Un soplo de aire fresco y las magníficas vistas de las montañas de Cayey reciben a los comensales que llegan al restaurante Miramelinda, ubicado en lo alto de la carretera panorámica #7737.

Ahí, en medio de un lugar privilegiado y con un marco natural incomparable, las personas consiguen relajarse mientras deleitan su paladar con la amplia variedad de platos que incluye la recién renovada carta. Y es que en ella destacan recetas verdaderamente deliciosas y abundantes, algunas de las cuales consiguen reinventar los sabores típicos boricuas.

El chef Yamil Sánchez, a cargo de la elaboración de los platillos, destaca precisamente que le encanta darle un toque distinto a nuestros sabores tradicionales, buscando siempre una mezcla de ingredientes locales con internacionales. Su paso por distintas cocinas en diversos países ha sido, sin duda, la clave para las influencias que reconoce en sus propuestas gastronómicas.

“En mi caso, por haber estado en diferentes islas y países -como St. Thomas, St. John, Culebra, Dubái e Inglaterra-, en cada sitio que he ido he adquirido un poco de sus sabores”, explica Sánchez.

“No me gusta utilizar la palabra fusión, que ya está muy desgastada. Yo prefiero decir que mi cocina es ecléctica: que puedo comprender la comida de nosotros y añadir algunos hints de otras partes del mundo. Porque da la casualidad que la comida y las especias que nosotros utilizamos se usan casi en todas partes del mundo”, revela el experimentado cocinero, quien asegura tener mucha curiosidad por la gastronomía francesa y oriental.

Si bien es algo difícil definir la especialidad de la casa, ya hay algunos platos estrellas entre los clientes más fieles del restaurante. ¿Algunas de estas recetas dignas de saborear? El suculento chillo entero frito con yuca majada y mojito cítrico, las costillas con glaseado de tamarindo y especias, y el jugoso churrasco bañado en la salsa de la casa, todos servidos en porciones generosas y con una presentación gourmet.

En cuanto a la ambientación del lugar, el local sabe sacarle partido a su mejor atributo: el entorno natural. El amplio comedor es básicamente una amplísima terraza techada, donde se aprecia la vista panorámica de los montes y se disfruta del fresquito del campo. Su ambiente es, ciertamente, rústico y acogedor, con mesas largas de madera que invitan a disfrutar en grandes grupos de familiares o amigos.

“El protagonista aquí de todo esto es la naturaleza. Tú tienes la capacidad de poder llegar a un sitio, sentirte como si estuvieras en El Yunque y de repente sentarte relax en una buena atmósfera. Y aquí la gente tiende a quedarse tres y cuatro horas”, asegura el chef.

Nuestra experiencia

Visitamos Miramelinda un viernes a las 3:00 p.m., siguiendo las claras indicaciones del mapa que figura en su página electrónica.

Nada más de entrar al comedor, nos recibieron muy atentamente y nos sentaron en una de las mesas ubicadas en el fondo del salón. A lo largo de la degustación, el trato atento del personal no varió y los platos salían de la cocina con bastante agilidad.

En nuestra visita, comprobamos -además- la calidad y cuidada elaboración de cada platillo, presentados de forma muy apetitosa. El restaurante es, ciertamente, un lugar al que se debe ir y disfrutar.

Te sugerimos

Si eres de los que deliran por las chuletas de cordero, no dejes de probarlas en tu visita al restaurante.  El chef Sánchez las prepara bañadas en una salsa de café del país y ajos rostizados, acompañadas de un timbal de viandas.  Un platillo jugoso y sabroso que te tentará a chuparte los dedos. $26.50

Para dos por menos de $50

Yamil Sánchez, chef del restaurante, sugiere:

Aperitivos

2 cremas de apio y plátano, $12

Platos principales

Pechuga de pollo empanada con glaseado de berenjena y chiles picantes, $14

Churrasco con mojito Miramelinda, $18

Postre

Flan de queso con coco rayado (para compartir), $6

Cómo llegar

Transitando por la autopista 52 de San Juan a Ponce, toma la salida 39.  En el semáforo de la carretera 1 (frente al McDonald’s), dobla a la izquierda.  Sigue hasta el km 60.5 y ahí, en la intersección con la carretera 715 dobla a la izquierda.  Sube  la vía y, en el cruce con la carretera 7737, vira a la izquierda.  Verás el restaurante más adelante a la izquierda.  Abre de viernes a domingo, de 11:00 a.m. a 7:00 p.m.  Para más detalles, llama al 787-738-0715.