Orocovis.  Si  te gusta chinchorrear, la ruta de la longaniza  es un trayecto obligado. De hecho, este municipio, conocido como el centro y corazón de Puerto Rico, es uno de los predilectos por los fanáticos del chinchorreo.

Así lo aseguraron ayer varios ciudadanos que disfrutaron de la ruta del chinchorreo de Primera Hora junto con el equipo de www.chinchorrospr.com y Silver Key. Por cierto, esta fue la primera  de nueve rutas que formarán parte del proyecto especial De chinchorreo de este periódico. 

Las actividades del mencionado especial se realizarán los últimos domingos de cada mes hasta que finalice el año. Es decir que, cada domingo, este diario se irá de chinchorreo a un municipio distinto en un esfuerzo por conectarse directamente con su público.

El primer establecimiento que formó parte ayer de la ruta de la longaniza en Orocovis fue El Soldadito,  en la carretera 155,  en el barrio Gato. Allí los asistentes  fueron recibidos por la dueña del sitio, Milagros Torres y su hermano, Nelson “Chaca” Torres.

El Soldadito es uno de los locales más antiguos de la zona con más de 70 años de establecimiento. El mismo fue fundado por el matrimonio compuesto por Máxima Pagán y Gerardo Torres, ambos ya fallecidos.

Sin embargo, los 20 hijos de la pareja, particularmente Milagros, ha seguido con el negocio familiar, que ahora se especializa en bebidas. 

“Inicialmente era un colmado pero a medida que fueron creciendo las cadenas de supermercados, nos concentramos en bebidas y nos va bien”, mencionó Chaca Torres a Primera Hora.

El nombre de  El Soldadito fue una sugerencia que le dio un militar a don Gerardo Torres, papá de Chaca, cuando viajaba en un convoy de la Guardia Nacional por la carretera 155 en ruta a Salinas.

No fue hasta la 1:00 de la tarde que El Soldadito se encendió. Entre los primeros en arribar estuvieron los esposos Rocío Guevara y Javier Rivera, ambos de Bayamón. La pareja estaba acompañada por unas amistades, entre las que se encontraban Jackeline Febres y su hija Elisano Maldonado, de Guaynabo.

“Nos gusta demasiado el chinchorreo. Es la primera vez que venimos a Orocovis. Nos levantamos tempranito y planificamos completar la ruta entera. Nos complacen estas salidas porque podemos compartir con amistades, janguear en lugares seguros y más económicos”, mencionó Rocío Guevara,  especialista de crédito de una compañía privada.

Jackeline Febres, amiga de Rocío Guevara, también se cantó adicta al chinchorreo. 

“Me encanta porque puedo divertirme. Además porque uno conoce gente nueva, disfruta. Me siento que estoy celebrando la Navidad ahora en abril estando aquí. Para mí, el chinchorreo es una manera efectiva de hacer una actividad en grupo en un ambiente seguro. Te ahorras unos chavitos y tienes la oportunidad de descubrir lugares de tu país que ni conoces. Yo tampoco había venido a Orocovis. El clima que se respira aquí es distinto y la gente es distinta también.

Me gusta”, acentuó Jackeline mientras observaba a su hija Elisani bailar salsa con su amigo y esposo de Rocío Guevara, Javier Rivera.

A propósito de Javier, él es uno que no se pierde ni una ruta de chinchorro porque según dijo, es la actividad que más lo relaja y lo desconecta de su rutina semanal de trabajo.

El conjunto Plena Silver, integrado por su director Ricardo Moreno; el hijo de este, Ricardo Moreno, Alexis Cruz y Luis Cirilo,  le puso sabor al recorrido y puso a bailar a muchos de los presentes.

Luego del establecimiento El Soldadito, la caravana del chinchorreo de Primera Hora se dirigiría al local Los Dardanelos, luego al establecimiento El Jataka Mayor y finalizarían en Piketas Bar, todos en Orocovis, ¡por supuesto!