Llámalo moca o café y sírvelo en pocillo, jícara, tacita o taza. Comoquiera que sea, el caso es que el café está colao y aguardando, humeante, a que lo paladees.Para los puertorriqueños, el café es símbolo de hogar y familia, de cortesía y buenos modales. El café es sinónimo de diálogo y confraternización. Y, francamente, no hay sobremesa que no se beneficie de un pocillo o un cortadito. Pero, eso sí, que esté bien cargao.

Y es que, ¿para que negarlo?, podrá hacer todo el calor del mundo, pero si llegas a una casa, difícilmente no te ofrezcan una taza de café “del bueno”. Y esto es válido lo mismo en Puerto Rico o en Cuba, en el Cairo o en Seattle, en Madrid o en París.

No es de extrañar, entonces, que, en ocasiones, algunos juegos antiguos de tazas y platillos de café se subasten por sumas astronómicas. Una razón más para estar de buenas con abuelita, ¿no?

Entretanto, ¿por qué no te animas a ir haciendo tu propia colección? A continuación, A tu manera recomienda algunos sets que, sin duda, te servirán como oportuna excusa para compartir una buena taza de café.

Styling: Yajaira Méndez González

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