Estás viendo televisión cuando, de pronto, te dan ganas de comerte alguito light. Vas a la cocina y, sobre el counter, te encuentras esa china que, por su apariencia, debe estar bien jugosita.

Abres la gaveta del medio, coges un cuchillo y te pones a mondarla. Le haces una tapita, recoges la cáscara y… aguántate. ¡No la botes! Antes, piensa en todo lo que puedes hacer con ella.

Pero vamos por partes. Hablando de los beneficios que obtendrás al comerte una china, podemos decirte que estas tienen vitaminas C (mucha), A, B1, B2, B3 y B6; y minerales como potasio, calcio, magnesio y fósforo. Además, es buena como diurético, para quemar grasas, contra la hipertensión, el estrés, colesterol, gota, artritis y para reforzar el sistema inmunológico.

Al igual que otros frutos anaranjados, las chinas contienen nutrientes que reducen la degeneración macular, el riesgo de cáncer de la próstata y la presión arterial.

Además, promueven la formación del colágeno, las articulaciones saludables, la salud de los huesos y combaten los radicales libres.

Según la página www.botanical-online.com, desde hace unos 4,000 años, estas frutas comenzaron a cultivarse en el sur de la China.

Aunque Alejandro Magno llevó cítricos a Europa, se desconoce si entre ellos estaban las chinas. Quizás así ocurrió y fueron los europeos quienes las trajeron a América.

No todo es rico

Como todo en la vida, además de los beneficios de las chinas, existen cositas no tan buenas. El mismo portal Botanical Online advierte que las chinas o el jugo de estas pueden provocar reacciones alérgicas en la piel de algunas personas. También, estudios han señalado que el jugo puede causar migrañas.

Otras de las contraindicaciones que se detallan son problemas en el estómago, como acidez, gases y diarreas. Así que, no te esmandes.

Pero si beneficioso resulta para muchos lo que se encuentra dentro de la china, igual ocurre con la cáscara.

Desde repelente de mosquitos hasta productos de belleza, son solo algunos de los usos de esta fruta rica en sabor y al alcance de nuestro bolsillo.

¡Disfrútatela!

No botes la cáscara

En un estudio realizado por investigadores del Servicio Agrícola de Estados Unidos se encontró que las cáscaras de las chinas tienen muchas propiedades beneficiosas para la salud, gracias a su alto contenido de carbohidratos. Por otra parte, se destacan sus muchos usos en la casa. 

Comida

Dale un sabor distinto a la comida añadiendo ralladura de cáscara, velando que no eches la parte blanca de la fruta. También puedes preparar jalea poniendo a hervir  la cáscara, con agua y azúcar, y esperar  hasta que espese.

Repelente

¿Los mosquitos están haciendo estragos en tu casa? Puedes usar como repelente el aceitito que bota la cáscara.  Solo frótalo en los brazos y las piernas, durante las noches, pues si lo haces de día  se te puede manchar la piel.

Dar olor

Llegas de la calle y lo primero que te da al abrir la puerta de la casa es una bofetá de mal olor. Para eliminar la peste, coge la cáscara de la china y ponla frente a un abanico. También puedes colocarla en un platito.

Plantas

Si frotas el aceite de naranja en las hojas de tus plantas ornamentales, los perros y gatos no querrán comérselas. Solo  tienes que frotar  las hojas con la cáscara una vez al mes. Esto no hará daño ni a las plantas ni a los animales.

Prender el BBQ

¿Tienes un BBQ y quieres darles un sabor y olor distinto a las carnes, al igual que se logra con las maderitas de caoba? Pues échale algunos cantitos de cáscara al carbón. Además de lo anterior, ayudará a que prenda más rápido.