El cierre del histórico restaurante La Bombonera, localizado en el corazón del Viejo San Juan desde el 1902, no parece ser una opción para un grupo importante de representantes del sector público y privado, quienes buscaban ayer prolongarle la vida al centenario negocio, amenazado ante la posible venta del edificio donde ubica su cocina y sus baños.

Tras una reunión realizada poco después del mediodía de ayer en el restaurante, el Secretario de Estado Kenneth McClintock anunció la creación de una coalición público-privada que tendrá la misión de diseñar un plan de reestructuración que evite la clausura del local, pautada para el próximo martes.

Consciente de que el tiempo apremia, McClintock aseguró que el grupo de trabajo tendrá su primera reunión esta misma semana en el Departamento de Estado, que puso a la disposición de la coalición por la cercanía con La Bombonera.

“Vamos a establecer un plan tanto físico como gerencial que permita la continua operación de este negocio, que el próximo mes cumple 110 años. Queremos que cumpla 110 años y que garantice que pueda seguir operando por los próximos 110 años”, expresó el funcionario.

Al encuentro, que se extendió por espacio de 45 minutos, también asistieron el director ejecutivo de la Compañía de Turismo, Luis Rivera Marín; la presidenta del Banco de Desarrollo Económico (BDE), Ivonne Otero; el presidente de la Asociación de Restaurantes de Puerto Rico (Asore), Humberto Rovira; y el gerente de la sucursal del Viejo San Juan del Banco Popular, José Pacheco, quienes conversaron con el gerente general de La Bombonera, José López, sobre las diversas alternativas para mantener la icónica cafeteria a flote.

A juicio del naciente comité, la opción más viable es remodelar el edificio propiedad de La Bombonera para ubicar en él la cocina -contemplada a establecerse en el segundo piso- y los baños, que se construirían al fondo del salón comedor.

“Deseamos que pueda continuar operaciones, por lo menos parcialmente, durante el período que por necesidad tenga que cerrase una parte del local en lo que se hacen las mejoras”, señaló McClintock con optimismo.

La Presidenta del BDE precisó, por su parte, que asegurar la permanencia del restaurante sanjuanero es una prioridad para su agencia, y explicó que las posibilidades de rescate pueden ir desde un préstamo hasta una cooperativa de empleados.

“La Bombonera es un modelo de negocio exitoso y más que salvable. La plusvalía que tiene este negocio es invaluable”, indicó Otero.

A nivel histórico y cultural, el restaurante tiene también un valor incalculable pues, a través de las décadas, ha servido como un importante lugar de encuentro para los que residen o visitan el Viejo San Juan, incluyendo artistas, políticos e intelectuales. Todos encuentran en ése recinto colonial un espacio para conversar con una taza de café en mano y degustando una de sus ya famosas mayorcas.

La posibilidad de perpetuar esta tradición llenó de alegría a su actual gerente, quien expresó que se reunirá con los otros accionistas de La Bombonera, que pertenece a un consorcio familiar, para discutir las propuestas que comenzaron a esbozarse ayer.

“Yo no creo que me digan que no”, adelantó López.