¿Qué hacemos cuando se encontramos esperanza?
Todos estos pensamientos negativos y poco esperanzadores hacen que al individuo se le dificulte la realización de las tareas del diario vivir.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
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Ha llegado la Navidad. Quizás para muchos llegó esta época del año sin darse cuenta, demasiado rápido o con demasiados problemas para pensar en ello. Definitivamente es difícil para todos imaginarse en fiestas, decorar, poner un árbol y más aún el regalar.
Luego de una carga emocional tan grande como la que ha tenido la población puertorriqueña puede llegar la desesperanza.
La desesperanza es un sentimiento de desvalimiento e indefensión que puede darse en diferentes contextos, pero en este momento histórico que vivimos, la desesperanza puede estar latente en muchos. Sentirse desesperanzado incluye la sensación de vacío interior y una visión negativa ante el futuro.
Frecuentemente escuchamos a nuestro alrededor comentarios asociados a que nunca nuestra isla será igual, que Puerto Rico es antes y después de María, o que no conseguiré jamás el mismo empleo. Todos estos pensamientos negativos y poco esperanzadores hacen que al individuo se le dificulte la realización de las tareas del diario vivir, que abandone sus obligaciones y hasta se le haga difícil seguir adelante.
La desesperanza puede llegar a ser el peor enemigo que puede tener una persona, lo limita, es una venda en los ojos que impide ver el futuro con prosperidad, es una voz que repite que nada cambiará para bien, nos detiene y nos puede llegar a deprimir.
¿Qué podemos hacer cuando nos sentimos desesperanzados?
· Rodéate de personas positivas, esperanzadoras y motivadas a seguir adelante.
· Date permiso para enojarte y llorar, pero sin detenerte a lamentarte por lo que ya PASÓ. Ponte un tiempo para llorar, por ejemplo: “Voy a permitirme llorar quince minutos”. Parece mecanizar los sentimientos pero te ayudara a tener autocontrol.
· Recuerda que en tu vida han habido situaciones que han sido difíciles y las haz superado, aunque pensaste que eso no sucedería. Esto te ayudará a ver que tienes el potencial de resolver problemas.
· Si sientes que tu vaso está lleno, no dejes de buscar ayuda profesional. Abandona el mito de que los psicólogos y psiquiatras son para personas locas. Todos necesitamos ayuda en algunos momentos y el aceptarlo habla de tu estabilidad mental.
· Pensar demasiado no es bueno cuando estamos tristes o desesperanzados, busca lo que te gusta hacer y hazlo, ponte día y hora, comprométete contigo mismo.
· Recuerda siempre que lo que hoy vives no es tu destino final.
En esta Navidad que reine la esperanza de que todo cambiará para bien. Las crisis provocan cambios… provócalos en tu vida. Quizás no tengas luz para poner unas guirnaldas o dinero para hacer un regalo, pero tienes una sonrisa para regalarles a otros, un abrazo para el que lo necesite y unas palabras de aliento para el que como tú necesita hablar con alguien. Vive esta época con intensidad, con alegría y positivismo y verás que cosas buenas llegarán.
Si deseas coordinar una cita con la Dra. Ingrid C. Marín Espiet en su oficina localizada en el área metropolitana, puedes comunicarte al
“La desesperanza está fundada en lo que sabemos, que es nada, y la esperanza en todo lo que ignoramos, que es todo” - Maurice Maeterlinck
Psicóloga clínica licenciada, conferenciante, recurso para medios de comunicación escrita, radial y televisiva. Experiencia como profesora universitaria. Práctica privada con 18 años de experiencia clínica en el área de salud mental ofeciendo servicios de psicoterapia a adultos, niños, adolescentes, parejas y comunidad LGBTT. Experiencia en preparación mental de atletas.
Natural del pueblo de Arecibo, egresada de la Universidad Carlos Albizu Miranda, Recinto de San Juan.
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