Una magnate de negocios y activista transgénero tailandesa compró este miércoles la organización de Miss Universe por $20 millones, conviertiéndose en la primera mujer en administrar la prestigiosa franquicia de certámentes de belleza.

La companía fue adquirida por la principal ejecutiva de JKN Global Group, Anne Jakrajutatip, quien es una celebridad en Tailandia que ha protagonizado programas de telerrealidad y habla abiertamente sobre ser una mujer de identidad trans.

Jakrajutatip también ha sido reconocida por establecer una organización sin fines de lucro, Life Inspired For Transsexual Foundation, para promover los derechos de las personas trans en su nación.

“Me siento tan emocionada hoy por los millones de fans del Universe. Muchas gracias a todos, una vez más, por sus amables mensajes hacia mí y el equipo de JKN. Estamos muy agradecidos de tenerlos a todos como parte de nuestra familia UNIVERSE”, expresó la empresaria en su cuenta oficial.

JKN, a través de un comunicado de prensa, dijo que adquirió los derechos del certamen de Miss Universe de IMG Worldwide LLC, una compañía de mercadeo de deportes, talentos y eventos que ha sido titular de la Miss Universe Organization desde 2015. El expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, fue copropietario de los derechos del certamen desde 1996 hasta la compra por IMG.

JKN dijo que ha establecido una subsidiaria en los Estados Unidos, JKN Metaverse Inc., para ser propietaria de la organización. El certamen de Miss Universe se transmite en 165 países, según IMG.

En un comunicado, Jakrajutatip describió la compra como “una adición sólida y estratégica a nuestra cartera”. JKN, que se dedica a la distribución de contenido, bebidas, complementos alimenticios, productos de belleza y de consumo, dijo que el nombre de Miss Universo se utilizará para promocionar sus productos de consumo.

Un perfil de Jakrajutatip en el periódico Bangkok Post a principios de este año decía que en su juventud estudió en una escuela solo para hombres, donde fue acosada por identificarse como mujer. Después de alcanzar el éxito financiero, gastó 40 millones de baht ($1 millón) en tratamientos de confirmación de género y otros procedimientos, informó el periódico.

Si bien Tailandia disfruta de una reputación internacional positiva en lo que respecta a los derechos y estilos de vida de las comunidades LGBTQ, la ausencia de un procedimiento para que las personas transgénero cambien su género legal, junto con protecciones legales insuficientes y el estigma social, limita el acceso de las personas transgénero a los servicios y expone a humillaciones diarias, dijo Human Rights Watch, con sede en Nueva York, en un informe el año pasado.