En la gama de tonos azules, uno de los más llamativos es el turquesa. Su encanto no es casual en vista de su capacidad para evocar  frescura y un aire juvenil.

A pesar de sus atributos y de lo atractivo que pueda hacer lucir un espacio,  hay quienes consideran un tanto complejo dar con la selección acertada de accesorios para crear un toque  armonioso.

El diseñador de interiores Roberto Lucena Zabala menciona que “con la llegada de la primavera es muy común que florezcan los azules”. En el caso particular del turquesa también inspira “luz, naturaleza y mar”.

El también presidente del Colegio de Diseñadores-Decoradores de Interiores (Coddi) aclara que, si bien se trata de “un color ‘agradecido’ porque puede combinarse con casi todo color que no sea muy intenso”, hay que reconocer “que no es  fácil de utilizar en la decoración porque es brillante”. Sin embargo, todo es cuestión de “saber poner el toque apropiado, saber cómo combinarlo; saber utilizarlo como punto focal sin desarmonizar”.
 
Truquitos para decorar:

• Evita abrumar el espacio con una cantidad desproporcionada de accesorios en tono turquesa.

• Entre las combinaciones ideales están los azules más inten sos, amarillo, burgundy, crema,  blanco y gris.

• Si es una habitación de niños, combinar con blanco, fucsia y verde manzana puede darle un look más dramático.

• En vez de pintar una pared por completo de este color, lo aconsejable es utilizarlo en accesorios decorativos.

• Si bien puede utilizarse en cualquier habitación de la casa, lo  preferible es hacerlo en el cuarto de visitas, de niños y en el family room, ya que a los otros espacios  les puede restar formalidad.

• Opta por textiles y superficies de calidad, ya que es un color que tiende a resaltar imperfecciones.