Un nuevo espacio en el centro comercial Plaza Las Américas alberga desde ayer detalles familiares y musicales de Bad Bunny y de la cultura puertorriqueña, relacionados con su disco “Debí tirar más fotos” y su serie de conciertos “No me quiero ir de aquí”.

La experiencia inmersiva “Seguimo aquí” presenta en múltiples salas elementos simbólicos como cientos de pavas y rinde homenaje a las raíces puertorriqueñas que formaron al reconocido artista, como el género autóctono de la bomba, que se destaca con un video en varias pantallas en 180 grados.

“Esto es una oda al jíbaro. Representa el amanecer del campesino”, explicó una de las dos guías que dirigió a la prensa local e influencers en dicho recorrido, levantado por Vibee, proveedor oficial de paquetes de hotel, conciertos y experiencias para la residencia “No me quiero ir de aquí”.

Al transitar por las cientos de pavas ubicadas en los laterales y el techo de un pequeño túnel, se escucha el cántico de los gallos y el coquí, para luego pasar a la próxima estación: “La casita de abuela”, que recrea una típica vivienda de la Isla entre los años 1930 a 1950.

En dicho sala, Vibee ubicó en una de sus paredes una foto de Bad Bunny cuando pequeño junto a su familia, un refrigerador del año 1950, una pieza hecha en mundillo de “Concho”, el sapo protagonista del cortometraje “Debí tirar más fotos”, una hamaca y varios otros artículos de aquella época.

Al salir de esa sala, las personas pueden avistar la pequeña camioneta Suzuki Samurai que aparece en la filmación del cortometraje y una instalación tipo cueva de 360 grados con pantallas LED del Pozo de Jacinto, en Isabela, y que se menciona en la canción “Weltita”, junto al grupo Chuwi.

Aledaño a esto se instaló un antiguo teléfono que se usó en el video musical de “Bokete”, que muestra cómo el artista Quique Rivera hizo al estilo de “stop motion” su parte de “Concho” en el cortometraje y la cabina de grabación que usó Bad Bunny para grabar su disco más reciente y fotos del artista en el proceso.

La experiencia continúa con un patio lleno de sillas de plástico y mesas de dominó, una barra donde se venderán refrigerios y café, un carrito típico de helados de frutas, una pared que exhibe decenas de máscaras de vejigantes, y a su costado, un espacio que expone un video sobre el ritmo de la bomba.

El recorrido culmina con un espacio de venta de mercancía exclusiva de edición limitada alusiva al disco, como camisetas, pantalones cortos, gorras, abrigos, broches, entre otros artículos.

La experiencia multisensorial clausurará el 14 de septiembre, mismo día que Bad Bunny cerrará su residencia de 30 conciertos en el Coliseo de Puerto Rico. El lugar estará abierto al público de martes a domingo, entre las 11:00 a.m. y 8:00 p.m.