Las Flying Comets la montan en el Circo de los Hermanos Suárez
Las trapecistas Holly, Maybel y Rachel cautivan la atención de los boricuas con su espectáculo de acrobacia.
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Han desafiado las leyes de la gravedad alrededor del mundo y ahora se encuentran cautivando desde el aire a los puertorriqueños.
Las Flying Comets, uno de los pocos grupos de trapecistas liderado por mujeres, continúa su misión de sorprender volando por el espacio y romper esquemas con el acto que presentan en el Circo Hermanos Suárez.
Holly Watson, Maybel Gardner y Rachel Maddalena son las tres jóvenes que día a día se ganan el corazón del público boricua con su desafiante espectáculo aéreo desde la carpa instalada en el Jardín de Plazas Las Américas, al lado del centro comercial de Hato Rey, en su primera visita a la Isla del Encanto.
“Tradicionalmente, en el trapecio volante se lleva un apellido porque es un acto familiar y así ha sido durante muchas, muchas generaciones. Pero los Flying Comets no son un apellido porque no contrato a miembros de mi familia, porque no son del circo. Así que esta es mi nueva familia de Pequeños Cometas”, dijo de entrada Watson, quien es la líder actual del equipo que fundó hace cinco años con el fin de integrar el talento femenino en el campo circense.
La inglesa expuso en entrevista con Primera Hora que su tiempo en la Isla ha sido un momento increíble, donde ha tenido la oportunidad de sentir un poco la experiencia caribeña, desde sus cálidas temperaturas, aún con los 19 acondicionadores de aire instalados en la carpa, hasta la autenticidad de los borincanos que se dan cita a las funciones diarias.
“Como persona inglesa, volar en el calor ha sido una experiencia emocionante y un gran reto que, definitivamente, no es fácil, pero realmente ha valido la pena. La gente que hemos conocido ha sido encantadora, el circo ha sido encantador y, realmente, la estamos pasando muy bien”, destacó la atleta de 34 años, quien aseguró que tiene como fin componer eventualmente la totalidad de su compañía con mujeres, incluyendo los “catchers”, quienes tienen la misión de ayudar a las trapecistas a lograr sus trucos y mantenerlas elevadas en el aire (que hoy día realizan varones).
“Para serte honesta, ha sido duro luchar por un lugar de respeto para una compañía femenina, pero en estos días las chicas nos mantenemos por nuestra cuenta. Hoy en día se espera que las mujeres sean tan buenas como los hombres y a menudo mejores”, resaltó la artista, quien lleva una década en la industria del circo.
Gardner, por su lado, contó sentirse contenta de llegar por primera vez al Caribe, luego de estar por años realizando espectáculos circenses en Europa.
“Yo soy de Australia y trabajé el año pasado con Holly trabajando con partes de este acto que trajimos ahora a Puerto Rico”, expuso la joven de 23 años, quien asegura que, de los 14 años que lleva como trapecista volante hacerlo frente a los boricuas ha sido una de sus mayores satisfacciones.
“Solo quiero agradecer el apoyo que le han dado aquí al circo. Siento que hay muchos lugares alrededor del mundo donde estos espacios no reciben mucha atención y es bonito ver a un público inmenso, y contar con su respaldo”, afirmó.
Maddalena, quien es de Estados Unidos, también manifestó que más allá de ser parte de la atracción principal del circo se siente feliz de vivir su sueño retando las leyes de la física todos los días.
“Me he dedicado al trapecio volante por casi cuatro años y desde el año pasado lo he hecho en vivo. Realmente lo amo, porque mi vida era muy distinta antes; estaba estudiando ingeniería, así que el ‘performance’ era donde mi pasión realmente se encontraba”, destacó la joven tejana de 26 años.
La estadounidense también expuso que los retos que afrontan diariamente en sus puestas en escena, como ponerse sus mejores ajuares en el clima tropical, mantener una condición física apta para lograr sus mejores trucos y asegurar que las manos estén listas para la acción, pasan segundo plano al encontrarse con el espectador puertorriqueño. La experiencia, dice, se siente como un respiro de aire fresco.
“Podemos tener días largos, múltiples shows y, a veces, esa energía que recibimos para nosotras es como enérgica. Podremos estar en baja y decir, ‘¡pues, vamos, hay que salir!’. Y ahí la gente viene con tanta energía y eso ayuda mucho. Nos permite cada día llevar un mejor desempeño para la presentación, ¡y eso lo amamos!”, compartió.
El Circo Hermanos Suárez continúa llevando magia con las Flying Comets y otros actos magníficos en sus funciones de lunes a viernes, a las 8:00 de la noche, los sábados a las 2:00, 5:00 y las 8:00 p.m.; y los domingos a las 2:00 y 5:00 de la tarde.