Atletas boricuas se visten de gala

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 15 años.
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Ellas son jóvenes, disciplinadas en extremo, de asombrosa destreza física y poderosa fuerza mental. Así son las atletas que nos representarán desde este próximo sábado en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Mayagüez 2010, verdaderas virtuosas del deporte que han logrado ganar terreno en este sacrificado mundo a fuerza de sudor y sacrificio.
En pistas, canchas, gimnasios y hasta en lo alto de un trampolín, estas competidoras llevan años brillando precisamente por sus proezas atléticas. Pero, ¿qué hay de su lado femenino y seductor en estos escenarios, en los cuales se podría pensar que no hay cabida para la coquetería?
Al parecer, la intensidad de las disciplinas que practican ha dejado en un segundo plano al lápiz labial, el blower y el sensual vestidito de coctel.
“Nosotras las gimnastas siempre estamos descalzas, con el pelo amarrado, llenas de tizas… Llevo tanto tiempo en esto que me cuesta trabajo verme peinada y maquillada”, reconoce con simpatía Bibiana Rodríguez, de 22 años, quien lleva varios meses entrenándose a todo vapor para competir en los eventos de barras asimétricas y salto de caballo.
Con esto presente y con toda la intención de sacarlas de su zona de confort -sus acostumbradas prendas atléticas-, en A tu manera les propusimos a cuatro de nuestras mejores deportistas posar para el lente fotográfico luciendo sofisticados vestidos de diseñador. Ellas aceptaron el reto, y transformadas de pies a cabeza por unas horas, comprobaron que el glamour también tiene el poder de seducirlas.
El atletismo y la moda hacen clic en una sesión de fotos llena de lujo. Descúbrela.
Sofisticación acuática
Luisa Jiménez
Clavadista
22 años
El trampolín y la piscina olímpica han sido para ella sus aliados inseparables desde los cinco años, cuando un entrenador cubano la escogió de un grupo de pequeñas gimnastas para ingresarla definitivamente en el deporte del clavado. Pero en la tarde de este shooting, realizado precisamente en la alberca del Albergue Olímpico donde entrena a diario, Luisa parecía más bien sacada de la portada de alguna revista de moda que de una delegación deportiva.
Con su cabello ondulado al viento, sus brazos tonificados y esa envidiable piel bronceada que sólo se consigue cuando se vive prácticamente en el agua, esta clavadista natural de Salinas demostró que también puede hacer las veces de modelo publicitaria. Su forma de cautivar la cámara, además, sugiere que es un verdadero diamante en bruto para el campo del modelaje.
Todos a su alrededor lucían deslumbrados por su belleza natural, resaltada para las fotos con opulentas joyas y un maquillaje que enfatizaba su mirada, pero Luisa parecía restarles importancia a sus atributos. Su tiempo y su concentración están siempre fijados en el trampolín, máxime en estos últimos meses, así que no le sobran energías -ni interés- para rendirle tributo a su encanto físico.
“Una persona hermosa, primero, tiene que quererse a sí misma, sentirse cómoda frente en el espejo. Hay mil formas de verte bello, pero antes es necesario aceptarte como eres”, afirma.
¿Qué pasa por tu mente en los instantes previos a competir?
Uno tiene nervios, pero lo que haces es pensar en todas las horas que entrenaste, en todas las veces que lo hiciste bien. Como mi deporte es tan mental, tienes que enfocarte en los días que entrenaste brutal, traer ese día a ese momento. Eso siempre te motiva.
¿Sientes que las mujeres atletas tienen más retos ante sí en el campo del deporte que los hombres?
Yo creo que ya las féminas estamos igual que los varones. Ya como que no hay esa riña o esas cosas que se decían que las mujeres no podían hacer algunos deportes. Entiendo que estamos a la par y en ocasiones hasta por encima de ellos.
Tu papá es también tu entrenador. ¿Eso ha llegado a complicar la relación entre ustedes?
Es difícil, pero hasta ahora lo hemos llevado superbién. Cuando estoy acá (en la piscina), es entrenador, y en casa es papi. Una vez me botó de la práctica por decirle ‘papi’. Me regañó y me dio una cantaleta, y desde ahí en los entrenamientos le digo ‘Luis’ (ríe).
Estilo sobre la arcilla
Zenaida Maldonado
Corredora
31 años
Cada vez que sus tenis tocan la pista para iniciar una carrera, Zenaida piensa invariablemente en lo mismo. A su mente vienen todos los sacrificios, renuncias y entrenamientos que ha hecho para poder llegar a la meta que se ha propuesto. Recuerda, además, a su familia y el apoyo incondicional que le profesan competencia tras competencia.
Ése es el motor que impulsa a la reconocida fondista utuadeña, cuya brillante carrera sobre la arcilla la ha llevado a destinos tan distantes como Berlín, Bruselas y Brasil. Nada de fórmulas secretas ni amuletos para triunfar. Sólo eso: determinación y amor.
“Me entrego de lleno a la competencia, y cuando salgo a correr, siempre busco dar lo mejor de mí. No tengo una clave como tal para brillar”, reconoce Zenaida con esa candidez inconfundible del centro de la Isla.
¿Cómo te has estado preparando para los Centroamericanos, que ya están a la vuelta de la esquina?
Desde enero llevo entrenando por las mañanas, de cinco a seis, y dos horas por las tardes, desde las cinco hasta las siete, aunque dependiendo del tipo de práctica. Mi entrenador (Sammy Laureano) y yo hemos trabajado arduo en eventos de pista. Fuimos a California a foguearnos para buscar la marca para los juegos. Desde ese entonces hemos estado subiendo la carga en los entrenamientos y trabajando la pista.
