Nota el editor: Esta historia forma parte de la serie Coge Calle por la isla donde te presentamos los lugares turísticos en Puerto Rico que pocos conocen y que valen la pena ponerlas en calendario para visitarlas en algún momento.

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Villalba. Los vecinos que se refrescan en el manantial recuerdan como, hace varias décadas y cuando aún eran niños, movían las piedras para crear piscinas más grandes. Caminaba de sus casas, en el sector Mogote de la Ciudad Avancina, para gozar con sus amistades de estas pozas naturales, creando los recuerdos de los mejores momentos de sus vidas.

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Aunque el destino los llevó al éxodo, esos mismos villalbeños regresan con sus familiares a la cascada El Yerta, compartiendo con otros visitantes que turistean en el lugar de esos días de su juventud.

Ese lugar, que una vez fue el patio de recreo, ahora es un imán para aquellos que deseen disfrutar de la magnífica cascada de El Yerta, rodeada de las montañas de la Cordillera Central, del aire fresco y aguas cristalinas y gélidas. La humedad en la vegetación que rodea el cuerpo de agua que los coquíes canten aun cuando el sol esté brillando en todo su apogeo.

El Yerta tiene dos áreas de disfrute. El más accesible está al final de una empinada rampa de cemento. Al recorrerla, el turista puede disfrutar de una poza de poca profundidad.

Los más atrevidos se lanzan desde las piedras altas.
Los más atrevidos se lanzan desde las piedras altas. (Suministrada)

Cuanto más cerca esté de la cascada, más incrementa la profundidad, tentando a los visitantes más atrevidos a lanzarse desde las piedras más altas.

Mientras, una segunda cascada se accede sujetándose de un cordón de metal, ya que las piedras y el suelo hace que su acceso sea mucho más retante.

Lugar ideal para acampar

Claramente, es difícil abandonar un lugar así. Es por esto que, el señor Pedro Berríos, dueño de los terrenos que conducen a la cascada, permite que los visitantes acampen en el lugar.

Con varios gazebos, hamacas, dos áreas para cocinar con hornillas y gas propano, dos baños y duchas y servicio de energía eléctrica, acampar en el área es estar a las faldas de la majestuosa cordillera y conectada con la paz y tranquilidad característica de los pueblos de la montaña.

Al que desee pasar una noche en el lugar, tendrá que llevar su caseta. También, podrá pernoctar en una “casita”, en el que puede colocar un mattress de aire y dormir bajo techo.

Los precios para los que acampen son de $20 por persona, por noche. Para los que alquilen la “casita”, el precio es de $25 por persona, por noche.

Sin embargo, el que desee únicamente visitar la cascada debe, primero, comunicarse con Berríos, ya que, con la intención de proveerle privacidad a los que alquilan el espacio, no permite el paso a turistas si hay personas acampando. Es decir, no se puede acceder a la cascada de haber visitantes acampando.

Cómo llegar

Es de fácil acceso. Del área metropolitana, se podría demorar una hora y 30 minutos, dependiendo de las incidencias del día.

Deberá transcurrir por la carretera PR-18 y, luego, la PR-52 (la autopista Luis A. Ferré) hasta llegar a la salida 91 en Juana Díaz. Al dirigirse hacia Villalba, el visitante deberá llegar hasta la carretera PR-151, en el barrio La Vega. Después de continuar por una milla, deberá girar a la izquierda hacia la carretera PR-561.

Afortunadamente, la aplicación Google Maps lleva al turista directamente al lugar y, también, le ofrece otra opción de viaje: por la ruta panorámica que transcurre por Cayey, Aibonito, Coamo y Orocovis. Para esto, debe hacer la búsqueda en la aplicación bajo “El Yerta (área de acampar)”.

Para reservar un área de acampar o para acceder a la cascada, deberá llamar con anterioridad al 787-225-2294.

Además de su equipo para acampar, se le recomienda al visitante que se sumerja en las aguas de la cascada a utilizar zapatos de agua, para garantizarle un agarre seguro mientras traspasa las piedras y evitar caídas. También, se sugiere el uso de bloqueador solar.

Es menester, para cuidar de esta área, así como todo el medioambiente de nuestra Isla, ser responsable con nuestros desperdicios y no contaminar el área con basura. De consumir algún alimento o llevar pertenencias personales, no debería dejarlas en el área.