“La mataron por un celular”, parece una novela de terror. Discuten por un estacionamiento, matan a sus suegros por colindancias de tierras, peleas en las carreteras, matan a un joven porque sin querer le derramo un trago a otro.

Incidentes como estos vemos o hemos visto en los medios de comunicación en diferentes ocasiones. ¿Qué nos pasa? ¿Es la salud mental del pueblo? ¿Es un problema de autocontrol?

Pues podría decir que son ambas cosas, no todo lo podemos “justificar” como un problema en la salud mental de la persona. Hay personas que sí tienen problemas de salud, pero hay otros que no controlan su ira y disparan su coraje sin pensar en las consecuencias trayendo dolor, desesperanza y miedo.

El autocontrol es definido por expertos como la capacidad consciente de regular los impulsos de manera voluntaria con el fin de alcanzar el equilibrio personal.

Cuando el control se pierde, las conductas impulsivas salen y en muchas ocasiones traen consigo situaciones tan lamentables como las antes mencionadas.

Claro está, en un evento tan lamentable como el recientemente acontecido no podemos decir que el pobre control de impulsos fue la razón. Esto sería demasiado benévolo de nuestra parte.

Desarrollar el autocontrol es convertirse en mejores seres humanos ya que nos libera de ofender y hacer sentir mal a los que están a nuestro alrededor. Desarrollar el autocontrol nos hace resolver las situaciones de vida de forma asertiva y no de forma agresiva. La persona que logra tener autocontrol tiene la capacidad de controlar sus pensamientos y su forma de actuar.

¿Cómo saber si tenemos problemas de autocontrol?

- Agitación

- Explosión de ira

- Alzar la voz de forma desproporcionadamente

- Enojos por largos periodos de tiempo llegando a dañarnos el día o a dañárselo a los demás

- Llorar desconsoladamente por algo que no lo amerita.

- Golpear una mesa u objeto sin la intensión de hacer daño físico.

- Ofender, humillar.

- Hacer perretas (los adultos también las hacen)

Cuando no trabajamos este control de impulsos deficiente se pierde la razón y puede traer problemas mayores.

¿Cuándo tenemos autocontrol?

- Nuestra relación con otros es mejor.

- Logramos tener mayor claridad de pensamiento.

- Se tiene mejor autoestima

- Nos sentimos mejor con nosotros mismos.

- Gozamos de formas efectivas para manejar el estrés.

- Hacemos más amigos y somos más queridos y respetados.

¿Qué podemos hacer?

- Identifica los detonantes

- Busca momentos de relajación.

- Se emocionalmente inteligente.

- No uses la “fuerza bruta”

- Práctica el darte un tiempo fuera cuando estás enojado.

- Ten introspección, evalúate y decide modificar.

Cada vez que perdemos el control hacemos daño a los que nos rodean, los alejamos de nuestra vida y, finalmente, lo único que conseguimos es sentirnos culpables. Practica tratar a los demás como te gusta que te traten, con paciencia, amor y, sobre todo, respeto. No tenemos que justificar nuestras conductas con “así soy yo”. Busca ser mejor persona y verás cuan alegre y completo te hace sentir.

Si deseas coordinar una cita con la Dra. Ingrid C. Marin Espiet, Psicóloga Clínica licenciada puedes comunicarte al (787)222-4998 o vía email: imarinespiet@gmail.com.