¿Cómo logras conseguir un balance entre las largas horas de entrenamiento y las otras facetas de tu vida?
Es dedicación en todo lo que haces y una buena distribución de tu tiempo. Lo voy dividiendo con disciplina y en orden de lo más importante, que es mi familia. Todo lo que sobre es para entrenar, que ya es rutinario, y para trabajar, que por suerte tengo un horario flexible.
¿Cuál ha sido tu mayor logro hasta la fecha?
A nivel personal, mis hijos y el tener una vida familiar estable. En el ámbito del atletismo, los récords y la experiencia que he adquirido. Tuve la marca nacional de 10 kilómetros, de 34:49, en el 2007 o 2008, no recuerdo bien, y terminé el medio maratón de Berlín del 2008 en 1:15 con 29 segundos.
Seducción aérea
Bibiana Rodríguez
Gimnasta
22 años
“No me puedo imaginar mi vida sin el deporte”, asegura Bibiana con convencimiento cuando se le pregunta cómo cree que hubiesen sido sus años fuera de los ambientes atléticos. Y vaya que está difícil vislumbrárselo.
Su papá ha sido tenista durante toda su vida y recientemente ganó el campeonato nacional; y su hermano mayor y hermana menor también juegan tenis en los equipos de las universidades estadounidenses a las que asisten, donde han logrado cosechar asimismo una importante cantidad de reconocimientos.
Y ella, aunque no adoptó el mismo deporte que los demás miembros de su familia, encontró a los seis años su gran pasión por la gimnasia artística, convertida desde entonces en un estilo de vida.
¿Cómo puede explicar un atleta a la persona común y corriente esa pasión que siente por su deporte?
Es algo que si tú no creces en un deporte, no vas a entender las largas horas de entrenamiento que tienes que dedicar, el rigor, el enfoque… Puedo decir que si no eres disciplinado y no tienes tus prioridades organizadas, en algún lado vas a fallar, ya sea en el deporte o en la escuela, porque de verdad es difícil sobresalir en ambas cosas.
¿Cuáles son tus claves para dar lo mejor de ti en el terreno deportivo?
La actitud del atleta durante el entrenamiento y competencia es vital, y yo creo que es lo que más me ayuda a sobresalir por el mismo hecho de que soy siempre bien positiva. Hay momentos en los que uno se frustra y soy bien fuerte conmigo misma, pero siempre trato de no decepcionarme y de poner la cabeza en alto. Tengo que mantenerme enfocada.
¿Qué significa para ti competir en unos Juegos Centroamericanos aquí mismo en tu país?
De verdad que es un honor. Yo no competía por Puerto Rico desde que empecé a estudiar en la universidad, así que no sabría qué otra palabra utilizar que ésa: un honor. Aquí estás en tu país y tienes a tu pueblo apoyándote y viéndote competir. Es todo un privilegio.
Lujo y combate
Luisa Parrilla
Esgrimista
28 años
Con velocidad, equilibrio y agudos reflejos, Luisa se enfrenta una y otra vez a su contrincante de turno. Son ya 15 años los que ha participado en estos duelos de esgrima, así que sabe perfectamente que si quiere hacer blanco en el contrario, nunca debe bajar la guardia. Y es que así es su deporte: todo un arte de defensa y ataque, que agiliza los reflejos y acentúa la inteligencia.
Estas cualidades que ha logrado potenciar en el atletismo, sin embargo, no se quedan únicamente en las pistas de entrenamiento y competición.
“Todo lo pienso a nivel deportivo. Por ejemplo, a veces cuando estoy haciendo un examen, pienso que estoy en el asalto y que me queda poco tiempo. Igual en las relaciones interpersonales, que son como un combate, y la esgrima me ayuda a pensar rápido y tomar decisiones rápidamente en ese terreno”, confiesa Luisa, quien recién culminó una maestría en traducción en la Universidad de Puerto Rico.
Y como además de fomentar el desarrollo intelectual, la esgrima es también un deporte de origen aristocrático -y con cierto halo romántico-, no nos quedó otra opción que ponerla a posar envuelta en sofisticación. Así, con un vestido de escote infinito en la espalda, Luisa demostró que el flash la adora.
Dicen que al deporte y la moda los separa una distancia abismal. ¿Por qué te animaste a participar en una sesión fotográfica como ésta?
No me molesta explorar distintas facetas mías, y estas fotos fue como descubrir un lado mío que ni yo misma conozco bien. Es cierto que en el deporte uno está con el pelo recogido y sudando, pero es bueno de vez en cuando sentirse modelito y atravesar por un cambio radical de imagen. Me gustó la experiencia y como que no me reconocí en el espejo cuando me vi maquillada (ríe).
Has ganado muchas medallas en tu trayecto profesional. ¿Sientes que has logrado alcanzar tus metas?
Yo soy poco conformista. Tampoco es que me crea que me como el mundo con pan y mantequilla, pero soy ambiciosa a lo que mi vida personal se refiere. Si gano una medalla, quisiera ganar más; en cada competencia quiero hacerlo mejor que la anterior. A nivel personal, quiero terminar mi tesis y hacer un doctorado. En realidad no me gusta la rutina ni quedarme en un mismo sitio, ni a nivel personal ni competitivo.
¿Te sientes favorita para alzarte con una medalla?
A mí no me gusta usar la palabra ‘favorita’, pero yo diría que tengo una posibilidad bien alta de traerme una medalla alrededor del cuello. Yo quiero el oro, por supuesto que cualquiera está bien, pero estoy trabajando para ganar oro.