Uno de los manjares de la cocina puertorriqueña es el relleno de papa. Ya sea como opción principal o para picar en preparaciones más pequeñas, muy poca gente se resiste a esta fritura.

Doradito por fuera (inclusive crujiente cuando está acabadito de freír) y suave por dentro, el relleno de papa es una opción de picadera para la fiesta de Navidad.

Pero hay a quienes les preocupa el asunto de su contendo de almidón y su efecto en la salud, particularmente en las personas con problemas metabólicos.

Según los nutricionistas, existe un truco sencillo que permite transformar ese almidón en uno del tipo resistente. La diferencia entre el almidón y el almidón resistente es su efecto en la salud intestinal y metabólica, y su efecto en la regulación de la glucosa, el colesterol, los triglicéridos, la insulina y la presión arterial.

El consejo que dan es sumamente sencillo y funciona también para el arroz blanco y la pasta a base de trigo refinado: enfriar la cocción.

“Una manera indirecta de incrementar ese consumo de fibra prebiótica soluble y con efectos metabólicos positivos es que cuando cocinemos el arroz, la pasta y la papa, una vez que ya deja de salir el vapor, lo guardes en la nevera unas 12 horas”, explicó al periódico colombiano El Tiempo, Isabel Viña, médica especialista en endocrinología y nutrición.

Según Viña, una vez pasado el proceso de enfriamiento el alimento puede comerse frío o recalentado.

“Mi opción preferida es que la vuelvas a calentar porque parece que incrementa todavía un poco más la cantidad de esa fibra prebiótica que es almidón resistente tipo tres”, afirmó, exponiendo que el proceso cambia la estructura del almidón, convirtiéndolo en una sustancia que nutre la microbiota intestinal y favorece la digestión.

El aumento de este tipo de fibra no solo mejora la salud digestiva, sino que además ayuda a controlar el apetito debido a su efecto de saciedad, tanto en el sistema digestivo como a nivel cerebral.

Como todo nutricionista recomienda, Viña sostiene que lo ideal es obtener la fibra a través de frutas, vegetales, cereales integrales y frutos secos. Entonces, en el caso de estos tres carbohidratos típicos de nuestra dieta diaria (pasta, arroz y papa), el cambio a opciones integrales es posible con el arroz y las pastas, porque ayudan -entre otras cosas- a ralentizar la absorción de azúcar y regular el aumento de los niveles de glucosa (evitando picos de glucosa).

En el caso de la papa, enfriarla luego de cocinarla sería una opción para potenciar su aporte nutricional. Según la nutricionista, esa modificación mínima tendría repercusiones notables en el bienestar general.

Así las cosas, al preparar el relleno, luego de cocinarlas y majarlas, refrigérala antes de hacer las bolitas rellenas para tornarlas en una opción más equilibrada y beneficiosa para la salud.

Relleno de papa

Ingredientes

  • Puré de papa sazonado al gusto
  • Carne molida guisada al gusto
  • Huevo batido
  • Pan rallado

Procedimiento

  1. Dependiendo del tamaño que busques, haz la bola y presiona con el dedo pulgar para crear una cavidad.
  2. Rellena la cavidad con suficiente carne, pero no demasiada como para cuando cierres la bola sobresalga por los lados.
  3. Coloca en platos separados el huevo batido y el pan rallado.
  4. Pasa las bolitas por el huevo y luego por el pan.
  5. Fríe hasta dorar.