Cada diciembre, miles de hogares viven una escena que se repite sin excepción: un árbol de Navidad recién decorado, un gato observando desde la distancia y, segundos después, una esfera rodando por el suelo. Lo que para muchos es una anécdota divertida, en redes sociales se ha convertido en tradición.

En TikTok, Instagram o X abundan los vídeos de felinos derribando pinos, robando adornos o trepando hasta la estrella. Algunos intentan evitarlo con soluciones ingeniosas, hay quienes cuelgan el árbol del techo o lo encierran en la ducha. Ninguna fórmula parece infalible.

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Una combinación de instinto y curiosidad

De acuerdo con un artículo de National Geographic, la fascinación felina por los árboles de Navidad responde a su propia naturaleza. Los gatos son curiosos por instinto, investigan cualquier objeto nuevo, sobre todo si brilla, se mueve o emite sonidos diferentes.

Las luces intermitentes, las guirnaldas que cuelgan y las esferas que se balancean activan su impulso cazador. Para ellos, cada adorno es una presa potencial. Pero, no todo es juego.

Trepar el árbol también les permite observar su entorno desde las alturas, un comportamiento ligado a su necesidad de sentirse seguros. Y, cuando el árbol es natural, el interés aumenta: el aroma de la resina, la textura de las ramas y la humedad del suelo ofrecen una experiencia sensorial imposible de ignorar.

En algunos casos, sin embargo, este entusiasmo es una respuesta al estrés. Las visitas, los ruidos y los cambios de rutina durante las fiestas pueden alterar su comportamiento. Trepar, morder o tumbar el árbol se convierte entonces en una forma de liberar tensión.

Entre la diversión y el riesgo

Aunque las travesuras parezcan inofensivas, pueden derivar en accidentes. Las luces parpadeantes y los cables eléctricos representan riesgos de quemaduras o descargas. Las esferas de vidrio pueden romperse y causar heridas. Incluso el agua del soporte, si contiene fertilizantes o aditivos, puede resultar tóxica.

Por eso, los expertos recomiendan precaución. Asegurar el árbol a la pared o al suelo con hilo de nailon o bases pesadas reduce la posibilidad de caídas. Colocar los adornos más llamativos en la parte superior y evitar los colgantes frágiles también ayuda a mantener la decoración intacta.

Algunos tutores han optado por métodos caseros. En TikTok, la usuaria @dianishome comparte su truco, rociar la base del árbol con vinagre blanco, un olor que los gatos detestan.

@dianishome Truco para que tu gato no destruya tu árbol de Navidad. #arbolnavideño #navidad #gato #casa #home ♬ sonido original - Dianis 🖤 | Home

Otros prefieren cáscaras de naranja o limón para el mismo propósito. Lo importante, señalan los especialistas, es evitar sustancias tóxicas o el uso del castigo, ya que solo genera miedo y refuerza la conducta.

Una tregua navideña posible

Entender al gato es el primer paso para proteger el árbol. Si el animal cuenta con juguetes, rascadores y estructuras para trepar, desviará su atención del pino. También puede ser útil dejar el árbol sin adornos durante los primeros días, para que el felino lo explore y pierda interés.

El secreto está en la paciencia y la prevención. La Navidad no tiene por qué ser una guerra entre luces y garras, sino una oportunidad para comprender la naturaleza curiosa de los animales que comparten el hogar. Con algo de ingenio, y un poco de cinta transparente, el árbol y el gato pueden convivir en paz durante toda la temporada.