Una veintena de estudiantes sureños aceptó el reto del maestro tallador Jorge Antonio Romero Navedo de inmortalizar la orquesta de Juan Morel Campos a través de delicadas piezas talladas.

La Lira Ponceña se recreará de cara a la celebración de la Campechada, evento organizado por el Instituto de Cultura y que se realizará del 3 al 5 mayo, en la Plaza Las Delicias de Ponce.

Este año, precisamente, el evento cultural será dedicado al músico ponceño Juan Morel Campos.

La pieza conmemorativa será parte de una exposición colectiva como antesala a la Campechada, el jueves, 2 de mayo a las 7:00 de la noche en el Centro Cultural Carmen Solá de Pereira en Ponce, a donde también se presentarán obras de los artistas Ramón Esteban Rivera Cáliz y Lourdes Soto Ramos, en pintura y repujado en metal, respectivamente. 

Allí el Conjunto Añoranza interpretará algunas composiciones de Morel Campos en un concierto de danza que incluirá el majestuoso baile.

El trabajo de los estudiantes contará con los 10 músicos que integraron el conjunto creado por Morel en la segunda mitad del siglo 19, así como sus respectivos instrumentos.

Además, tallarán la figura del insigne compositor el cual falleció el 12 de mayo de 1896 durante un concierto en el Teatro La Perla de Ponce, días antes de cumplir sus 39 años.

“Es un homenaje motivado por el asunto de La Campechada y para que ellos (estudiantes de talla) también tengan una motivación extra a lo que están tomando en un curso que ya había comenzado y yo digo de hacer una pieza conmemorativa a Juan Morel Campos. Por lo tanto, nosotros intentamos hacer todos los músicos de la orquesta con los instrumentos y presentarla en La Campechada como homenaje a la actividad”, explicó Romero Navedo.

“Era una orquesta ponceña que se dedicaba a tocar las danzas de Juan Morel Campos, creo que lo acompañaba cuando Morel murió de un infarto en el Teatro La Perla; que como artista muere sobre las tablas. En vez de ser un homenaje a Morel Campos solo, vamos a hacerle un homenaje a todos los músicos que lo acompañaban en esa orquesta gloriosa”, agregó el maestro artesano cuya trayectoria sobrepasa las tres décadas.

De acuerdo con Romero, el grado de dificultad de estas piezas no es tanto por el cedro que deben moldear, sino es adaptar las figuras a instrumentos como el violín, flauta, chelo, trompeta y oboe, a una sola obra.

“El grado de dificultad de la pieza no tanto es la madera sino la forma y los instrumentos. Es algo nuevo totalmente. Ellos nunca habían hecho una persona con gabán o etiqueta, mucho menos el instrumento musical, porque estaban acostumbrados a los reyes magos y a uno que otro santo y sacarlos de esa zona de confort, entonces es la creatividad para poder hacer un instrumento musical y después amoldar o llevarlo a la figura tallada”, afirmó el tallador de santos.

“Este es un grupo de 20, por lo tanto, puse a tallar a todo el mundo y de todo lo que salga vamos a hacer un escogido de las piezas para sacar 10, y yo voy a tallar la figura de Morel. Aquí reunidos trabajamos la pieza, que cada una es de 7 a 8 pulgadas de alto y dos y media pulgadas de ancho; una pieza de tamaño típico de la talla puertorriqueña que no pasaba de las ocho pulgadas”, añadió.