Alondra Yereika Murillo Ambert ha ganado popularidad en las redes sociales ya que con tan solo 12 años desarrolló su propia marca de pastelería: My Little Cup Cake By Alondra, con una variedad de tentaciones que hornea en su hogar.

La preadolescente, oriunda de Morovis, se entusiasmó con la repostería desde que acompañaba a su madre, Erica Ambert Barreto, a tomar talleres para la confección de bizcochos, pero la niña resultó tremenda maestra. De hecho, Alondra cursa el séptimo grado en el programa de ‘homeschooling’ Cridiel Learing Center, con el que aprendió también a maximizar su tiempo para estudiar, jugar y hornear.

Su progenitora, de 42 años contó que, “llegábamos de las clases, yo ponía los materiales sobre la mesa y Alondra iba rapidito a practicar con el ‘frosting’ en un molde”.

“Incluso, una profesora de (programa) Head Start fue a casa para que yo le diera clases de repostería y Alondra fue la quien le enseñó. Desde los cinco años, Alondra sembraba parchas, las cosechaba y las vendía a los locales de Herbalife”, confesó la fémina criada en el barrio Barahona.

Bizcochos, quesitos, cup cakes, galletas y más es lo que ofrece Alondra, pero todos sus dulces se caracterizan por la calidad de sus frostings y pastillaje.
Bizcochos, quesitos, cup cakes, galletas y más es lo que ofrece Alondra, pero todos sus dulces se caracterizan por la calidad de sus frostings y pastillaje. (WANDA LIZ VEGA)

Sin embargo, tras el fallecimiento de su abuela materna, Mayra Barreto, Alondra abrazó el arte de hacer dulces para lidiar con la pérdida y honrar a su nana, a quien le unía un vínculo especial.

“Para Alondra su abuela era todo, porque abuela sabía inglés, el ‘homeschooling’ es bilingüe y abuela la ayudaba, era su traductora. Cuando abuela muere, detuvo todo lo que hacía, sembraba cactus, le gustaba la agricultura, sembraba todo el tiempo e hizo esa pausa”, relató.

“Ahí decido buscar ayuda con una sicóloga que le recomienda más talleres. Alondra dijo que haría bizcochos. Ahí surgió todo esto”, relató en compañía del padre de su hija, Luis Murillo.

Según Erica, la pequeña empresa, bautizada como ‘My Little Cup Cake By Alondra’, surgió “de la nada”.

“Alondra me dice: ‘mami, cómprame materiales porque quiero hacer más bizcochos’. Entonces, comenzó haciendo los bizcochitos, vendiéndole a la familia, ella les llevaba bizcochos y galletas. Se fue regando la voz en el médico y las secretarias le hacían encargos, todas las semanas”, sostuvo.

“Frente a casa tocan bocina para preguntarle si tiene bizcochos disponibles. Aunque es por pedidos, pero toda la semana permanece horneando para tener productos disponibles. Le encanta, se pasa en eso del ‘frosting’ y las galletas todo el día”, confesó la mujer, quien tuvo un salón de belleza.

A pesar de que Alondra conoce el manejo de los equipos y utensilios de repostería, mamá siempre está ahí “para supervisarla y apoyarla”.

Por su parte, la novel repostera aseguró que, “me va superbién hasta ahora, gracias a Dios”.

Tras dominar varias técnicas, su próximo reto es aprender a trabajar las galletas tridimensionales.
Tras dominar varias técnicas, su próximo reto es aprender a trabajar las galletas tridimensionales. (WANDA LIZ VEGA)

“Sigo tomando excelentes talleres para especializarme más en el campo de la repostería. Fui tomando talleres (privados) de galletas, polvorones, quesitos y pastelillos. Actualmente, voy a tomar un curso de galletas tridimensionales”, expresó la vivaracha jovencita.

“Hago galletas, bizcochos cuadraditos, quesitos, pastelillos, bizcochos grandes para cumpleaños y polvorones”, dijo, aunque los favoritos son los “bizcochitos cuadraditos, los personales”.

Sus productos están disponibles en sabores de “pistacho, cupcakes de chocolate rellenos en Nutella, bizcocho de zanahoria con nueces, bizcocho mojadito de almendra, limón con china y red velvet”.

En cuanto a las galletas, “las hago de pistacho, cheesecake, limón y china, coco, chocolate y chocolate Godiva. Es fácil de aprender, pero me gustaría aprender a hacer bizcochos para bodas”.

Sobre el manejo del tiempo, expuso que, “estudio de 12:00 a 3:00 de la tarde y el tiempo que me queda lo trabajo para hacer las cosas que me gustan, como pintar, sembrar, hacer los bizcochitos, pulseras, tejer, bordar, bisutería y canvas”.

“Mi meta es ser una gran repostera. Pero cuando sea grande quiero ser fiscal. A los niños les digo que si les gusta algo, que sigan luchando por sus sueños”, apuntó.

“Siempre le digo que luche en todo lo que aspire, que mamá siempre está ahí para apoyarla”, acotó su orgullosa progenitora. “Y que nunca diga que no sabe o no le sale, que siempre lo intente. Ella quiere ser fiscal en el futuro, que siga estudiando”.

Para detalles puede llamar al 939-459-1277 o acceder a: My Little Cup Cake By Alondra en Facebook y TikTok.