 cuerdas de terreno, de las que 53 son llanas y 17 cerro calizo o mogote.

La iniciativa se dio mediante un acuerdo colaborativo entre United Way de Puerto Rico y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA).

“En este momento de pandemia que estamos viviendo, que las personas puedan disfrutar en el mismo medio del área metropolitana, estar en un bosque, es algo bonito”, dijo Samuel González, presidente de United Way de Puerto Rico. “El modelo que hemos establecido aquí es del gobierno, comunidad, entidades sin fines de lucro y empresa privada. Cuando se unen en este tipo de colaboración, logramos algo espectacular como lo que estamos viendo esta mañana”, añadió sobre el evento que contó con una conferencia de prensa a la par con el Día del Planeta Tierra.

El Bosque de San Patricio provee hábitats para una amplia diversidad de flora y fauna, tanto endémicas (que solo se encuentran en Puerto Rico) como nativas, exóticas y en peligro de extinción. Existen más de 70 especies de árboles entre los que se incluyen tulipán africano, flamboyán, robles y almendros. De las 33 especies de aves identificadas, al menos nueve son endémicas como la reina mora, calandria, comeñame, reina mora y zumbador verde.

“Es un complejo forestal tan complejo como El Yunque, como cualquier otro en el mundo, y está en el mismo centro de la ciudad entre las avenidas Escorial, la de Diego, Roosevelt y Piñero”, enfatizó González.

El secretario del DRNA, Rafael Machargo Maldonado, resaltó los beneficios de esta área de recreación pasiva, que también ha sido taller de investigación científica.

“Es un pulmón que combate el calentamiento global. Brinda un espacio para que la gente pueda entrar en contacto con la naturaleza y meditar. Es un atractivo turístico, un espacio educativo para los niños. Brinda un sinnúmero de regalos a quien lo visita”, afirmó, y aclaró que evalúan recomendaciones del Departamento de Salud en cuanto al alza de contagios por el COVID-19, para establecer una fecha de apertura al público.

Machargo Maldonado también destacó que el disfrute de Casa Mía será libre de costo.

El diseño y la construcción de la estructura estuvo a cargo de Armando Asencio, presidente de Siempre Verde, compañía responsable de los trabajos de rehabilitación, Karina Zúñiga (administración de logística), Pedro Rivera (ecólogo forestal y arborista), Javier Santos (maestro carpintero) y Michael López (ayudante de carpintero).

Además de la casa del árbol, el público también podrá disfrutar de la apertura de 12 veredas.

Más planes en agenda

Como parte de los esfuerzos, se rehabilitó un camino de actividades educativas identificado como Born Learning, dirigido a la niñez temprana.

González adelantó los planes de “establecer unos viveros para que la comunidad pueda disfrutar y tener plantas y árboles frutales y nativos. Vamos a hacer unas veredas para personas con discapacidad física, vamos a hacer un área para niños, para yoga, para la tercera edad, para patines y para bicicleta. Esto va a ser un complejo perfecto para que la comunidad pueda disfrutar”.

Para reservaciones, llamar al 2-1-1, que comunica al centro de Información y referido de United Way de Puerto Rico.