Una conmovedora historia emerge desde los confines de la industria cárnica, en la que la triste rutina de encierro y sacrificio se vio interrumpida por un giro inesperado hacia la creatividad y la libertad.

Desde una granja industrial en Sudáfrica hasta las galerías de arte internacionales, la vida de una cerda llamada Pigcasso desafió todas las expectativas, dejando una huella imborrable.

Faltaban apenas unas semanas para que finalmente llegará el día que marcaría su destino. Había sido convertida en una mera máquina de producción de carne.

Desde sus primeros días, fue confinada en una jaula estrecha, obligada a crecer en un espacio mínimo hasta alcanzar el peso requerido para su destino final en el matadero.

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Sometida a modificaciones con drogas para aumentar su rendimiento y producir más carne en el menor tiempo posible, su cuerpo había alcanzado un peso que sus propios huesos apenas podían soportar. Sin embargo, su historia estaba a punto de dar un giro inesperado.

Fue en mayo de 2016 cuando Joanne Lefson, una artista y activista, rescató a Pigcasso de su destino en el matadero. Proveniente de una granja industrial intensiva, el animal había sido sometido a condiciones de vida desgarradoras, destinada únicamente a convertirse en carne.

Lefson, quien había viajado por más de 43 países con el objetivo de sensibilizar sobre la importancia del rescate de perros, decidió entonces dar visibilidad a los llamados animales de granja.

“Tuve que arrastrarme sobre el barro para poder agarrar a un cerdito de los cientos que había en ese lugar. Lógicamente, tenían miedo del humano y corrían para no ser alcanzados. Hasta que logré sujetar a una de ellas”, afirmó Lefson.

Después de unas semanas de adaptación, controles médicos exhaustivos y familiarización con su nuevo entorno, Lefson notó que la cerda había destruido todos los juguetes y objetos recreativos que se le habían proporcionado en su recinto, excepto por un antiguo pincel.

Este comportamiento intrigó a Lefson, quien decidió probar algo diferente: le ofreció pinturas, un lienzo colocado a su altura y, por supuesto, un pincel modificado para que pudiera sostenerlo con la boca.

Al presenciar el innegable talento creativo de la cerda, Lefson se comprometió a desarrollar su potencial artístico. Así nació Pigcasso, un ingenioso juego de palabras que fusiona “pig” (cerdo en inglés) con el apellido del famoso pintor español Pablo Picasso.

No pasó mucho tiempo antes de que Pigcasso se sumergiera en el arte de la pintura. Con el tiempo, esta actividad se convirtió en una colaboración única entre la mujer y el animal.

Lefson elige cuidadosamente los colores para dar vida a cada obra, asegurándose de que sean completamente libres de tóxicos y elaborados exclusivamente con ingredientes veganos.

Es extremadamente exigente con sus pinceles. De hecho, tiene siete favoritos y se niega a permitir nuevas incorporaciones. Si lo intentamos, se los arroja a las vacas”, contó la artista.

Desde una distancia prudente, Lefson observa atentamente el proceso creativo de Pigcasso. Si detecta el surgimiento de una forma interesante, reconocible por el ojo humano, interviene moviendo el lienzo o ajustando los recipientes de pintura para guiar y fomentar los trazos espontáneos del animal.

Cada obra de arte lleva la firma única de Pigcasso, aplicada con la punta de su nariz, y es posteriormente refrendada por Lefson. Además, se emite un certificado de autenticidad con cada pieza.

Las ganancias obtenidas de la venta de estas obras benefician directamente a Farm Sanctuary, contribuyendo así a continuar con su importante labor de rescate y cuidado de animales necesitados.

En el año 2017, comenzaron a circular noticias sobre el talento artístico de Pigcasso, marcando el inicio de una notable trayectoria. Bajo el lema “menos carne, más arte”, en enero de 2018, Pigcasso se convirtió en la primera artista animal en organizar una exposición de arte individual.

A lo largo de los años siguientes, Pigcasso continuó cautivando al público con exposiciones individuales en diversos rincones del mundo, desde Ámsterdam en 2021 hasta Londres en diciembre de 2023, pasando por Hann-Munden en Alemania, St. Tropez en Francia y las activas en Shanghai/Beijing en 2023/2024 en China.

En 2022, su obra “Wild and Free” ingresó al Libro Guinness de los Récords al venderse por una cifra récord de $25,000. Además, en un gesto de celebración, Pigcasso dedicó un mensaje a Lionel Messi cuando Argentina se coronó campeona de la Copa Mundial en Qatar 2022.

La vida de Pigcasso transcurrió desde aquel mayo en libertad y tranquilidad. Vivía junto a otros animales en un predio de cinco hectáreas, con amplios espacios verdes para pastar, áreas con lodo para refrescarse y comida saludable a disposición.

A pesar de que Pigcasso ya había presentado signos de artritis en los últimos años, su estado físico se deterioró rápidamente en septiembre de 2023. A principios de octubre, ambas patas traseras se volvieron cojas debido a la calcificación en la parte inferior de la columna, agravada por la artritis reumatoide crónica.

Ambas condiciones incurables están directamente relacionadas con las prácticas de manipulación y modificaciones a las que están expuestos los animales en las granjas industriales de hoy en día.

Cuando la doctora Jane Goodall se enteró del empeoramiento en la condición de Pigcasso, una ferviente admiradora del talento artístico y el espíritu del animal, que además había escrito el prólogo del libro lanzado el año pasado, rápidamente voló a Farm Sanctuary SA para visitarla. Sin embargo, lamentablemente llegó un día tarde, ya que Pigcasso falleció a la edad de 8 años.