Neftalí Maldonado Rosado se mantuvo trabajando en secreto durante 18 años en lo que sería el museo más completo sobre la historia de la puertorriqueñidad, con impresionantes estampas que enaltecen la raza indígena, española, africana y al jíbaro.

Así, el experimentado tallador fue investigando y dándole forma a decenas de elementos que representan el legado de nuestros ancestros, a través de maderas centenarias y objetos auténticos que se pueden apreciar en la Hacienda Los Maldonado en Salinas.

El proyecto -ubicado en Parcelas Vázquez, sector Naranjo- abrió al público el 6 de enero de 2021, según explicó el artesano, quien describe su obra como “un viaje a través del tiempo de nuestra esencia como puertorriqueños”.

“Mucho de esto ha sido por inspiración y enaltecer nuestra raza. Es el proyecto más completo en vivo como tal. Aquí tenemos maderas de 300 y 400 años de antigüedad, totalmente originales. Tenemos colecciones, tanto de jíbaro, indígena, españoles y la raza negra. Todo de acuerdo con la época”, sostuvo el expolicía de 68 años.

El recorrido comienza con la huella taína, albergada en un bohío que contiene ocho dujos, vasijas de barro, petroglifos, hachas y la representación de Caguana, la diosa de la fertilidad.

“Los indios de Puerto Rico hicieron ese bohío hace más de 2,000 años, de acuerdo con el diseño. La única diferencia es que ellos lo hacían de paja, el piso era de tierra y las paredes podían ser de paja. Está hecho de madera y zinc para proteger la colección”, explicó al mostrar su trabajo de casi dos décadas.

“Aquí tenemos el estilo del bohío, la hamaca donde dormían, diferentes clases de dujo hechos en guayacanes milenarios”, acotó.

Además, la estampa indígena exhibe vasijas de barro, piedra, higüera, así como arcos, flechas y el sebucán que usaban para exprimir la yuca de donde salía el casabe.

La segunda estampa presenta elementos de la raza española.

“Ellos eran grandes arquitectos: construyeron El Morro, el Fuerte San Cristóbal, catedrales y trajeron la rueda. En representación de la rueda, tenemos esa carreta, que ellos la halaban con un caballo, construían las estructuras en piedra, madera y ladrillo”, destacó el esposo de Gladys Martínez, con quien procreó cuatro hijos y una descendencia de 13 nietos.

“Los españoles trajeron la religión católica y la campana que ven aquí es completamente original. La capilla está construida con ladrillos originales, en su mayoría. Tallé un Cristo crucificado en una sola pieza y también la (Virgen de la) Providencia, que es la patrona de Puerto Rico, en un guayacán milenario de cinco pies de altura”, expuso.

La tercera estampa representa la raza africana.

“Aquí tenemos el barracón a donde metían a los negros. Los españoles, luego de que trabajaban todo el día, los metían en este espacio, amarrados con cadenas, en condiciones infrahumanas, para que no se fugaran. Tenemos unas cadenas originales, grilletes, los fuetes, látigos”, lamentó.

Además, la visita guiada presenta la escena del baquiné, ceremonia religiosa que celebraba la partida de un infante pues entendían que la muerte los liberaba del sufrimiento terrenal.

Cabe destacar que la hacienda contiene un área ecológica con sobre 40 árboles frutales, entre estos café, guanábana, quenepa, ausubo, carambola, grosella, corazón, anón, níspero, caimito y granada.

De otra parte, está el museo en donde expone sobre 40 años de trabajo a nivel de talla y escultura, en donde se puede apreciar el busto de Pedro Albizu Campos, el Sagrado Corazón de Jesús, la Virgen de la Guadalupe, la Cruz de Caravaca y Los Reyes Magos, entre otras.

De hecho, Maldonado es el artífice del pilón más grande del mundo, certificado por el récord Guinness 2022. La monumental pieza de unos 16 pies con 4 pulgadas también se exhibe en el lugar.

“Caben nueve hombres adentro y la maceta mide 12 pies. Hicimos un mofongo, comieron 4,000 personas con 3,500 plátanos. O sea, llevo 22 años con el récord mundial. En ese tiempo hice un Cristo crucificado de 13 pies, de una sola pieza, sin ser ensamblado. Está hecho de un guayacán milenario”, reveló.

Al otro lado de la hacienda se encuentra el homenaje a la vida del jíbaro, que presenta piezas originales entre las décadas de 1920 a 1940, como las tormenteras, letrina y fogón de piedra para cocinar, entre otras cosas.

Otra estampa interesante representa el desaparecido Colmado La Guásima en el barrio Parcelas Vázquez, que perteneció al bisabuelo de Neftalí. Igualmente, hay una pluma pública de 1939 que destaca la llegada del agua potable a Puerto Rico.

“El propósito del proyecto es que la gente vea los medios de transportación, comenzando con el bote indígena, luego la carreta, el caballo y el vehículo. Igualmente, los medios de comunicación desde el guano que usaban los indios, los tambores, la campana, el telégrafo, el teléfono público, entre otros”, agregó.

Para detalles y recorridos puede llamar al 787-612-6823 o acceder a: Hacienda Maldonado o Aserradero Maldonado en Facebook.